De Arthur Conan Doyle a Roald Dahl, pasando por Bolaño, muchos son los libros de este joven escritor, originario de Tepic, como Amado Nervo. Para disfrutar.
Ciudad de México, 25 de marzo (SinEmbargo).- Los libros son para mí válvulas, engranes, llaves y pistones que echan a andar una maquinaria tan compleja y tan bella como lo es la mente humana.
Estudio en escarlata (Valdemar), de Arthur Conan Doyle
Fue la primera novela que leí. Justo después de haberla terminado, escribí mi primera historia.
Historias extraordinarias, de Roald Dahl
A pesar de que Roald Dahl ha sabido manejar con maestría y después extrapolar lo infantil de lo adulto, su faceta como cronista me ha fascinado en su relato «El tesoro de Mildenhall», que figura en el libro Historias extraordinarias (Anagrama).
Todas las mujeres (Siruela), de Guy de Maupassant
Es la impronta definitiva de un observador de pro, amante y obsesivo adorador de la mujer en todas sus facetas; desde las más sublimes y tiernas, hasta las más crueles e infernales.
Ochenta y seis cuentos (Anagrama), de Quim Monzó
Ingeniosos y agudos, los Ochenta y seis cuentos (Anagrama) de Quim Monzó me parece que son una muestra arrasadora de lo mejor de la literatura catalana.
Relatos fantásticos, de Iván Turguéniev
Como la Vera de L’Isle-Adam, la Ligeia de Allan Poe o la Aurelia de Nerval, Clara Milich, de Iván Turguéniev regresa de entre las tinieblas en el libro Relatos fantásticos (Adriana Hidalgo editora).
Llamadas telefónicas, de Roberto Bolaño
Roberto Bolaño. La poeta Alicia Camposalas alguna vez lo dijo con bastante acierto: Bolaño es literatura de exiliados para exiliados. Yo no puedo refutarlo y más bien solo me queda el asentir como enajenado. Llamadas telefónicas (Anagrama) me va bien.
Nuevas páginas de mi vida, de Ramón Gómez de la Serna
Ramón Gómez de la Serna hablaba de todo y escribía de todo, era un factótum de la palabra. Bastaba una moneda, el viento, una gota de lluvia, una alcancía o un reloj despertador. Maestro absoluto del arte de hablar de sí mismo en Nuevas páginas de mi vida (Alianza).
Pobre Sonia, de Claude Seignolle
Claude Seignolle cumple cien años de vida en junio próximo, cien años y tan pocas traducciones de su obra al español. Su cuento Pobre Sonia (Bruguera), es una combinación perfectamente equilibrada entre el horror y la cotidianidad.
Amalgama, de Rubem Fonseca
Rubem Fonseca no se tienta el corazón para retratar la miseria humana en su libro de cuentos Amalgama (Cal y arena).
Cuentos Crueles, de Eduardo Rojas Rebolledo
Cinco cuentos alucinantes, intensos y como su nombre lo dice, crueles. Eduardo Rojas Rebolledo es un genio al que descubrí a inicios de este año. Su libro Cuentos crueles (Praxis) me ha dejado algo traumado.
¿Quién es Alejandro Barrón? (Tepic, 1987). Estudió Comunicación en su ciudad natal. En julio de 2016 la editorial erótica independiente Morvoz editó su primer libro de cuentos llamado Pinche Malena. Ha publicado en las revistas La Otra, El pájaro azul, La Jerga, Brevilla, Voces, Letralia, Textos Desmesurados, Rojo Siena, Mood Magazine, Playboy y Punto en línea, de la Universidad Nacional Autónoma de México. Desde 2010 reside en la Ciudad de México.