Carlos Ghosn, de 65 años, también ex presidente de la francesa Renault, estaba recluido desde el 4 de abril, cuando fue detenido por nuevos cargos en su contra levantados por la Fiscalía de Tokio. Ghosn, con triple nacionalidad, brasileña, francesa y libanesa, ya había pasado 108 días detenido anteriormente, a partir del 19 de noviembre pasado, debido a otras acusaciones anteriores en su contra, que serán resueltas cuando comience el juicio.
Por Agustín de Gracia
Tokio, 25 abr (EFE).- El ex presidente de Nissan Motor Carlos Ghosn quedó hoy en libertad bajo fianza, después de tres semanas bajo arresto provisional, a la espera del calvario judicial al que se enfrenta por las irregularidades financieras que se le atribuyen.
Ghosn, de 65 años, también ex presidente de la francesa Renault, salió esta noche del centro de detención de Tokio donde estaba recluido desde el 4 de abril, cuando fue detenido por nuevos cargos en su contra levantados por la Fiscalía de Tokio.
Con traje oscuro, camisa blanca y sin corbata, y acompañado por al menos un representante del bufete legal que lo defiende, Ghosn entró a una camioneta negra con rumbo desconocido, después de que el tribunal aceptara ponerlo en libertad bajo fianza.
Ghosn, con triple nacionalidad, brasileña, francesa y libanesa, ya había pasado 108 días detenido anteriormente, a partir del 19 de noviembre pasado, debido a otras acusaciones anteriores en su contra, que serán resueltas cuando comience el juicio.
A pesar de que las apuestas parecían en su contra, teniendo en cuenta que, según medios locales, las nuevas acusaciones pueden ser más graves que las anteriores, el tribunal que lleva la causa aceptó hoy poner en libertad bajo fianza a Ghosn.
Pero la decisión quedó en suspenso por un recurso presentado por la fiscalía, que finalmente fue rechazado por el tribunal.
Antes incluso de que se confirmara que la fiscalía había recurrido esa decisión, los abogados del ex presidente de Nissan se apresuraron a abonar la fianza fijada, 500 millones de yenes (4 millones de euros, 4,46 millones de dólares).
Y ello porque, a diferencia de la anterior ocasión, los tiempos ahora son más justos, ya que desde el sábado Japón entra en un largo período de festivos ligado con la abdicación del emperador Akihito y la asunción del trono por su primogénito, Naruhito.
En la anterior ocasión, el tribunal aceptó la libertad bajo fianza de Ghosn el 5 de marzo, pero su salida de la cárcel no se produjo hasta el día siguiente, después de que su defensa legal abonara la fianza, el doble de la cantidad fijada hoy.
Y si bien la primera vez salió del centro de detención disfrazado de obrero para intentar confundir a las cámaras de los periodistas, hoy lo hizo sin ocultarse, frente a decenas de reporteros que esperaban desde horas ante la puerta.
Según fuentes judiciales, el tribunal que concedió la libertad bajo fianza le puso como condición una prohibición de salir del país y limitaciones en sus desplazamientos, así como la imposibilidad de manipular documentos que puedan ser evidencias en el juicio.
Según medios locales, también se le ha impedido contactar con su esposa, Carole, de nacionalidad libanesa y estadounidense, a no ser que avise al tribunal cuándo y dónde pretende hacerlo.
Carole Ghosn ha sido citada por medios nipones como una de las personas que supuestamente pudo beneficiarse de determinadas operaciones financieras irregulares que le atribuye a Ghosn la fiscalía de Tokio.
Son cuatro acusaciones formales a las que se enfrenta hasta ahora Ghosn, todas ellas por supuestas irregularidades durante su gestión al frente de Nissan, aunque también se han conocido en París algunas acciones dudosas al frente de Renault.
Dos de los cargos acusan a Ghosn de supuestamente ocultar a las autoridades compensaciones económicas pactadas con Nissan, y las otras son por presunto abuso agravado de confianza por usar o desviar fondos de Nissan para fines personales.
La última acusación formal, ligada a su segundo arresto, el 4 de abril, sostiene que Ghosn supuestamente recibió unos 5 millones de dólares de una serie de fondos transferidos a un distribuidor de Nissan en Omán.
De acuerdo con versiones de la prensa nipona, esas cantidades desviadas supuestamente llegaron a una empresa propiedad de la esposa de Ghosn o fueron utilizadas para comprar un lujoso yate de uso familiar.
El ex presidente de Nissan, Renault y de Mitsubishi rechaza los cargos y afirma que estas acusaciones forman parte de un complot supuestamente fraguado en su contra por directivos de la firma nipona para frustrar una fusión entre Nissan y Renault.
Ghosn primero fue cesado como presidente de Nissan y de Mitsubishi, y posteriormente dimitió como máximo ejecutivo de Renault. EFE