Los electores del Estado de México definirán en junio si votan en contra del PRI o lo dejan gobernar un sexenio más, que se sumará a los 90 años de hegemonía de ese partido en la entidad. La solución está en las masas más empobrecidas que han sido el botín del tricolor a través de la compra del voto durante décadas, dijeron politólogos a SinEmbargo.
Ciudad de México, 25 de febrero (SinEmbargo).– La población más empobrecida tiene en sus manos la decisión de sacar al priismo del poder en el Estado de México donde ha estado durante los últimos 90 años; o vender su voto a la maquinaria del partido que en cada elección alista una operación para la compra del sufragio, dijeron analistas y politólogos.
En una entidad en donde más de la mitad de la población vive en situación de pobreza y vulnerabilidad, los electores se verán en la disyuntiva de vender su voto a cambio de una despensa, láminas de cartón, tinacos o monederos electrónicos; o a acudir libremente a una casilla y decidir por la alternancia.
“En esta coyuntura concreta, con un mexiquense que está viendo un Gobierno fallido de [Presidente] Enrique Peña Nieto, es posible que se refleje en la votación en el Estado de México. Hay posibilidades de que finalmente el PRI pierda su hegemonía en esa entidad. Por supuesto la presencia de una fuerte afluencia de votante puede ser un factor determinante para ello, pero eso no significa que el PRI esté derrotado, menos cuando hay una gran operación del Gobierno federal y estatal para la compra, inducción y coacción del voto mediante el uso abusivo de los programas sociales, el reparto ilegal de despensas y tarjetas electrónicas”, dijo Eduardo Huchim May, experto en el sistema político mexicano y ex consejero en el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF).
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El padrón electoral del Estado de México, de acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE), es de 11 millones 390 mil 406 electores. Y la mayoría de ellos son pobres.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) detalla, en su último informe que data de 2014, que el 46.6 por ciento de la población en la entidad vive en situación de pobreza, es decir 8 millones 269 mil personas; unos cuatro millones más, 23.7 por ciento de los mexiquenses son vulnerables por carencias sociales; y 9.3 por ciento (un millón 554 mil personas) son vulnerables por el ingreso.
Ivonne Acuña Murillo, profesora del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana, detalló que el voto duro del PRI está entre las personas de escasos recursos, con altos niveles de pobreza, carentes de estudios y mayores de 50 años.
“Eso explica que el PRI siempre haya gobernado desde que existe en el Estado de México y que no haya alternancia. Si algo tienen los priistas en el Edomex es estructura y esa maquinaria se va a movilizar. Veo difícil que el Instituto Electoral del Estado de México [IEEM] pueda frenar la compra del voto. Habrá que ver si es neutral y logra frenarla, porque en las elecciones federales no hubo manera de parar la compra de votos con las tarjetas Soriana”, explicó.
De acuerdo con la definición de situación de pobreza del Coneval, una persona es pobre cuando tiene al menos una carencia social debido a un ingreso insuficiente, es decir: rezago educativo, falta de acceso a servicios de salud, a seguridad social, calidad y espacios de vivienda, servicios básicos en sus hogares y poco acceso a la alimentación.
Y es precisamente ese universo de mexiquenses el objetivo principal de las campañas de compra del voto del priismo que, de acuerdo con los analistas, este año se intensificarán con la finalidad de no perder uno de sus bastiones más importantes de cara a la elección presidencial de 2018.
PRI, EL VERDUGO DE LOS POBRES
Lorenzo Meyer Cossío, historiador e investigador de El Colegio de México (Colmex), consideró que será difícil que el voto duro del PRI en la entidad opte por no vender su voto y, si lo hace, decida no cruzar la boleta por el partido que le dio dinero, una despensa o una tarjeta.
“La maquinaria del PRI en el Estado de México está muy bien aceitada, y la relación es muy antigua. ¿Desde cuándo vendrá el clientelismo? El PRI se especializó en este tipo de relación con los grupos vulnerables, pobres, que tienen que depender de un patrón, un cacique, un líder para conseguir algo. Este líder pide el apoyo en las elecciones, o cuando es necesaria, una manifestación masiva porque va el Gobernador o el Presidente. Esta relación cliente-patrón funciona muy bien en el Estado de México. Esa ha sido la base de su poder. Hay zonas en el Estado de México que tienen clase media y que no son objeto de esta política, pero no son la mayoría”, explicó.
El historiador explicó que existe una especie de ética y de lealtad súbdito-patrón, que impide que los electores que reciben algún beneficio a cambio de voto no crucen la boleta en favor de ese partido corruptor.
“Hay un cierto sentido del honor en esa maquina corruptora que indica que ‘si recibo un favor, tengo que ser derecho’, en esta forma tan chueca. Es muy difícil pedirles que no agarren porque, ¿qué significa la democracia para ellos?, ¿han tenido algo así? Que les den algo tangible sí tiene sentido. La democracia requiere una convicción, una visión del mundo que para la gente que no tiene nada, no se puede dar ese lujo”, dijo.
