La Conferencia del Episcopado Mexicano informó que un artefacto explosivo estalló en el acceso del edificio sede, ubicado en la Ciudad de México, lo que causó daños materiales a la puerta principal. Monseñor Ramón Castro escribió a través de su cuenta de Twitter que el ataque fue con bomba molotv de tres cilindros y agregó que “eso refleja la situación de México”.
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Ciudad de México, 25 de julio (SinEmbargo).– La Conferencia del Episcopado Mexicano(CEM) dio a conocer hoy que un artefacto explosivo fue colocado en su sede en la capital mexicana, y dijo que no es la primera vez.
De acuerdo con la información difundida por la asamblea de los obispos católicos y órgano ejecutivo del Consejo de Presidencia, el ataque a sus instalaciones causó daños materiales a la puerta principal, pero no afectó personas.
La sede del CEM está en la Avenida Prolongación Misterios Número 26, en la colonia Tepeyac Insurgentes. Esto es hacia el norte de la Ciudad de México.
En el comunicado difundido por redes sociales, la Conferencia del Episcopado Mexicano dijo que la detonación ocurrió alrededor de las 1:50 horas.
El Episcopado agregó que se están realizando las averiguaciones pertinentes. También denunció que no se trata de un hecho aislado, pues en otras ocaciones se han sufrido atentados, aunque no especificó si con instrumentos explosivos.
Monseñor Ramón Castro escribió a través de su cuenta de Twitter que el ataque fue con bomba molotov de tres cilindros y agregó que “eso refleja la situación de México”.
Más tarde, Alfonso Miranda Guardiola, secretario general de la CEM, señaló en conferencia de prensa que la Conferencia no había tenido ninguna advertencia previa a la explosión ni tampoco ha recibido llamada alguna para tomar la responsabilidad de la misma.
«No tuvimos ningún aviso antes ni nadie se ha adjudicado este atentado; desconocemos que haya alguna razón por la que alguien haya puesto un artefacto», dijo Miranda al señalar que espera que este estallido «sea el primero y último».
Confirmó que el estallido rompió los vidrios de la puerta principal y provocó que ésta quedara abierta, aunque no se registraron más daños ni víctimas dada la hora del suceso.
«Al escucharla en toda su amplitud, la persona que vive en el primer piso fue la que cerró la puerta, porque el artefacto alcanzó a romper los vidrios y a abrirla», explicó Miranda.
Precisó que tras revisar los vídeos de seguridad se ha podido observar que una persona colocó una bolsa en la puerta de entrada y encendió un cigarrillo que metió en la misma bolsa, tras de lo cual se registró la explosión.
Miranda señaló que la CEM ha notificado de la explosión a su presidente, el cardenal Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara (oeste de México); al nuncio apostólico, Franco Coppola, y a la Secretaría de Gobernación (Interior) de México, además de presentar la denuncia formal a los niveles local y federal.
Indicó que las autoridades de Ciudad de México y de la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) acudieron a la sede de la CEM para comenzar las investigaciones.
El secretario general destacó que la explosión no ha sido «el único evento en la zona» ni en la Ciudad de México y reconoció que las autoridades han expresado su total disposición para esclarecer el caso.
Hizo un llamado «a la serenidad y a la construcción de la paz» y reiteró que la postura de la CEM es sumarse a los diversos sectores del país para favorecer la reconstrucción del tejido social.
La Secretaría de Gobernación condenó en un boletín los hechos ocurridos en la CEM y expresó su «solidaridad y apoyo a las autoridades eclesiásticas», así como «su compromiso para coadyuvar en las investigaciones que las autoridades correspondientes realicen para esclarecer los hechos y, en su caso, capturar a los responsables».
A su vez, la Procuraduría de Justicia (fiscalía) de Ciudad de México indicó que personal de la Fiscalía Desconcentrada de Investigación dio inicio a las pesquisas con motivo de los daños materiales en la sede del Episcopado Mexicano derivados «de la explosión de un artefacto de manufacturación casera».
Señaló que peritos en criminalística, fotografía, incendios y explosivos están en el sitio para recolectar y procesar las evidencias, mientras elementos de la Policía de Investigación realizan el análisis de las cámaras de seguridad del inmueble, así como de las de videovigilancia de la capital.
«Una vez concluida la práctica de las primeras diligencias se dará la intervención a la Procuraduría General de la República», acotó.
Junio se convirtió en el mes más violento de la administración de Enrique Peña Nieto con 2 mil 234 homicidios dolosos registrados ante el Ministerio Público, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
La sede de la Conferencia Episcopal Mexicana ha sufrido un atentado con bomba molotv de 3 cilindros.Creo que eso refleja la situación de Mex pic.twitter.com/YTtPq3HoBJ
— Mons. Ramón Castro (@MonsRamonCastro) 25 de julio de 2017
El sexto mes de 2017 también se posicionó como el más sangriento de los últimos 20 años, lapso en que el Secretariado comenzó a realizar estadísticas de la incidencia delictiva registrada en los estados de la República Mexicana.
La inseguridad también ha escalado a los grupos religiosos ubicando a México como el país latinoamericano más peligroso para ejercer el ministerio sacerdotal. En lo que va del sexenio de Enrique Peña Nieto 15 curas fueron asesinados, de acuerdo con el informe 2016 del Centro Católico Multimedial.
El documento “Tragedia y crisol del sacerdocio en México” precisó que de 2012 a 2016 se registraron en total 25 atentados contra miembros de la Iglesia católica. En 15 de esos casos fueron asesinados los sacerdotes, aparte del homicidio de un seminarista y cinco laicos católicos, además de la desaparición de dos presbíteros y el secuestro frustrado de dos sacerdotes ya mencionados.
De ahí que “los crímenes de odio se han incrementado alarmantemente en el presente gobierno”, puesto que aumentaron 80 por ciento en este cuarto año de la administración de Peña, en comparación con el mismo año del sexenio de Felipe Calderón.
De continuar esa tendencia –advirtió el informe–, en este sexenio pueden incrementarse en 100 por ciento los crímenes de odio contra sacerdotes en comparación con el gobierno panista.
También señaló que Guerrero, la Ciudad de México, Veracruz y Michoacán son las entidades más peligrosas para los sacerdotes.
-Con información de EFE