Un documento de la unidad especial de la Unión Europea (UE) , que analiza el periodo comprendido entre el 2 y el 22 de abril, concluye que «fuentes oficiales y respaldadas por el estado de varios gobiernos, incluidos Rusia y, en menor medida, China», siguen estando detrás de las narrativas de conspiración y de la desinformación dirigida a «amplias audiencias» tanto de la UE como de otros países.
Bruselas, 25 abr (EFE).- Rusia y China están detrás de muchas de los bulos, la desinformación y otras formas de manipulación y distorsiones de noticias que se están difundiendo durante la pandemia del coronavirus, según un informe de la unidad especial de la Unión Europea (UE) que vigila ese fenómeno.
El documento, que analiza el periodo comprendido entre el 2 y el 22 de abril, concluye que «fuentes oficiales y respaldadas por el estado de varios gobiernos, incluidos Rusia y, en menor medida, China«, siguen estando detrás de las narrativas de conspiración y de la desinformación dirigida a «amplias audiencias» tanto de la UE como de otros países.
En particular explica que en el período cubierto por este informe «se confirmó que las fuentes pro-Kremlin y los medios estatales rusos continúan llevando a cabo una campaña coordinada con el doble objetivo de socavar la UE y su respuesta a la crisis, y sembrar confusión sobre los orígenes y las implicaciones para salud» del virus.
La desinformación respaldada por el Kremlin sobre el coronavirus «sigue proliferando ampliamente en las redes sociales, incluso si contradice la orientación oficial de la OMS y las políticas de contenido de las compañías de redes sociales», añade.
También hay evidencias «de un impulso coordinado de las fuentes oficiales chinas para desviar cualquier culpa por el estallido de la pandemia» y dar bombo a los anuncios y entregas de ayuda (sanitaria) a los países, «con encuestas en ciertos países que muestran que China es percibida como más útil en la lucha contra la pandemia que la UE».
Las autoridades chinas «intentan reducir cualquier mención de Wuhan como el origen de la COVID-19» y «algunos canales de medios sociales controlados por el estado siguen difundiendo la teoría del brote en Wuhan vinculado a representantes militares estadounidenses», con la intención de crear confusión sobre el origen.
Hay asimismo «evidencia significativa de operaciones encubiertas de China en las redes sociales», añade el informe.
Aparte de las campañas dirigidas y a veces respaldadas por el estado, en las plaformas de la redes sociales siguen proliferando «las teorías de conspiración y el contenido falso o engañoso sobre la COVID-19».
El informe indica que según la ONG Avaaz «millones de usuarios de Facebook aún corren el riesgo de recibir información errónea dañina sobre el coronavirus a gran escala».
Según el informe, un tercio de las personas encuestadas en seis países (Argentina, Alemania, Corea del Sur, España, el Reino Unido y los Estados Unidos) afirmaba haber visto «una gran cantidad» de información falsa o engañosa sobre la COVID-19 en las redes sociales y aplicaciones de mensajería en la semana pasada precedente (hasta el 15 de abril).
También se han detectado mensajes falsos sobre las vacunas, incluidas teorías de conspiración que alegan que los gobiernos impondrán la vacunación forzada en masa o la implantación de nano-chips para establecer el control social (estas alegaciones publicadas en español), o que las vacunas son ineficaces o directamente dañinas