Ari Brickman interpreta, para Historia de un crimen: Colosio, serie original de Netflix, al ex Presidente Carlos Salinas de Gortari, uno de los políticos más odiados por los mexicanos y que representó, para el actor, un gran reto en su carrera pues lo conllevó a no caer en una imitación exagerada y ha despegarse de lo piensa sobre el priista para trabajar su personaje.
Ciudad de México, 25 de marzo (SinEmbargo).– Al revisar uno de los episodios más controversiales de la historia de México como lo fue el asesinato del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio no se puede dejar de pronunciar el nombre de Carlos Salinas de Gortari, el Presidente que, a meses de dejar Los Pinos, tuvo que hacer frente a la tragedia del 23 de marzo, confirmar la muerte del priista a los medios y recibir los señalamientos sociales por este magnicidio.
La serie original de Netflix, Historia de un crimen: Colosio, –dirigida por Hiromi Kamata y Natalia Beristáin– llegó a la plataforma un día antes de que se cumplieran los 25 años del asesinato. La producción inspirada en hechos reales invita a los suscriptores a atender otras líneas que se desprendieron del caso más allá de la versión oficial.
“Siempre es importarte analizar este tipo de eventos, y desgraciadamente en México tenemos mucha tela de dónde cortar. Tenemos una historia llena de asesinatos y violencia e intriga política. Yo pienso que finalmente antes era el teatro, ahora son las series o el cine, aunque el teatro lo sigue haciendo, pero ahora estos formatos nos permiten mirarnos como sociedad en el espejo y analizar nuestra manera de operar como país. Para todos los que estábamos vivos cuando eso pasó es como una manera de sacar del cajón este asunto tan penoso y desempolvarlo y volverlo a analizar y tratar de encontrar algún sentido”, dijo el actor Ari Brickman en entrevista con SinEmbargo.
Para contar este magnicidio a través de esta producción hubo un proceso de casting a cargo de Isabel Cortazar, quien llamó al actor Ari Brickman para que, junto a las directoras, se diera vida al papel del ex mandatario fuera de imitaciones exageradas y se creara a un personaje de “carne y hueso”.
El reto para el actor no fue menor. La caracterización de Salinas le llevó un gran trabajo para dar los rasgos físicos al personaje, pero también para darle voz, gestos, movimiento, tratar su interacción con los demás y vida propia para la serie.
Ari Brickman se dejó crecer el pelo, lo pintó, se puso pupilentes. Leyó todas referencias disponibles, miró además cada video de Internet donde observó sus discursos, sus momentos más celebres, los mensajes a la Nación, entrevistas, evocó aquel episodio dentro de sus recuerdos, y de más, para aplicar a su personaje. El resultado le sorprendió a él mismo cuando se vio por primera vez en el papel del político.
“Me dio mucho miedo la verdad. Me asusté porque es muy fuerte. […] Me daba miedo simplemente por el personaje que es, pero por otra parte sentía mucha presión para tratar de lograr este equilibrio entre un personaje de ficción, que estamos haciendo como una historia que estamos contando y que finalmente es una serie que escribieron los guionistas. Y, por otra parte, esta referencia tan clara de la realidad que todos tenemos de él, y entonces cómo mezclarlas para que nos diera una experiencia creíble y contundente y que no cayera también en la caricatura”, dijo Brickman.
El actor chiapaneco, de series como El señor de los cielos y Sr. Ávila, aseguró que no tuvo ningún contacto con funcionarios de ningún partido para crear a quien podría ser uno de los políticos más odiados por los mexicanos al que se le demanda la concentración de la riqueza a unas cuentas familias del país al terminar su sexenio en 1994, la privatización de 390 empresas, el desplome del peso frente al dólar, la levantamiento del EZLN en Chiapas, el Tratado de Libre Comercio, y del cual, este lunes el Presidente Andrés Manuel López Obrador señaló como «el padre de la desigualdad social en México, es el que más polarizó, el que creó la nueva oligarquía, el que trasladó los bienes del pueblo de México y de la Nación a particulares, a sus allegados”.
“Es un arma de doble filo. Obviamente por un lado existe el riesgo de que a la gente o no le guste o no le crea, porque todo mundo lo conoce y tiene una imagen muy fija de este personaje, porque yo creo que sí, la mayoría de los mexicanos no lo quieren”.
“Por otro lado, existe la posibilidad de interpretar a un personaje muy complejo justo por lo mismo, un personaje que yo considero que es muy inteligente, y que como los grandes personajes del teatro o de la historia de la humanidad, finalmente son trágicos también. De alguna manera, su propia inteligencia y su ambición acaban comiéndose al mismo personaje y siento que esto está en los grandes personajes de Shakespeare o las grandes películas sobre política, o de mafiosos. Estos personajes a mí me fascinan y se me hacen un reto fantástico desde el punto de vista actoral”, agregó.
La serie que ahonda en la preguntas que quedaron en el aire y aún siguen flotando, no hace acusaciones directas, pero pone las cartas sobre la mesa, como lo cuenta Brickman. Incita al espectador a llegar a sus propias conclusiones.
“Hay una sospecha constante que además tenemos todos lo mexicanos de esa época, creo que la mayoría sospechamos pues que Salinas ordenó todo y al mismo tiempo pues no está comprobado”.
Sin embargo, lo que más le importó al actor fue que la gente creyera su personaje y no se cuestionará en algún punto de los capítulos si era o no Salinas el que estaba en la pantalla.
En Historia de un crimen: Colosio desfila además la interpretación de políticos como Raúl Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Manuel Camacho Solís y Manlio Fabio Beltrones, piezas indispensables para mostrar este homicidio que tuvo lugar en la ciudad de Tijuana, en el estado de Baja California.
“La historia es fundamental para entendernos y poder reconstruirnos como humanos y como sociedad. Hacer este tipo de proyectos nos puede ayudar con las nuevas generaciones para que ellos se enteren de lo que pasó y la de lo que estábamos viviendo antes de la alternancia política y cómo operaba el sistema en México”.