En un impulso para el apoyo a Ucrania, el Presidente de Francia, Emmanuel Macron, ganó con comodidad un segundo mandato el domingo ante su rival de ultraderecha Marine Le Pen, que había prometido reducir los lazos de Francia con la Unión Europea y la OTAN. Le Pen también había criticado las sanciones europeas a la energía rusa y fue cuestionada durante la campaña por su cordialidad anterior con el Kremlin.
Por David Keyton
KIEV, Ucrania (AP).— Rusia lanzó una serie de ataques contra la red ferroviaria y una refinería en Ucrania el lunes, dañado infraestructura crucial.
Por otra parte, dos incendios fueron reportados en instalaciones petroleras en el oeste de Rusia. Se desconoce la causa.
Al cumplirse dos meses de la guerra y mientras ambas partes se preparan para lo que podría ser una dura batalla de desgaste en el corazón industrial de Ucrania, en el este del país, funcionarios estadounidenses de alto rango se comprometieron a brindar más ayuda a Kiev.
En reuniones con el Presidente ucraniano Volodímir Zelenski en Kiev el domingo, el Secretario de Estado, Antony Blinken, y el Secretario de Defensa, Lloyd Austin, dijeron que Washington autorizó la venta de municiones con valor de 165 millones de dólares para la guerra en Ucrania, así como más de 300 millones de dólares en financiamiento militar extranjero.
“La estrategia que hemos puesto en marcha —un apoyo enorme a Ucrania, una presión enorme sobre Rusia, solidaridad con más de 30 países implicados en estos esfuerzos— está dando resultados reales”, dijo Blinken a los periodistas en Polonia, un día después de reunirse con Zelenski y otros funcionarios ucranianos.
“Cuando se trata de los objetivos bélicos de Rusia, Rusia está fracasando, Ucrania está teniendo éxito”, agregó.
Al reunirse el lunes con altos funcionarios de la Fiscalía, el Presidente ruso Vladímir Putin dijo que Estados Unidos y sus aliados han intentado sin éxito “dividir a la sociedad rusa y destruir a Rusia desde adentro”.
Cuando Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero, su objetivo aparente era una ofensiva relámpago que tomaría rápidamente la capital y quizá incluso derrocar al Gobierno. Pero los ucranianos, ayudados por las armas occidentales, frenaron a las tropas de Putin y frustraron su avance hacia Kiev.
Moscú ahora señala que se concentra en la región oriental de Donbás, pero un alto funcionario militar dice que también quiere controlar el sur de Ucrania. Si bien ambas partes han aseverado que la campaña en el este ha comenzado, ésta aún no cobra fuerza.
Un pequeño grupo de tropas ucranianas refugiadas en una planta siderúrgica en la ciudad estratégica de Mariúpol siguen desafiando a las fuerzas, indicó el Ministerio de Defensa británico el lunes.
Dentro de una serie de ataques contra la red ferroviaria, un misil ruso golpeó el lunes por la mañana una instalación en Krasne, a las afueras de la ciudad occidental de Leópolis, y provocó un incendio. Un total de cinco instalaciones ferroviarias en el centro y el oeste del país se vieron afectadas por los ataques, indicó Oleksandr Kamyshin, director de la agencia estatal Ferrocarriles de Ucrania.
Por su parte, ataques rusos en la región central de Vinnytsia dejaron cinco personas muertas y 18 heridos, dijeron autoridades locales.
Rusia también destruyó una refinería de petróleo en Kremenchuk, en el centro de Ucrania, así como depósitos de combustible en el lugar, dijo el lunes el teniente general Igor Konashenkov, vocero del Ministerio de Defensa.
Otros ataques de misiles de largo alcance realizados durante la noche alcanzaron concentraciones de tropas y depósitos de armas y municiones en Barvinkove y Nova Dmytrivka, en la región de Járkiv, cerca de la frontera rusa. En total, señaló, los aviones rusos destruyeron 56 objetivos ucranianos.
Al norte de Ucrania, en el lado ruso de la frontera, se declaró un incendio el lunes en un depósito de combustible, aunque la agencia rusa de noticias Tass no indicó en un momento a qué se debía el fuego en los tanques de combustible.
Satélites de la NASA que monitorean incendios identificaron un fuego en coordenadas que correspondían con una instalación de Rosneft unos 110 kilómetros (70 millas) al norte de la frontera ucraniana. Moscú ha acusado a Kiev de ataques en la región rusa de Bryansk, que hace frontera con Ucrania.
Tras su reunión con Blinken y Austin, Zelenski dijo estar “muy agradecido” por la ayuda estadounidense y elogió en particular al Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, por su “apoyo personal”.
“Las prioridades son armas y apoyo de los Estados Unidos y nuestros socios, líderes europeos, en cuanto a la fuerza de nuestro ejército y apoyo en algunos campos”, dijo el Presidente de Ucrania. “El segundo asunto es la política de sanciones contra la Federación de Rusia por la invasión de gran escala y todo el terror que han cometido en Ucrania”.
La reunión de tres horas se celebró el domingo, el 60mo día desde que comenzó la invasión, mientras Ucrania presionaba a Occidente para que proporcionara armas más potentes con las que hacer frente a la campaña rusa en la región del Donbás, en el este de Ucrania, donde las fuerzas de Moscú intentan expulsar a las últimas tropas ucranianas en el maltrecho puerto de Mariúpol.
En el frente diplomático, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, tenía previsto viajar el lunes a Turquía y después a Moscú y Kiev. Zelenski dijo que era un error que Guterres visitara Rusia antes que Ucrania.
“¿Para qué? ¿Para pasar señales de Rusia? ¿Qué debemos buscar?”, preguntó el mandatario el sábado. “La avenida Kutuzovsky no está repleta de cadáveres”, refiriéndose a una de las principales vías de Moscú.