México lidera junto a Estados Unidos y España el intercambio de pornografía infantil en todo el mundo. ¿Qué provoca que una sociedad como la nuestra caiga en esas prácticas?
Ciudad de México, 25 de octubre (SinEmbargo).- “Estados Unidos, España y México, por este orden, son los países que encabezaron en 2010 el intercambio de archivos susceptibles de contener pornografía infantil, según el informe sociológico presentado por la Fundación Alia2, dedicada a analizar y denunciar este fenómeno en internet. Los países con más archivos detectados y sospechosos de contener pornografía infantil fueron en 2010 los tres citados. Estados Unidos y México representaron el 79.5 por ciento del total de archivos encontrados durante los nueve meses que duró el estudio”, de acuerdo con reportes de prensa.
¿Qué está sucediendo en una sociedad como la mexicana, para que ocupe un importante lugar en el uso de archivos con contenidos de pornografía infantil? Es la pobreza, aunque no únicamente, la que afecta directamente a las familias y a los hijos menores de edad, la que en una gran parte está originando la pornografía infantil.
Una sociedad con carencias de todo tipo, tanto materiales, como psicológicas, desquicia principalmente al grupo más desprotegido: los niños y niñas que sin herramientas emocionales, sin familia o con familias ajenas a sus necesidades, sin escuelas, con trabajos forzosos en los cuales son explotados, con problemas de adicciones, etc. se ven expuestos al mercado de la prostitución y la pornografía infantil.
“En el caso americano el país con mayor intercambio de pornografía infantil fue EU, seguido de México y a mayor distancia, y en este orden Colombia, Uruguay, Argentina, Brasil, Venezuela y Perú. EU y México representaron también, según el informe, casi el 80 por ciento del contenido de archivos de pornografía infantil en todo el continente americano”.
Existe una gran diferencia en el uso de material pornográfico consentido entre adultos, cuyos participantes y usuarios son mayores de edad y aquella industria que emplea menores de edad que participan de manera impuesta en actos sexuales con mayores de edad.
La pornografía infantil significa sexualidad con y entre menores que no es consentida; es decir, explotación de infantes cuyas familias no tienen recursos para su defensa. Trata de menores que tiene que ver con pobreza con familias que han sido despojadas de los infantes o que bien los han vendido. La existencia de un sistema de mercado que emplea la pederastia como recurso central: los niños son víctimas de una profunda patología que termina con sus vidas. Las familias ven interrumpida abruptamente sus dinámicas de vida cuando pierden a los hijos e hijas, separados en la mayor de las ocasiones, por la vía de la violencia. Si México ocupa el tercer lugar en el intercambio de pornografía infantil, significa que vivimos como una sociedad profundamente trastornada cuyas severas patologías no son ni reconocidas y atendidas por las políticas públicas de educación y salud.
La red de pederastas ha tenido un significativo incremento, lo cual remite a la existencia de amplios grupos de población adulta masculina, de diferentes niveles socioeconómicos, en la búsqueda de niños y niñas. En una palabra, los infantes en nuestro país están indefensos y son objeto de todo tipo de crímenes. La pornografía infantil no sólo es violenta per se, sino que forma parte de las mafias y del crimen organizado – desorganizado, relacionado con estructuras de corrupción oficiales y autorizadas.
Los menores sobrevivientes de tales crímenes, tienen toda la probabilidad de convertirse en adultos extremadamente enfermos y trastornados. La violenta vida privada familiar y grupal en la actualidad, es sustento de la violencia pública que vivimos.