París, 25 sep (EFE).- La ministra francesa de Ecología, Ségolène Royal, indicó hoy que las pruebas aleatorias que ha encargado para verificar que los coches de los fabricantes franceses no llevan dispositivos de trucaje como los Volkswagen empezarán la semana próxima.
«Tienen que probar que no hay ningún dispositivo de fraude que equipa sus coches, y yo les creo», dijo, pero «hay que restablecer la confianza» y eso es lo que justifica estas pruebas, argumentó.
La ministra señaló que el escándalo destapado en Volkswagen «es un fraude intolerable» para los compradores de los coches, que pagan mucho dinero por unos coches que no son como se anuncian, porque «la contaminación atmosférica es una plaga» y porque los coches presentados como «limpios» se benefician de subvenciones públicas.
Royal confirmó que hay una investigación judicial en marcha tras las denuncias que se han presentado y precisó que las autoridades alemanas no le habían informado.
Preguntada sobre la posibilidad de prohibir los vehículos diésel, respondió que «hay que ser serios» y que no se pueden tratar cuestiones como ésta con «eslóganes ideológicos, en contra de los intereses franceses».
Se trata de una alusión a que PSA Peugeot Citroen y Renault están entre los fabricantes que más han apostado por los vehículos con motores de gasóleo.
Recordó que más de la mitad de las ventas actuales son coches con motores diésel y consideró que lo que hay que hacer es «no dar más ventajas a los motores diésel, es evidente (…) e invertir masivamente en el coche eléctrico».
Por otro lado, Royal avanzó que el miércoles de la semana próxima presentará en Consejo de Ministros nuevas reglas para la puesta en marcha de restricciones de circulación en las ciudades, dentro de las medidas para luchar contra la contaminación del aire, en particular en momentos de picos de polución.
De acuerdo con esas normas, los alcaldes podrán establecer zonas de circulación restringida, así como pedir a los prefectos (delegados del Gobierno) que se limite la circulación de los vehículos más contaminantes, en virtud de los certificados que ya se pueden bajar de internet los propietarios de coches.
