El «monstruo» de Insurgentes 1260 mantiene en la zozobra a la gente. Autoridades descartan que existan riesgos estructurales en el edificio, sin embargo, los habitantes de ese lugar y de zonas aledañas no están seguros de que sea así.
Dekah Inmobiliaria, fundada por Simón Neumann Landenzon, titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Ciudad de México (Seduvi) hasta el año 2014, se encargó de comercializar los departamentos y en comunicado apunta que «es una empresa dedicada a la venta/comercialización de inmuebles y NO al desarrollo de proyectos ni a la construcción de los mismos».
“No tenemos ningún documento escrito. Tenemos versiones verbales, entre ellas autoridades federales, el 20 (de septiembre) entraron al edifico. Dicen que no hay daño estructural, sólo está dañadas las cubiertas, pero queda la inquietud’’, dice la señora Rosa.
Ciudad de México, 25 de septiembre (SinEmbargo).- Era 19 de septiembre. Los doce pisos del nuevo edificio que comercializó Dekah Inmobiliaria, en la delegación Gustavo A. Madero, se agitaron. Sus habitantes salieron ilesos físicamente, sin embargo, aún hay dudas sobre su inversión económica, pues la estructura sufrió daños y los peritajes son de palabra, pero no de papel.
Durante la última semana, autoridades, incluido el jefe delegacional, Víctor Hugo Lobo Román, visitaron el condominio ubicado en el número 1260 de la avenida Insurgentes Norte. Sus respuestas: Todo está bien, sólo hay daños superficiales.
El anuncio significa que arreglarán las lesiones que sufrieron los muros, los cuales “se desprenderán’’ y, luego, la gente tendrá que volver al “monstruo’’.
El inmueble fue vendido por Dekah inmobiliaria, que ofrece propiedades con “diversas amenidades’’: “Roof Garden, áreas de juegos Infantiles, asadores, alberca, gimnasio; además de beneficios como elevadores, seguridad integral, acabados de primera calidad’’, de acuerdo a su propia información.
En un comunicado, Dekah Inmobiliaria se deslindó del levantamiento del edificio y aseguró que «es una empresa dedicada a la venta/comercialización de inmuebles y NO al desarrollo de proyectos ni a la construcción de los mismos»’.
Agregó que «a lo largo de 14 años hemos comercializado más de 68 condominios que representan aproximadamente cuatro mil quinientas unidades entregadas, entre las que se encuentran las del desarrollo mencionado con anterioridad [el de Insurgentes Norte 1260], cuyos constructores contrataron a Dekah inmobiliaria para promover la venta e intermediación de los 165 departamentos que lo conforman».
Finalmente, la empresa informó que ofrecerá de manera gratuita «a sus clientes y actuales propietarios del condominio afectados servicios de asesoría legal, técnica e inmobiliaria».
SinEmbargo intentó comunicarse con la empresa para que aclarara la identidad de los constructores del edificio, pero hasta el cierre de este texto no tuvo éxito.
La empresa se fundó en 2003 por Simón Neumann Landenzon, titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Ciudad de México (Seduvi) hasta el año 2014.
La administración de Miguel Ángel Mancera es acusada por comités vecinales de permitir de manera indiscriminada la construcción de complejos inmobiliarios.
MILLONES DE PESOS, EN RIESGO
Paulina López invirtió un millón 300 mil pesos en un departamento, que aún paga. Eran nuevos: cuatro años de construcción, tres de inaugurados. Ahora, la joven saca cosas y se marcha, “más tranquila’’ por la información que compartieron los responsables. Sin embargo, no sabe en qué momento podrá volver.
Por lo pronto, la mujer esperará en casa de su familia, pues, dice, el inmueble no es habitable. “Se le tienen que hacer reparaciones. No sé sabe cuánto tiempo va a tardar. Los servicios están suspendidos, el gas y el agua’’, contó.
El edificio de 12 niveles “se movió horrible y tronó super feo. Se iba para todos lados. Para allá (señaló la Calzada), para allá (indicó las unidades)’’, narró Josué González Rodríguez.
“Dicen que nada más se van a caer las paredes extras. Es lo que se va a botar, pero que está habitable, lo cual yo no creo que sea cierto porque hay mucha gente que ha sacado sus cosas’’, apunta el joven, quien vive en una unidad a la que el edificio le tapa el sol.
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¿ACORDONAMIENTO DE MENTIRAS?
A casi una semana del sismo de 7.1 grados que golpeó a México, la zona, en la colonia Capultitlán, permanece acordonada y resguardada por policías. La entrada a la estación del Metro Potrero, de la Línea 3, está cerrada y los puestos ambulantes que se hallaban en la banqueta de enfrente, tuvieron que mudarse.
“Hay versiones encontradas: unos dicen que está bien, otros que se caerá, otros que tendrá que ser demolido. Mi temor eran mis hermanitos, pero ya andan en Querétaro. Vecinos piden que se tire, se reconstruya y se recorte a 8 pisos. Sigue estando grande, pero ya no es tan fuerte el trancazo ¿no? Si tú ves esa torre, se ve más inclinada hacia el Oxxo, las otras están normal’’, narra a este diario digital otro habitante de la zona.
Doña Rosa vive en la planta baja de la unidad junto al edificio, y las noches han sido difíciles, pues todo el peso podría caer sobre su hogar.
“No tenemos ningún documento escrito. Tenemos versiones verbales, entre ellas autoridades federales. El 20 (de septiembre fueron a la zona) entraron al edifico. Dicen que no hay daño estructural, sólo está dañadas las cubiertas, pero queda la inquietud’’, señala.
Ella, como afectada indirecta de la construcción de 12 pisos, pide a las autoridades que se apuren, pues “hay daño emocional, psicológico. Hay falsos rumores que se propagan por la comunidad y se vive en constante angustia’’.
“No hay seguridad de decir hoy se va a caer, pero sabemos que las placas tectónicas se siguen moviendo y esto nos implica miedo’’, agrega.
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