House of Gucci presenta una historia de ambición, traiciones, codicia y muchos problemas, y es que ¿qué puede salir mal en un negocio familiar? Muchas cosas, en especial cuando la codicia, el hambre de poder y el estatus de llevar un apellido se hacen presentes. Adam Driver realiza un gran trabajo como Maurizio, mientras que Patrizia, una joven ambiciosa es interpretada por Lady Gaga en un gran papel en el que se levanta como la «más Gucci».
Ciudad de México, 25 de noviembre (SinEmbargo).- Este fin de semana llega a las salsa de cine House of Gucci, la nueva cinta de Ridley Scott que reúne a un gran elenco: Lady Gaga, Adam Driver, Jared Leto, Jeremy Irons, Jack Huston, Salma Hayek y Al Pacino, para contar parte de la historia y específicamente, de la caída de la familia Gucci.
House of Gucci es una película inspirada en la historia de la familia detrás del imperio de la moda italiana. Patrizia Reggiani, una joven de origen humilde y de una familia con una empresa que en magnitud no se comparaba en nada a la de los Gucci, se casa con un miembro de la familia Gucci, su ambición desenfrenada comienza a desentrañar el legado familiar.
House of Gucci presenta una historia de ambición, traiciones, codicia y muchos problemas, y es que ¿qué puede salir mal en un negocio familiar? Muchas cosas, en especial cuando la codicia, el hambre de poder y el estatus de llevar un apellido se hacen presentes. La cinta recorre tres décadas del imperio Gucci, de la misma forma muestra principalmente a dos generaciones: la de los padres Aldo (interpretado por Al Pacino) y su hermano Rodolfo, a quien da vida el actor Jeremy Irons, esa generación que construye el imperio; y sus hijos Paolo, representado por Jared Leto, y Maurizio, personaje de Adam Driver, la generación que crece con los lujos y pareciera no valorarlos.
Adam Driver realiza un gran trabajo como Maurizio, durante la primera parte de la cinta muestra un lado tímido e introvertido que incluso cautiva, rechazando el apellido y siendo feliz con las cosas más sencillas, sin embargo, de la mano de su esposa Patrizia, una joven ambiciosa interpretada por Lady Gaga en un gran papel en el que se levanta como la «más Gucci» y hace todo por sacar adelante a la empresa (al menos como ella lo imaginaba) y conseguir estar en lo alto; Maurizio termina tomando las riendas (o intentándolo) y mostrando un lado más materialista, el del heredero de la dinastía con sed de poder pero con pocas herramientas de liderazgo, Adam Driver nos lleva por ese camino e incluso logra que el espectador pueda tener desagrado hacia las actitudes de su personaje.
Jared Leto interpreta a Paolo, acostumbrado a las transformaciones físicas, en esta ocasión el maquillaje y la caracterización lo llevan a personificar a un hombre extravagante e incomprendido y hasta poco valorado que busca diseñar y cambiar el estilo de las prendas, ideas que siempre son rechazadas hasta por su propio padre, pero quien siempre lo reconoce como su hijo a pesar del tumultuoso camino. De inicio parece que Paolo es una parodia o una especie de papel exagerado que realiza Leto y esto puede no agradar a muchos, sin embargo, es encantador y al mismo tiempo algo fuera de lo común que provoca risas y momentos divertidos, hasta te hace pensar si es que ese era el objetivo del director.
La cinta es exagerada en muchos aspectos para mostrar ese mundo ostentoso de los Gucci, inspirada en el libro The House of Gucci: A Sensational Story of Murder, Madness, Glamour, and Greed de Sara Gay Forden, nos lleva por una historia real pero al mismo tiempo pareciera estar haciendo una crítica burlesca de todo lo que rodeó a esta familia.
Mención especial tiene la producción, los peinados y el maquillaje que van mostrando el pasar del tiempo en cada personaje; además de la música que le da un toque especial y sin dudarlo hace mover los pies aunque uno esté sentado en la butaca. Visualmente, House of Gucci se disfruta mucho.
Como punto negativo, en una parte, la película trata de llevar al auditorio a un momento más dramático, en ese punto parece quedarse corta; otro es la duración ya que pasa de las dos horas y media, algo que puede no ser muy agradable para todos. El guion en ocasiones resulta flojo y parece que los actores batallan con sus diálogos, sin embargo, el director rescata y sabe llevar bien el ritmo de la cinta para no perder la atención.
House of Gucci tiene glamour, traición, drama, amor y un final que parece sacado de una novela, no obstante, todo está inspirado en una historia real. Para quienes gustan de las películas que tienen que ver con moda, esta es una cinta obligada, además de que cualquier persona sepa o no acerca de la familia Gucci puede verla y disfrutarla. Si se tiene la oportunidad, House of Gucci es una buena opción para disfrutarse y dejarse seducir por el mundo extravagante y la propuesta divertida de Ridley Scott.