Cientos de personas de diferentes partes de la República iniciaron este domingo la Caminata por la Verdad, Justicia y Paz, encabezada por el poeta Javier Sicilia, Julián y Adrián LeBarón. A su llegada a Palacio Nacional ofrecieron un discurso exigiendo paz y seguridad a las autoridades. El Presidente se negó atender al contingente.
Ciudad de México, 26 de enero (SinEmbargo).- La Caminata por la Verdad, Justicia y Paz, encabezada por el poeta Javier Sicilia, Julián y Adrián LeBarón partió desde la Estela de Luz y llegó a Palacio Nacional después de las 13:00 horas. Los asistentes venían de todos los estados de la República en busca de justicia para sus desaparecidos y muertos en manos del crimen.
“Aquí no caben etiquetas. No somos chairos, no somos fifís, ni conservadores, ni de izquierda. Somos seres humanos luchando por vivir ¡ya no queremos sobrevivir, México!”, pronunció Adrián LeBarón durante el mitin en el Zócalo de la Ciudad de México, donde emitieron un mensaje de exigencia de alto a la violencia.
“México, te quiero. La guerra nace en la cabeza, la paz nace en el corazón», dijo.
El activista dijo que después de la tragedia y a pesar de ella; «después del dolor y a pesar de él hemos de llegar al corazón”.
LeBarón señaló que el primer paso para lograr la paz es la reconciliación, por ello, llamó a los presentes a buscarla. “Llevamos casi 15 años en guerra y no hemos aprendido a reconciliarnos ¿Qué nos pasa?”
“Por favor, vamos a seguir caminando juntos para dejar de insultarnos y estar unidos para defender la vida», dijo Julián LeBarón.
Las cabezas del contingente, Sicilia y Los LeBarón, rechazaron una reunión con los titulares del Gabinete de Seguridad del Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien se negó a recibirlos. Solo entregaron documentos en Palacio Nacional.
Javier Sicilia leyó la cuarta carta abierta dirigida a Andrés Manuel López Obrador donde reclamó por la crisis de violencia en el país, por no emprender una política de paz con mecanismos extraordinarios de verdad y justicia, y por negarse a recibir la marcha.
“A ti que lamentablemente no estás presente a causa de graves y desafortunados prejuicios hacia las víctimas y el sufrimiento del país, que redujiste lamentablemente a un show”, dijo.
Sicilia destacó que México y la bandera que lo representa ahora está “llena de violencia, sangre, muerte, desapariciones, fosas, mentira e impunidad; está plagada de crímenes atroces, frente a los cuales el lenguaje fracasa. Sus caminos, sus plazas y recintos están tomados por seres sin alma que con apoyo de funcionarios del Estado y empresas corrompen, desaparecen y asediaban a nuestros niños, mujeres jóvenes a nuestros viejos”.
Recordó al Presidente, en la carta leída para él, que si bien la ola de violencia no es su responsabilidad directa, sin embargo, sí le reprochó que no atienda la agenda de justicia transicional y al llamado de los pueblos indígenas de detener los mega proyectos; le recriminó también la criminalización a la migración, y “el lenguaje que utiliza en las mañaneras, “que lejos de llamar a la unidad , polariza a la Nación”.
A su vez, el poeta también culpó al mandatario nacional de tener “abandonadas, desarticulas y cuestionadas” las instituciones para atender a las víctimas, en concreto la CEAV, CNBP y la CNDH.
“Heredaste este horror de administraciones que solo tuvieron imaginación para la violencia, impunidad y corrupción, pero el hecho que le hayas dado la espalda a la agenda de justicia, paz como prioridad de la nación, […] el hecho de reducir la paz a un asunto de seguridad y abandonar la verdad y la justicia, ha mantenido articuladas las redes de complicidad del Estado con el crimen organizado, y sus costos en dolor y muerte han sido demasiado altos en tu primer año de gobierno,Presidente. Cerca de 35 mil asesinatos que se suman a los 61 mil desaparecidos”, sostuvo.
El activista alertó que si el Presidente no asume la dimensión de la emergencia nacional y la tragedia humanitaria del país, dará al traste con lo bueno que busca su administración. “Si en verdad, Presidente, no hay justicia, ni reconciliación, ni amnistía, ni paz, ni transformación, lo único que habrá es mas infierno”, dijo.
