Más personas están recibiendo prestaciones bajo programas: en la semana del 7 de noviembre, el número de beneficiarios del programa Asistencia al Desempleo por la Pandemia aumentó en 466 mil a 9.1 millones.
El gasto del consumidor creció sólo 0.5 por ciento en octubre, el aumento más bajo desde que empezó la pandemia en abril y una señal de que los estadounidenses permanecen cautelosos en medio del repunte del virus.
Por Paul Wiseman
Washington, 25 de noviembre (AP).- Los pedidos de prestaciones por desempleo en Estados Unidos aumentaron por segunda semana consecutiva a 778 mil , señal de que la economía y el mercado laboral sufren el rebrote del coronavirus y el tiempo frío acrecienta los riesgos.
El informe del Departamento de Trabajo el miércoles. Antes del brote del virus en marzo los reclamos semanales llegaban apenas a 225 mil. Subieron a 6.9 millones en marzo y luego cayeron, pero ocho meses después permanecen en niveles históricamente altos, ya que muchas empresas no pueden reabrir.
El aumento de los casos acrecienta las presiones sobre empresas e individuos, y crecen los temores de una “recesión de doble caída” a medida que estados y ciudades vuelven a imponer restricciones a los negocios.
El número total de personas que siguen recibiendo las prestaciones por desempleo tradicionales de los estados bajó a 6.1 millones comparado con 6.4 millones la semana anterior. Esa cifra ha estado bajando durante meses. Revela que más personas consiguen empleo y ya no requieren ayuda. Pero también indica que más personas sin empleo han dejado de recibir ayuda, que típicamente dura seis meses.
Más personas están recibiendo prestaciones bajo programas creados para paliar las penurias de la epidemia. En la semana del 7 de noviembre, el número de beneficiarios del programa Asistencia al Desempleo por la Pandemia —que cubre a trabajadores temporarios y otros que no reciben ayuda tradicional— aumentó en 466 mil a 9.1 millones.
GASTO DEL CONSUMIDOR SUBE 0.5%
Los consumidores de Estados Unidos aumentaron su gasto sólo 0.5 por ciento el mes pasado, el aumento más bajo desde que empezó la pandemia en abril y una señal de que los estadounidenses permanecen cautelosos en medio del repunte del virus.
El alza de octubre reportada el miércoles por el Departamento de Comercio siguió al aumento tras el ajuste estacional de 1.2 por ciento en septiembre. Esto indica que el gasto del consumidor, el principal impulsor de la economía estadounidense, está siendo inhibido por una economía débil y la falla del Congreso de proporcionar otro paquete de estímulo a individuos y comercios.
El reporte del gobierno también mostró que el ingreso, que ofrece el combustible para el gasto, cayó 0.7 por ciento en octubre.
Con la aceleración de nuevos casos de coronavirus en el país, muchos estados adoptan o consideran nuevas restricciones a los comercios. Las ventas en restaurantes y bares cayeron en octubre por primera vez en seis meses. Las visitas a restaurantes bajaron más este mes, según el proveedor de reservaciones OpenTable. La ocupación de hoteles disminuyó comparado con hace un mes. El gasto del consumidor con tarjetas de crédito se redujo la primera semana de noviembre comparado con el mes previo, según datos compilados por Opportunity Insights.
Los economistas advierten que el gasto del consumidor podría desplomarse más en el actual trimestre de octubre a diciembre y que muchos de los programas de estímulo del gobierno han expirado y el Congreso necesita renovar su apoyo.
BIENES DURADEROS: LEVE SUBIDA
Los pedidos de bienes manufacturados a las fábricas estadounidenses registraron un leve aumento en octubre que se debió en gran medida a los pertrechos militares.
Los bienes duraderos, artículos previstos para durar al menos tres años, aumentaron 1.3 por ciento en octubre, más de lo previsto, luego de un aumento de 2.1 por ciento en septiembre. Una categoría que rastrea los planes de inversión aumentó 0.7 por ciento en octubre después de aumentar 1.9 por ciento en septiembre.
El aumento en octubre provino principalmente de la categoría volátil de pedidos de la defensa, ya que la demanda de aviones militares creció 79.1 por ciento.
Los pedidos de aviones comerciales, golpeados por la caída del transporte aéreo debido a la pandemia, aumentaron 38.8 por ciento después de meses de debilidad. Los economistas esperan que la demanda siga aumentando ahora que Boeing logró la aprobación de los reguladores para su Max 737, que estaba suspendido después de dos caídas.
Los pedidos relativos al transporte en general aumentaron 1.2 por ciento ya que el sector sufrió un retroceso de 3.2 por ciento en los pedidos de vehículos a motor y repuestos.
Los economistas creen que las fábricas estadounidenses sufren un fuerte viento en contra con el aumento de los casos de coronavirus que podría ahogar la demanda en los próximos meses.
-Con información de Martin Crutsinger