Ciudad de México, 25 de mayo (SinEmbargo).– Como un “error” en la Gaceta Oficial del Distrito Federal calificó Adrián Michel Espino, quien fuera secretario particular de Marcelo Ebrard Casaubón y luego Oficial Mayor durante su gestión como Jefe de Gobierno capitalino, la aparición de la casa de Río de Janeiro 46, en la colonia Roma, como propiedad del extinto Departamento del Distrito Federal.
El pasado lunes 18, el diario Milenio publicó que dicho inmueble pertenecía al gobierno capitalino y que en 2011 lo había vendido por un precio mucho menor a su valor, y posteriormente éste había sido adquirido por la Constructora Enalser y es la casa en la que actualmente vive el ex Jefe de Gobierno.
Ebrard Casaubón respondió a la información publicada asegurando que el inmueble nunca había formado parte del patrimonio del gobierno capitalino, debido a que nunca se había finiquitado el proceso de compra al periodista Jorge Saldaña Hernández, que comenzó en 1987.
Pero un día después el diario publicó que en la edición del 6 de junio de 1988 de la Gaceta Oficial del entonces Departamento del Distrito Federal se estableció que dicho inmueble sería prestado a la Academia Mexicana de Arquitectura para que fuera su sede, a través de un permiso administrativo, temporal, revocable y gratuito.
El permiso se concedía bajo el argumento de que “entre los inmuebles del Departamento del Distrito Federal se encuentra el ubicado en Plaza Río de Janeiro No. 46, Colonia Roma, Delegación Cuauhtémoc, D.F.”.
Al respecto, Michel Espino dijo a SinEmbargo que la aparición de esa información en la Gaceta Oficial –el órgano del gobierno capitalino en el que se publican los documentos emanados de sus instancias gubernamentales– era un “error” porque no especificaba que para ese momento la propiedad estaba en proceso de adquisición.
De acuerdo con Michel Espino, cuando en un permiso se establece que un inmueble es propiedad del Gobierno capitalino, se tiene que acreditar la propiedad con un instrumento oficial previo, que puede ser una escritura pública o un decreto de expropiación. Es decir, según el ex Oficial Mayor, que la publicación del permiso en la Gaceta no era suficiente para acreditar que el inmueble pertenecía al gobierno.
Para probar su punto, Michel Espino proporcionó a este medio una copia de la edición del Diario Oficial de la Federación del 6 de octubre de 1988, en la que también se publicó el otorgamiento de un permiso administrativo, temporal, revocable y gratuito en un inmueble propiedad del entonces Departamento del Distrito Federal. Se trataba de un permiso a la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez para establecer una sala de exhibiciones temporales, biblioteca y talleres en el inmueble ubicado en la calle de Topacio 4, colonia Centro, delegación Cuauhtémoc.
En el segundo considerando de dicho permiso se lee que el inmueble se encuentra entre las propiedades del Departamento del Distrito Federal (hoy Gobierno del Distrito Federal), y se especifica que dicha propiedad “consta en el Decreto de Expropiación de fecha 10 de octubre de 1985 y publicado en el Diario Oficial de la Federación el 23 de octubre del mismo año”.
Con este ejemplo, Michel Espino defendió su argumento de que en la Gaceta Oficial presentada por Milenio existía un error, pues no se hacía referencia a ningún instrumento legal para comprobar la propiedad del inmueble.
Se trataría de un error que se mantiene vigente, pues nunca fue corregido. Antes bien, habría sido replicado en otro documento expedido por la Oficialía Mayor del Distrito Federal años más tarde.
Y es que además de la Gaceta Oficial, Milenio también presentó como prueba de la propiedad del inmueble por parte del gobierno un oficio emitido por la Oficialía Mayor el 18 de octubre de 2007. Dicho oficio forma parte del expediente de una solicitud de información hecha por un ciudadano respecto a la propiedad del inmueble de Río de Janeiro 46. En éste, se hace referencia a la edición del 6 de junio de 1988 de la Gaceta Oficial para probar que la casa pertenecía al Gobierno del Distrito Federal. Pero a decir de Michel Espino, la Oficialía Mayor sólo habría replicado el error inicial, y al no aportar ninguna otra referencia sobre la propiedad del inmueble, significa que no la tendría.