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La oposición a nivel nacional y local ha denunciado que el Gobierno de la República opera desde hace meses directamente en el Edomex, a través de Luis Enrique Miranda Nava, Secretario de Desarrollo Social.
En diciembre del año pasado, Octavio Martínez Vargas, secretario Electoral del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido de la Revolución Democrática (PRD), denunció que el Gobierno federal aprovechaba la época decembrina para realizar “Ferias Comunitarias” en los municipios más pobres de la entidad y repartir despensas y monederos electrónicos que iban de los 2 mil 500 a los 5 mil pesos.
Las ferias eran encabezadas en ocasiones por Rosario Robles Berlanga, titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), y de Francisco Guzmán Ortiz, Jefe de la Oficina de Presidencia, acusó el perredista.
“El delito electoral se da porque no hay reglas de operación para estos programas con dinero público. Los hacen sin convocatoria previa para el registro y se entregan para beneficiar al PRI. Además estas ferias las hacen sólo en el Estado de México, no en Oaxaca, donde hay mucha pobreza, ni en la Montaña de Guerrero”, denunció en esa ocasión en entrevista con este medio digital.
José Antonio Crespo Mendoza, politólogo del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), opinó que el Estado de México podría dar la sorpresa como ocurrió en Veracruz, pues quizás en las elecciones de este año no le alcance al PRI para preservar la gubernatura.
“Es difícil que no haya operativos de la compra del voto. El PRI hará lo posible para preservar el Estado de México, de hecho [Andrés Manuel] López Obrador decía ‘reciban lo que les den, pero voten por quien quieran’, porque es casi imposible que una familia que no tiene para comer no acepte la despensa que le dan, las láminas. Sin embargo, no votan como quieren, eso no parece que ocurra a la gente, votan por el partido que les da”, consideró.
PIDEN VIGILAR COMPRA DEL VOTO
En una entrevista reciente con este medio, Delfina Gómez Álvarez, precandidata a la gubernatura del Estado de México por el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), insistió en que el principal reto de la fuerza política sería el abstencionismo y la venta del sufragio.
“Yo insisto mucho que si la ciudadanía de verdad valora lo que vale y diga: ‘yo soy el que puedo tener la oportunidad de decidir por quién quiero apostar para tener una administración mejor’, y que no caiga en que le compren su dignidad, que le compren sus sueños. Si el ciudadano tiene ese minuto de, dignamente, levantar la casta –porque los mexiquenses tenemos casta y raíces–, y si el ciudadano lo hace y sale a votar con conciencia, ahí habré vencido mi mayor reto”, señaló.
Sin embargo, para que los ciudadanos en situación de pobreza no caigan en la tentación de vender su voto se requiere más que buenos deseos y sí mucho trabajo de los partidos de oposición y de la autoridad electoral, estimó Eduardo Huchim.
“Las autoridades electorales y penales han sido ineficientes para frenar esa franca violación a las leyes, la compra e inducción del voto. Ahí autoridades y partidos de oposición han fracasado y tendrían que delinear y ejecutar acciones eficaces para informar y desalentar el hecho de que la población crea que por recibir bienes, que son pagados por impuestos, la obliga a votar en un cierto sentido. Deben difundir que no deben entregar credenciales de elector, que este sector de la población esté enterado que no está obligado a nada”, explicó.
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Huchim May agregó que si se informa a la población, se logra una mayor afluencia a las urnas en junio de este año e impera el razonamiento del voto útil, quizás el priismo podría perder el poder en la entidad.
La politóloga Acuña Murillo consideró que en la elección en puerta se podrá apreciar si los votantes son capaces de votar por otro partido distinto al PRI.
Aunque los electores del Estado de México son pobres en su mayoría, impactará en el sufragio el voto joven y el sexo de los votantes, pues los jóvenes y las mujeres están votando por una opción distinta al Tricolor, explicó.
En el Edomex, el grueso del padrón electoral está entre los 18 y los 44 años de edad, mientras que 5 millones 967 mil 583 votantes son mujeres, es decir el 52.39 por ciento del electorado.
“Vamos a ver cómo votan las mujeres y cómo votan los jóvenes, vamos a ver si funciona para sacar al PRI o qué tanto pesa la maquinaria. Si le es suficiente para ganar a pesar de la baja popularidad presidencial, eso le va a pesar o le está pensando ya a Alfredo Del Mazo. Las encuentras dicen que se van a tercios, pero en las últimas elecciones no están alcanzando a medir las intenciones de voto de manera acertada”, dijo.
Para Lorenzo Meyer quizás algún día el PRI pierda el Estado de México, como ocurrió en Veracruz en los comicios de 2016. Sin embargo, es posible que no ocurra este año, debido a que el Tricolor hará todo por no perder el bastión en donde se refugió y emergió de nuevo cuando perdió el poder en 2000.
“No tiene la certeza del pasado, cuando se echaba andar la maquinaria, se gastaba un dinerillo, hacía los favores, las reuniones, se comprobaba la comida para lo mítines. Ahora no, es mucho más complejo, pero no estoy seguro de que le hemos dado vuelta a la hoja para entrar en otro capitulo, ojalá”, finalizó.