La Fundación Thomson Reuters entregó el premio «Stop Slavery Award 2021» a nueve personas, entre periodistas e integrantes de compañías y organizaciones, por sus trabajos realizados dentro de sus ámbitos para erradicar la esclavitud en el mundo. La serie «Esclavas invisibles», escrita por la periodista Karla Gutiérrez y publicada en SinEmbargo, recibió el galardón en la categoría de «Medios».
Ciudad de México, 25 de febrero (SinEmbargo).– «Esclavas invisibles», una investigación escrita por la periodista independiente Karla María Gutiérrez y que fue publicada en SinEmbargo, ganó este jueves el premio «Stop Slavery Award 2021» que otorga la Thomson Reuters Foundation desde hace cinco años.
En esta quinta edición, realizada virtualmente debido a la pandemia, se reconoció a compañías, organizaciones y periodistas que hacen contribuciones vitales para combatir la esclavitud, una industria multimillonaria que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Fundación Walk Free calculan que afecta a más de 40 millones de personas en el mundo.
?WINNER: @karlamariaopina‘s ‘The Invisible Slaves’ report, revealed that domestic work in Mexico exploits girls, adolescents, & women and are vulnerable to violence without access to human & labour rights & fair pay.
Read:?https://t.co/hz3svLICsa pic.twitter.com/p0WYapJLuW— Thomson Reuters Foundation (@TRF) February 25, 2021
Las categorías de los nueve premios otorgados por Thomson Reuters Foundation reconocen colaboraciones impactantes entre sectores, organizaciones de base en primera línea, periodistas que sensibilizan sobre este tema poco informado, así como pequeñas y medianas empresas que están eliminando el trabajo forzoso de su oferta.
En la categoría de «Medios» fue galardonada la serie «Esclavas invisibles», publicada el año pasado en SinEmbargo por la periodista Karla María Gutiérrez.
«Esclavas invisibles», como su nombre lo indica, expone a través de tres textos los problemas que atraviesan las personas trabajadoras del hogar en México, entre las que se encuentran personas de la tercera edad, adolescentes y niñas laborando en total vulnerabilidad e incertidumbre.
Cifras citadas en esta serie de reportajes destacan que hasta julio de 2019, el Artículo 12 de la Ley de Seguridad Social establecía que, a diferencia de las demás ocupaciones, la afiliación al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no era obligatoria para las trabajadoras del hogar, a pesar de que había 2.4 millones de mexicanas realizando este trabajo (Encuesta Nacional sobre Discriminación 2017).
Este panorama difícil para las trabajadoras del hogar se aminoró, aunque no del todo, con el lanzamiento en marzo de 2019 del Programa piloto para la incorporación de las personas trabajadoras del hogar.
La serie «Esclavas invisibles», dice Karla Gutiérrez en entrevista, «busca visibilizar esta problemática, darle voz a las sobrevivientes del delito», por eso se enfoca «en tres mujeres sobrevivientes que trascendieron su condición de víctimas y que se han dedicado ayudar a otras personas».
«La primera historia es sobre María, una mujer transmigrante (persona que se interna en un país en tránsito hacia otro) salvadoreña que fue refugiada en varios países y que finalmente llegó como migrante irregular a la frontera sur en México y ahí fue explotada de diversas formas», menciona la periodista sobre uno de los tres reportajes publicados en SinEmbargo.
La segunda historia narra la historia de Juanita, una indígena tseltal chiapaneca que migró de su comunidad a la cabecera de San Cristobal de las Casas, en los Altos de Chiapas. «Además de ser víctima de explotación laboral, fue víctima de explotación sexual mientras estaba trabajando con una familia», señala.
La última entrega tiene que ver con un panorama general en México, con mucho datos, encuestas, habla de este programa piloto para integrar a las trabajadoras del hogar a la seguridad social, pero también se aborda el punto de vista psicológico y legal.
«El factor común que ellas tienen y que me hizo elegirlas por encima de otras historias es que ellas son sobrevivientes del delito», asegura Karla Gutiérrez, quien cuenta con una trayectoria de 20 años en el periodismo.
Gutiérrez, una periodista freelance, ha trabajado también como consultora para la Fundación MacArthur, con sede en Chicago. En 2018 publicó su primer libro, Revelaciones de un misionero: Mi vida itinerante (Harper Collins México), que trata acerca de la vida del sacerdote Alejandro Solalinde Guerra.
Actualmente se dedica a realizar periodismo de investigación de temas relacionados con feminicidio, migración y derechos humanos.
La periodista Karla Gutiérrez explica por qué escogió a SinEmbargo para la publicación de sus reportajes:
«Yo soy lectora del medio, respeto lo que hacen. Yo veo en SinEmbargo un medio serio, profesional, en donde las personas que colaboran están siguiendo estos requisitos de rigor periodístico, algo que me parece necesario en esta época».
SinEmbargo reproduce a continuación algunos fragmentos de los tres reportajes ganadores del premio «Stop Slavery Award 2021».
1. «María huyó de El Salvador. Como otros migrantes, México abusa de ella: limpia por menos del mínimo», publicada el 27 de diciembre de 2019:
«María no es de aquí ni de allá. Nació salvadoreña, mas su país de origen y retorno la ha desterrado dos veces. En el 2017, a sus cuarenta y un años, abandonó todo lo suyo en El Salvador, uno de los países más peligrosos del mundo. Dejó todo excepto a Ángel, su hijo menor, compañero y cómplice de odisea. Huyó sin documentos, asustada de muerte por las amenazas de la Mara Salvatrucha».
2. «Juanita dejó su pueblo. A los 14 años ya aseaba casas en Chiapas. Sufrió abusos, incluso violación», publicada el 26 de enero de 2020:
«Su infancia no fue diferente a la de miles de mujeres rurales mexicanas. El hambre, la miseria y la falta de oportunidades en su lugar de origen alejaron a Juanita de los rostros conocidos. Arrancada a la fuerza de su tierra llegó a la intercultural San Cristóbal de Las Casas (Chiapas) para realizar uno de los oficios más populares y arraigados entre niñas, adolescentes y jóvenes indígenas de la región: limpiar casas ajenas. Su primer salario fue 300 pesos mensuales. Sufrió todo tipo de abusos, incluso violación».
3. «La SCJN reconoció sus derechos en 2018, pero falta. Así luchan las trabajadoras del hogar en su día», publicada el 30 de marzo de 2020:
«El 5 de diciembre de 2018 la SCJN ordenó seguridad social para las trabajadoras del hogar, pero aún luchan para que la sociedad mexicana reconozca que servir es un trabajo digno».