Berlín, 25 nov (EFE).- El primer ministro francés, Manuel Valls, aboga en una entrevista concedida a una docena de diarios europeos por establecer un cupo máximo de refugiados en Europa ante la entrada masiva de peticionarios de asilo en la zona Schengen.
No obstante, el primer ministro socialista evitó criticar directamente la política de puertas abiertas que defiende la canciller alemana, Angela Merkel.
A su juicio, la respuesta europea a la crisis de los refugiados pasa por mejorar los controles en las fronteras exteriores de la zona Schengen y cooperar con Turquía, Líbano y Jordania, los países fronterizos con Siria, ya que este país árabe en guerra civil desde hace cuatro años es el mayor emisor de peticionarios de asilo.
Sobre la primera cuestión, Valls advierte que el control de las fronteras exteriores es «decisivo» para el futuro de la UE: «Si no lo hacemos, los ciudadanos nos dirán: ‘¡Basta ya de Europa!'».
En cuanto a la ayuda a los vecinos de Siria, el primer ministro indica que en lugar de seguir permitiendo un flujo «incontrolado» de inmigrantes, habría que encontrar «soluciones» para que Turquía, Líbano y Jordania, puedan acoger a aún más refugiados.
Otros periódicos europeos informan de la entrevista conjunta con Valls, con diferentes enfoques.
En Italia, el diario La Repubblica resalta que «rehusar el uso de la palabra guerra es una forma de negación de la realidad. Italia está amenazada por el terrorismo vista su posición estratégica en el centro del Mediterráneo».
Preguntado sobre si la respuesta de Roma tras los atentados del 13 de noviembre estuvo a la altura de la situación, Valls, que mantendrá el jueves en París un encuentro con el primer ministro Matteo Renzi, eludió contestar directamente y agregó: ¿Qué pasaría si dijera que no?».
El Financial Times destaca entre las palabras de Valls que Francia vivirá bajo la amenaza del terrorismo «durante varios años».
El político francés advirtió de que «los franceses tienen que prepararse para esta amenaza» y «tener en cuenta que probablemente habrá más atentados». Valls se comprometió a «aniquilar» al grupo islamista radical EI responsable de los ataques en París: «Es una guerra, no una guerra convencional, pero una guerra», afirmó.