Y añadió “tú nos pides más tiempo para buscar la seguridad, pero no hablas de verdad y de justicia”.
Sicilia resaltó que sólo hay tiempo para encarar al horror y la tragedia del país con una política de estado que desarticule las redes de complicidad con base a mecanismos extraordinarios de verdad y justicia.
“No hay que repetir el pasado, Presidente. Ese pasado nos ha destruido y continúa destruyéndonos. Hay que crear lo nuevo, que preserva la vida, una verdadera y autentica transformación del país sustentada en la verdad, la justicia y la paz”, destacó.
EL RECORRIDO DE LA CARAVANA
En su cuarto día de actividades, la marcha partió desde el Monumento Estela de Luz y avanzó sobre Avenida Paseo de la Reforma, Juárez, Eje Central, 5 de mayo hasta llegar al Palacio Nacional.
Javier Sicilia, Adrián, Julian y varios integrantes caminan con el pie izquierdo descalzo, un acto simbólico para recordar a una niña de los menores LeBarón que caminó 10 kilómetros, con un solo zapato, para ir a pedir ayuda después que sicarios atacaron a las tres madres y niños en Bavispe, Sonora.
La caminata se detuvo en el anti monumento a los 65 mineros víctimas del derrumbe de la mina Pasta de Conchos, en Coahuila. Ahí el contingente nuevamente gritó ¡Paz, Verdad, Justicia!
En ese punto cambió la vanguardia del contingente: los LeBarón y Sicilia se colocaron sus zapatos y se fueron atrás de la manta principal. Familias de víctimas de la violencia se colocaron al frente.
Frente al Senado realizaron otra parada donde un contingente ingresó al edificio para dejar un pliego para pedir la aplicación de la Justicia Transicional.
Familiares de personas desaparecidas y de víctimas mortales de la violencia levantaron sus pancartas con la exigencia de paz. “Las balas nos han enlutado y quitado a nuestros seres queridos… ¡pero no la dignidad de exigir justicia”, se lee en una de las mantas.
Rosa García, madre de Dulce Yalin González , desaparecida en San Fernando, Tamaulipas, vino a la marcha para exigir la aparición de su hija.
La mujer platica que ella y otras madres hicieron varios sacrificios para poder viajar a la CdMx e integrarse a la marcha. Para ella, dice, es una ofensa que el Presidente López Obrador diga que la marcha es un espectáculo mediático.
«No se vale que él diga que es un show, ¡ esto es un dolor!. Que me disculpe, pero como él no es víctima no está dentro de nuestro dolor”, dijo.
La marcha realizó otra parada en el anti monumento a los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala.
Melitón Ortega, padre de uno de los normalistas desaparecidos, recibió al contingente. “Hoy hace falta vincular las luchas de las víctimas. No podemos luchar de manera separada”, expresó.
El padre exhortó a las víctimas a no permitir “que ninguno que sea ajeno a la lucha, con otros intereses, a los conservadores del país y partidos políticos, derecha o izquierda, destruyan este esfuerzo”.
Destacó que lo único que buscan las víctimas es luchar por la verdad y justicia y “a que encontremos a cada uno de los desaparecidos tanto de Ayotzinapa como de ustedes”.
El contingente gritó los números hasta el 43, y nuevamente gritó diez veces “Paz, Verdad y Justicia” para los 43 estudiantes y los miles de desaparecidos del país.
Frente al Hemiciclo a Juárez, integrantes del colectivo Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos (FUNDEJ) esperaban la marcha.
“No están solos, Jalisco con ustedes. “¡México es una fosa!”, gritaban.
Madres e integrantes del colectivo se unieron al contingente al llegar la caminata.
Frente a Palacio Nacional hay un contingente de personas simpatizantes del Presidente gritaron: “Es un honor estar con Obrador», mientras los asistentes a la marcha se mantienen callados, levantando el puño cerrado en señal de silencio.
Los simpatizantes del Presidente gritan consignas contra los medios: “Vendidos, chayoteros , !fuera!, ¡fuera!»
“No caigan en provocaciones. No les hagan caso», gritan los organizadores de la marcha.