Amos Yee salió de la ciudad-Estado tras cumplir una pena de seis semanas de cárcel a la que fue condenado el pasado septiembre por incitar al odio religioso en las redes sociales por unos vídeos ofensivos contra el cristianismo y el islam.
Bangkok, 25 de marzo (EFE).- Estados Unidos concedió asilo al bloguero singapurés Amos Yee, condenado varias veces por la justicia del país asiático por haber hecho burla de la religión y las autoridades de la ciudad-Estado, informó hoy la prensa local.
Un juez de inmigración tomó la decisión a favor del joven de 18 años al considerar que este fue perseguido por el gobierno de Singapur por sus opiniones políticas, según un comunicado de sus abogados recogido por la televisión Channel News Asia.
El magistrado estimó además como creíble y con fundamento el temor de Amos Yee a sufrir en el futuro la persecución de las autoridades de su país.
La concesión de asilo al singapurés queda pendiente de una posible apelación del departamento de Seguridad Nacional, que inicialmente se opuso a la medida.
El bloguero, que en su petición de asilo contó con el testimonio a favor del líder opositor singapurés, Kenneth Jeyaretnam, estaba retenido desde diciembre por las autoridades de inmigración estadounidenses.
Amos Yee salió de la ciudad-Estado tras cumplir una pena de seis semanas de cárcel a la que fue condenado el pasado septiembre por incitar al odio religioso en las redes sociales por unos vídeos ofensivos contra el cristianismo y el islam.
En 2015 ya fue condenado a cuatro semanas por el mismo delito y por ridiculizar en un vídeo al ex primer ministro y fundador de la moderna Singapur, Lee Kuan Yew, fallecido ese mismo año.
Human Rights Watch (HRW), que en su momento criticó las condenas al joven, celebró la decisión del juez estadounidense y denunció la presión que el gobierno singapurés ejerce contra disidentes que cuestionan al partido gobernante.
«Está claro que el gobierno de Singapur ve a Amos Yee como un clavo saliente que hay que hundir a martillazos», dijo el subdirector en Asia de HRW, Phil Robertson.
«Desde que Amos subió su vídeo atacando a Lee Kuan Yew días después de que este falleciera, Amos ha sido un hombre marcado en Singapur, sometido a vigilancia, acoso, órdenes restrictivas en su libertad de expresión y persecución», añadió.