Sin embargo, en el expediente RR.508/2007 que se generó por la petición de información, se hace referencia a una solicitud de información previa en la que se pedía copia del contrato de compraventa del inmueble y se preguntaba si el gobierno capitalino tenía interés en adquirirlo.
En su respuesta, entregada a través del oficio OM/476/07, el entonces director general de Patrimonio Inmobiliario, César David Hernández Pérez, respondió: “Se le informa que el inmueble que refiere ya es propiedad del Distrito Federal”, sin aportar más datos al respecto.
LA VENTA QUE NUNCA FUE
Tras lo publicado por Milenio, tanto Ebrard Casaubón como Michel Espino han explicado que lo que el medio presentó como una venta del gobierno capitalino a un particular por un precio mucho menor al valor de la casa, se trató de la terminación del contrato de compra-venta iniciado en 1987 y que nunca se concretó, debido a que el gobierno de la ciudad no finiquitó el pago por el inmueble.
La versión dada por los dos ex funcionarios coincide con la del abogado David Acevedo Sotelo, quien fuera representante del periodista Jorge Saldaña Hernández, a quien el gobierno capitalino le propuso comprarle la casa en 1987.
Acevedo Sotelo, quien actualmente trabaja en la Dirección Jurídica de la Agencia de Gestión Urbana del Gobierno Distrito Federal, dijo a SinEmbargo que la compra-venta entre el entonces Departamento del Distrito Federal y Saldaña Hernández sí se efectuó en 1987 y para corroborarlo entregó a este medio las copias de las últimas páginas del contrato, fechado el 13 de marzo de 1987, en donde aparecen la firma de Saldaña Hernández y del entonces Oficial Mayor del DDF, Lino Espinosa Palacios.
El inmueble, según este documento, fue vendido por 32 millones 820 mil viejos pesos, de los cuales se pagaron 27 millones 982 mil viejos pesos como anticipo, mientras que los 4 millones 938 mil viejos pesos restantes se saldarían una vez que el contrato se elevara a escritura pública.
Sin embargo, dice Acevedo Sotelo, ese pago no se terminó de liquidar.
A decir de Acevedo Sotelo, en 2011 el asunto del pago pendiente se resolvió con la liquidación del dinero adeudado a Saldaña Hernández.
Michel Espino contradijo esa versión y refirió que el 11 de febrero de 2011 se estableció un convenio de terminación al contrato de compraventa, entre el gobierno capitalino -representado por él como Oficial Mayor- y Saldaña Hernández y su esposa, Dora Leticia Wonchee Montaño. En ese convenio, del que proporcionó una copia, quien figura como apoderado legal del matrimonio no es Acevedo Sotelo, sino Jonatan Parra Mejía.
El convenio daba por terminado el contrato de compra-venta del inmueble de Río de Janeiro 46, en razón de que no se había cubierto el precio total de la venta y le devolvía la propiedad a Saldaña Hernández a cambio de que éste le pagara al gobierno lo que en 1987 el gobierno le había pagado a él por el inmueble.
Es decir, en lugar de que el gobierno finiquitara el adeudo que mantenía desde 1987 con Saldaña Hernández, le regresó la propiedad a cambio del pago que ya le había hecho, que ajustado al valor de ese momento significaron un millón 64 mil pesos.
Según Michel Espino, el gobierno de la ciudad prefirió regresar el inmueble en lugar de liquidar el adeudo para evitar una demanda por incumplimiento de contrato y por daños y perjuicios.
De acuerdo con lo publicado por Milenio, dos años después de que Saldaña Hernández recuperara la propiedad del inmueble, lo vendió a la empresa Constructora Enalser por 19 millones de pesos. A partir del 1 de agosto de 2013, Ebrard Casaubón comenzó a rentar la casa, por un pago mensual de 80 mil pesos.
En una reciente entrevista con el periodista Jorge Ramos para la cadena Univisión, el ex Jefe de Gobierno aseguró que existe personas interesadas en que no tenga algún cargo público.
Reiteró que no tiene propiedades y que el año sus gastos llegan a un promedio de 3 millones de pesos, que solventa con el cobro de conferencias y su asistencia a eventos internacionales.
En cuanto al la casa donde habita rechazó cualquier conficto de interés y aseguró que el dueño original, Jorge Saldaña, vendió la casa y no Ebrard.