Krestina, Angelina y Maria Khachaturyan han estado detenidas o bajo arresto domiciliario desde julio de 2018. En aquel entonces contaban con 17, 18 y 19 años respectivamente. Luego del asesinato, las jóvenes podrían pasar de ocho a 20 años en prisión «por conspiración para asesinar en grupo».
Ciudad de México, 25 de agosto (SinEmbargo).- María, Krestina y Angelina mataron a su padre en 2018. ¿El motivo?, abusaba de ellas. Las tres hermanas fueron acusadas de asesinato por las autoridades rusas. El caso ha despertado la indignación de la sociedad de aquel país y se ha convertido en uno de los más polémicos.
¿Pero cómo ocurrieron los hechos? El 27 de julio de 2018, Mijail Khachaturya, nombre del padre, llamó a sus hijas, una por una, a su habitación. Las regañó por no limpiar adecuadamente sus dormitorios. Además del maltrató psicológico, las rocío con gas pimienta.
Después del regaño de aquél día, las hermanas aprovecharon un momento en que el hombre se quedó dormido y lo mataron. La policía encontró 30 heridas en el cuerpo del sujeto.
Las jóvenes llamaron a la policía y fueron detenidas inmediatamente. Después se descubrió la amarga historia. Mijail llevaba años abusando de sus hijas, incluso sexualmente. Además las torturaba y, en los hechos, eran sus esclavas.
Krestina, Angelina y Maria Khachaturyan han estado detenidas o bajo arresto domiciliario desde julio de 2018. En aquel entonces contaban con 17, 18 y 19 años respectivamente. Luego del asesinato, las jóvenes podrían pasar de ocho a 20 años en prisión «por conspiración para asesinar en grupo». El juicio estaría programado para finales de este mes.
Sin embargo, una pequeña luz ilumina a las hermanas, pues sus abogados y activistas dicen que las adolescentes se vieron forzadas a arrebatar la vida de su propio padre para salvar las propias, señalando las pobres protecciones legales vigentes para las víctimas de abuso en un país donde los castigos por violencia doméstica se han reducido en los últimos años.
Por su parte, defensoras de los derechos de las mujeres insisten en que las autoridades deberían proporcionar rehabilitación psicológica a las jóvenes en vez de condenarlas a prisión, además exigen que el padre sea juzgado póstumamente.
Las hermanas Khachaturyan fueron golpeadas «prácticamente todos los días» por su padre, que también abusaba sexualmente de ellas, explicó el abogado Alexey Liptser a medios. «En una oportunidad hasta les disparó con una pistola de aire comprimido», argumentó.
Un vecino y un pariente de las jóvenes habían informado de la violencia, a la policía; pero sus acusaciones no se tomaron en serio.
Más de 160 mil personas han firmado una petición en línea para liberar a las hermanas, y los activistas han realizado pequeñas protestas fuera de la Corte donde se han llevado a cabo las audiencias previas al juicio.
«Las niñas vivían en el infierno», comentó la activista Anna Rivina, que dirige un centro que ofrece asistencia jurídica gratuita a las víctimas de violencia doméstica.
«Salvaron sus vidas de esa manera, porque sabían que no habría ayuda de nadie, ni de la policía, ni de los vecinos, ni de los maestros», dijo. «El abuso doméstico contra las mujeres no es reconocido por el Estado, no hay un mecanismo legal para proteger a estas personas.» agregó.
En Rusia, la violencia doméstica pocas veces se discute públicamente, y los defensores de los derechos humanos dicen que la Policía a menudo ignora las denuncias. «En cambio, las mujeres que cometen violencia mientras se protegen de un abusador se enfrentan a fuertes penas de cárcel», argumentaron activistas.