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Trump se va quedando solo: la cúpula empresarial con la que arrancó se levanta de su mesa

25/06/2017 - 1:00 pm

Las posturas del Presidente Donald Trump sobre algunos temas, así como el caos que reina dentro de su gabinete, ponen entre la espada y la pared a los principales empresarios de Estados Unidos. Prueba de ello fue la decisión de Elon Musk, consejero delegado de Tesla Motors, o su homólogo en The Walt Disney Company, Bob Iger, de abandonar el consejo de empresarios del mandatario republicano como señal de protesta contra la salida del compromiso medioambiental al que sí se aferran el resto de potencias económicas mundiales.

Por José Luis de Aro

Ciudad de México/Nueva York, 25 de junio (SinEmbargo/EconomíaHoy).– «Acabo de aterrizar desde China, intento ponerme al día… ¿cómo fue la semana de la infraestructura?», tuiteaba con tono irónico el pasado 9 de junio Lloyd Blankfein, consejero delegado de Goldman Sachs. Un mensaje cargado de intenciones, especialmente cuando el capitán del banco en el que han militado el actual Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, el estratega jefe de la Casa Blanca, Steve Bannon, o el director del Consejo Económico Nacional, Gary Cohn, aprovechó su tuit anterior para alabar las obras de infraestructura de Pekín.

Una simple anécdota que evidencia cómo la sintonía entre la nueva administración y la cúpula corporativa del país comienza a enfriarse a medida que la agenda económica del Presidente Donald Trump se encuentra secuestrada legislativamente en el Capitolio y mientras la sombra de Rusia o decisiones como retirar a Estados Unidos del acuerdo climático de París frustran a las multinacionales patrias.

Prueba de ello fue la decisión de Elon Musk, consejero delegado de Tesla Motors, o su homólogo en The Walt Disney Company, Bob Iger, de abandonar el consejo de empresarios del mandatario republicano como señal de protesta contra la salida del compromiso medioambiental al que sí se aferran el resto de potencias económicas mundiales. Y es que las posturas de Trump, así como el caos que reina dentro de su gabinete, ponen entre la espada y la pared a los principales directivos del país.

DIÁLOGO CON TRUMP, UN ARMA DE DOBLE FILO 

Este lunes está previsto que los consejeros delegados de grandes tecnológicas, como Jeff Bezos, de Amazon, Safra Catz, de Oracle, Ginny Rometty, de IBM o el propio Tim Cook, de Apple, acudan a la Casa Blanca en un encuentro orquestado por Jared Kushner, asesor y yerno de Trump. Precisamente el capitán de la de Cupertino resaltaba en una entrevista con Bloomberg las profundas diferencias en áreas como la inmigración y el medio ambiente. «Son dramáticamente distintas», indicó señalando su responsabilidad como americano y como empresario de tratar de influenciar la agenda del republicano.

Sin embargo, incluso acudir a esta clase de reuniones se ha convertido en un arma de doble filo que amenaza la imagen de estas compañías. Maciej Ceglowski, fundador de Tech Solidarity, pedía a los consumidores que boicoteen esta comitiva, ya que «hemos aprendido que no hay una forma clara y transparente de negociar con la administración Trump». De ahí, que según se desarrolle el encuentro, cuyo objetivo es hablar de cómo transformar y modernizar los servicios de información tecnológica del Gobierno, se podrá tomar el pulso sobre las relaciones entre el Despacho Oval y Silicon Valley.

De momento, sin avances aparentes en la prometida reforma fiscal -que busca rebajar el impuesto de sociedades hasta el 15 por ciento y fomentar la repatriación de beneficios en el extranjero-, una inversión en infraestructura que tiene vistas de conseguir pasar el escrutinio de los legisladores y la propuesta de salud estancada en la Cámara Alta, los directivos de grandes multinacionales miden al milímetro sus interacciones con un Presidente impopular y controvertido.

LAS CAUSAS DEL DISTANCIAMIENTO

Al parón legislativo de sus propuestas estrella en materia económica y con la necesidad todavía de aprobar un presupuesto, así como elevar el límite de endeudamiento del país para evitar un cese de la operaciones federales, hay que añadir decisiones polémicas como decretos para instaurar un veto migratorio a ciudadanos procedentes de países de mayoría musulmana, ambos cancelados por los tribunales, los continuos arrebatos vía Twitter del Comandante en Jefe, así como las investigaciones relacionadas con Rusia y la posible obstrucción a la justicia.

A todo ello habría que sumar las rencillas entre los propios miembros de la administración Trump, donde las facciones más populistas, como la liderada por Bannon o Reince Priebius, su jefe de gabinete, se enfrentan al tono moderado de Cohn, Kushner, Dina Powell, subdirectora del consejo de seguridad nacional, y la propia hija del Presidente, Ivanka.

El distanciamiento entre Trump y la comunidad empresarial quedó patente en la encuesta publicada la semana pasada por la Cumbre de Consejeros Delegados que organiza la Universidad de Yale. Este evento llegó acompañado de un sondeo donde el 50 por ciento de los 125 directivos, empresarios y académicos que participaron en el mismo dieron un suspenso al Presidente en sus primeros 130 días al frente de la primera economía mundial. Un 21 por ciento de los entrevistados otorgaron un aprobado raspado y solo un 1 por ciento otorgaron un sobresaliente al republicano.

Jeffrey Sonnenfeld, profesor de la Escuela de Administración de Yale, organizador de la cumbre, fue claro al determinar la conclusión del estudio. «Los empresarios piden que el Presidente deje de tuitear al azar a las 3 de la madrugada y evite las distracciones innecesarias que desvían su agenda».

Aquellos que le defienden alegan que la mayor parte de directivos que han decidido distanciarse de la Administración son demócratas procedentes de estados dominados por este partido e insisten en que el distanciamiento por parte de algunos ejecutivos pueden beneficiar a Trump, ya que su base de votantes demoniza a los colosos bancarios como Goldman Sachs.

Coincidencia o no, también es importante destacar que algunos de los consejeros delegados clave que forman parte del consejo sobre la industria manufacturera del Presidente han sido o serán relevados en sus compañías. La semana pasada, General Electric anunció la próxima retirada de su capitán Jeff Immelt. El pasado mes, Ford Motor confirmó el reemplazo de su CEO, Mark Fields, mientras que en abril, el capitán de Arconic, Klaus Kleinfeld, dimitió de su puesto.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE ECONOMÍAHOY. Ver ORIGINAL aquí. Prohibida su reproducción.

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