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La primera temporada comienza con una visión en un espejo de Anna matando a su madre, Lilly, cuando era una adolescente, mientras su padre Thomas intenta detenerla.
Madrid, 25 de junio (EuropaPress) .- La historia de Curon , la inquietante nueva serie de terror que triunfa estos días en Netflix , está repleta de indescifrables misterios y leyendas malditas que, inspiradas en un enclave real, son producto de la mente de sus guionistas y, en mucha menor medida, del folklore. El pequeño pueblo italiano cuyo campanario asoma sobre las aguas de un lago esconde terribles misterios, que los siete primeros episodios solo dejan entrever.
Cuando la familia protagonista de Curon regresa al pueblo natal de Anna (Valeria Bilello), su padre y patriarca de la familia Raina, Thomas, no quiere a la familia de vuelta por razones misteriosas. Al parecer, su hotel está embrujado. Pero conforme la trama avanza, el espectador se da cuenta de que no solo los protagonistas están malditos, sino que toda la ciudad esconde una oscura historia.
La primera temporada comienza con una visión en un espejo de Anna matando a su madre, Lilly, cuando era una adolescente, mientras su padre Thomas intenta detenerla. Luego la trama avanza en el tiempo hasta que la familia está regresando a Curón años más tarde, dando la impresión de que la visión del espejo era una pesadilla, tal vez causada por el estrés post traumático derivado de su relación con su ex marido.
Pero cuando Anna desaparece, los gemelos descubren la leyenda local sobre el campanario del lago. Cuenta la historia que cuando alguien oye las campañas, significa que está marcado para una muerte temprana. Al principio los jóvenes se encuentran escépticos, pero todo se complica cuando se producen muertes sucesivas en el pequeño pueblo.
En el caso de Lucas, el joven enamorado de Miki, la maldición se hace completamente corpórea cuando una sombra emerge del lago para matarlo tras escuchar las campañas. Sin embargo, antes de que Lucas muera y sea reemplazado por su sombra, confesó a Mauro que la maldición del campanario está vinculada a la invasión nazi de Italia.
Aparentemente, durante la guerra, Curón estaba en la facción de Austria, y cuando lucharon contra los soldados nazis, los pocos que sobrevivieron se quedarían en la ciudad. Lucas también revela que Thomas odia a la familia protagonista porque en el pasado fueron quienes construyeron la presa, haciendo que el pequeño pueblo quedase inundado dejando solo visible el campanario de la torre.
RITUALES NAZIS Y DOPPELGÄNGERS
Años más tarde, los descendientes alemanes, en especial Ober, siguen odiando a los italianos, y realizan rituales oscuros en adoración a unos seres parecidos a Krampus. Es esta magia oscura la que hace que los doppelgängers se levanten en el lago, persiguiendo a los habitantes de Curon por sus pecados del pasado, especialmente a la familia de Thomas.
La misión de protocolos dobles es reemplazar a los habitantes de la ciudad, para que posteriormente se destruya entre sí y dejen el pueblo vacío para una segunda ocupación alemana. La maldición de Curón se convertirá así en un plan elaborado nazi para recuperar la ciudad, con Ober indicando que «se acerca una purga y el sueño se completará».
Lo que no saben los alemanes es que la maldición también puede afectar a sus descendientes. Pero eso es un tema que será tratado en la segunda temporada de Curón.
