Considerada la banda de rock latinoamericana más influyente de las últimas décadas, un álbum en vivo que incluye un recorrido por sus mayores éxitos más dos temas inéditos, todos re-versionados en un formato acústico.
Ciudad de México, 25 de mayo (SinEmbargo).- La trayectoria de Babasónicos es un reflejo de una obra hecha a conciencia, durante más de dos décadas, en las que la agrupación liderada por Adrián Dargelos supo imponer un estilo un tanto resistido al principio y hoy ampliamente aceptado: el estilo “babas”, de rock urbano, sentimental, cursi, entre el sudor y las pegatinas del “new romantic” y las esencias primordiales de la más rancia electrónica.
Para la gran banda argentina ha llegado así el momento del balance y el 20 de mayo ha lanzado su disco en todo el continente con el título Impuesto de fe, editado por Sony Music para su colección “Desde adentro”.
Se trata de un concierto grabado en noviembre pasado en los estudios mexicanos Quarry, con el que la agrupación fundada en Buenos Aires en 1991, revierte, convierte y recrea su repertorio, en un formato sonoro inventado para la ocasión, donde las canciones abandonan su envase y toman otro de un gran repertorio de disfraces musicales, a cargo sin duda de virtuosos instrumentistas.
“El colmo”, “Sin mi diablo”, “Natural, “Puesto”, “Muñeco”, “Coralcaza” y “Deléctrico”, entre otros, se engarzan para formar un gran colchón sonoro por medio del cual Babasónicos cuenta su historia mirando hacia el futuro.
Si uno pudiera contar hacia el porvenir, narrar aquello que todavía no ha pasado, eso es sin duda Impuesto de fe, para una banda que lleva mucho en las alforjas, pero más guarda en las estrellas, en los sueños, en lo que vendrá.
“Zumba”, “Yoli”, “Viva Satana”, “Vampi”, “La rocha”, “El maestro”, “Rubí”, “Putita” y “Su ciervo” completan un repertorio que aun visitado en grandes franjas, siempre queda a deber, tantas son las canciones “babas”, reflejo de una compulsión compositora que ha dado un color diferente a cada uno de sus discos.
Así, dicho arcoíris babasónico ha pintado sus figuras en un documental especialmente transmitido por HBO el pasado 20, cuando se publicó el disco y que hoy se repite en diferentes horarios de la pantalla, en una propuesta audiovisual que testimonia la madurez de la banda.
“El tono no es acústico, pero de alguna forma es orgánico; no hay mucha electricidad, pero la palabra acústico conlleva como una desilusión. Es como una relectura de nuestras canciones en esta forma, tratando de salir de la zona de comodidad de todos”, dijo el guitarrista Mariano Roger al periodista y biógrafo de la banda, Roque Casciero, para su sitio El silencio.
La publicación del disco llevará a Babasónicos a presentarse en teatros de toda América Latina, con más de 40 shows ya confirmados y otros por venir, en una gira que comenzará el 10 de junio en el teatro Ópera de Buenos Aires.
Para celebrar los 25 años de carrera, durante este año también se editarán por primera vez en vinilo sus cinco primeros discos (Pasto, Trance Zomba, Dopádromo, Babasónica y Miami).
También se publicarán los libros Arrogante rock, de Roque Casciero, y uno de fotografías a cargo de Martín Bonetto.
Durante más de dos décadas, Babasonicos se ha encargado de desestabilizar el rock en Latinoamérica. Pocas bandas han logrado que canciones tan incorrectas se conviertan en éxitos radiales y que estadios enteros en toda la región, canten verdaderas barrabasadas como si se trataran de dulces e inofensivas melodías pop.
Con determinación, talento e inteligencia, el grupo ha conseguido sostener una trayectoria ascendente, desde los sótanos en los que se gestó el nuevo rock argentino de los ‘90 hasta ámbitos que albergan a decenas de miles de personas. “Y en el éxtasis del flash”, se las arregló para tocar de manera inconfundible a cada uno de los que se cruzó con su influjo.