Cientos de personas marcharon hoy en la capital poblana en silencio pero con una consigna firma plasmada en decenas de pancartas:»Ni una más». Así exigieron justicia por las mujeres asesinadas en la entidad, que durante lo que va del 2016 ya suman al menos 13, algunas de ellas embarazadas. Los ciudadanos exigieron también garantías para la no repetición de los casos, y que el Gobierno de Rafael Moreno Valle emita políticas públicas de alto impacto para acabar con la ola sangrienta.
Puebla, Puebla 25 de febrero (SinEmbargo).- Cientos de personas, entre ellos familiares de mujeres víctimas de feminicidio, desaparición o personas que han sufrido violencia de género, se sumaron a una marcha en el centro de Puebla, para denunciar que la ola de violencia feminicida ya tocó la entidad. También exigieron justicia al Gobernador Rafael Moreno Valle, pues acusaron que en muchos de los casos ha habido desinterés de las autoridades.
No se trata de situaciones aisladas. Son seis casos en los que hombres que no quisieron afrontar su paternidad asesinaron a las mujeres que serían las madres de sus hijos. Todos ocurrieron en Puebla. El último salió a la luz este fin de semana. Se trata del asesinato de Samaí Márquez Salgado, quien tenía dos meses de embarazo, y cuyo cuerpo fue encontrado el 20 de febrero en la zona de Valsequillo. La Fiscalía del Estado de Puebla han detenido como principal sospechoso a su pareja, Rafael Portillo Abundis. Como el de Samaí, hay al menos otros cinco casos. Todas mujeres embarazadas. Todas asesinadas por los futuros padres de sus hijos.
Los familiares exigieron esta tarde justicia para sus hijas, pero también la aparición con vida de las ausentes, sumado al clamor de justicia, pues, dijeron, a pesar de que hay feminicidas identificados o un señalamiento directo del agresor, no hay consignados.
Familias enteras, una tras otra, narraron sus casos. Todos coinciden con la lentitud y desinterés de las autoridades para iniciar o seguir las investigaciones.
«Me mataron a mi niña hermosa, el novio me la mató, me la mató muy feo. Y voy a la Fiscalía y me dicen lo mismo: que la investigación sigue abierta. Yo le pido al Gobernador que le de justicia a mi hija», dijo María Montes, madre de María Fernanda Montes Hernández, asesinada el 28 de noviembre de 2013.
Este día, el Procurador de Justicia de Puebla, Víctor Antonio Carracá Bourget, reconoció durante su comparecencia ante el Congreso local un total de 13 feminicidios, y al menos 19 homicidios en lo que va del año.
El Fiscal agregó que en 2015 se registraron 37 casos de feminicidio y 95 homicidios de mujeres.
Sin embargo, organizaciones civiles aseguraron que la cifra es mayor. En lo que va del año hay, las asociaciones han documentado al menos 15 feminicidios y en 2015 registraron 55 muertes de mujeres con características de violencia de género.
Los manifestantes, que marcharon en silencio desde el llamado reloj de «El Gallito» hasta el parque del Centro Histótico, donde realizaron un mitin, exigieron también garantías para la no repetición de los casos, y que el Estado emita políticas públicas de alto impacto para acabar con la ola sangrienta.
A pesar de que fue una marcha silenciosa, acompañada de un féretro, en cientos de pancartas y folletos se leía la leyenda «#NiUnaMás».
Vianeth Rojas, integrante del Observatorio de los Derechos Sexuales y Reproductivos aseguró que no es necesario que el Gobernador Rafael Moreno Valle Rosas espere que la sociedad pida la Alerta de Violencia de Género para que actúe.
«No es necesario que haya alerta para que el Gobierno designe recursos para prevenir la violencia. Lo que queremos es que no haya feminicidios, que no haya personas pidiendo justicia porque en la Fiscalía no los atendieron o porque los ministerios públicos son corruptos. Queremos que haya acciones», comentó Rojas.
EL CASO DE SAMAÍ
Rafael Portillo Abundis celebró su cumpleaños disparándole una bala en la cabeza a la mamá de su hijo. El joven abogado, aficionado a las pesas y a los anabólicos, es el principal responsable del feminicidio de Samaí Alejandra Márquez de 25 años y con dos meses de embarazo, encontrada sin vida en Valsequillo, Puebla.
De acuerdo con su perfil de Facebook, la vida de Rafael Portillo se centraba en tres cosas principalmente: su hija de 4 años de edad, su afición al fisicoculturismo y amenizar fiestas y antros como DJ. Además, el joven presume un título como abogado criminalista, aunque no ejerce su carrera.
El pasado 22 de febrero, la Fiscalía General del Estado informó que Rafael Portillo es el principal sospechoso del crimen de Samaí, a quien asesinó porque estaba embarazada pues él era un hombre casado. Ayer el Juzgado Octavo de lo Penal de la ciudad de Puebla dictó ayer auto de formal prisión en su contra. El sujeto pagó cinco mil pesos para que secuestraran a la joven, le dieran “un susto” y finalmente la mataran.
De acuerdo con la Fiscalía General del Estado (FGE), Rafael Portillo Abundis está acusado de falsedad de declaraciones, cargo que también enfrenta su hermana al tratar de encubrirlo en un posible feminicidio. En tanto, la carpeta de investigación para responsabilizar a Portillo del asesinato de Samaí, cuyo cuerpo fue encontrado el pasado 20 de febrero en la zona de Valsequillo.
En su primera declaración, Portillo Abundis reconoció que había pagado 5 mil pesos a un amigo, pero que sólo había sido para que le dieran “un susto” a Samaí.
El desacuerdo entre la pareja pudo ser, de acuerdo con el informe, que el embarazo de Samaí pudiera afectar el matrimonio de Rafael Portillo, quien es propietario de un gimnasio donde conoció a la ahora occisa.
Según las primeras indagatorias, Rafael citó a Samaí para darle dinero en apoyo a sus gastos de maternidad y la mató de un disparo en la cabeza.
Ahora se sabe que el presunto homicida pidió a al menos cuatro hombres que secuestraran a la joven el 17 de febrero, justo el día en que él cumplía años y que se encontraba en un festejo familiar.
Ese día, Portillo Abundis se tomó varias fotos del festejo en compañía de su familia y las subió a las redes sociales para que quedara constancia del lugar en el que se encontraba. Sin embargo, el hombre estuvo ausente alrededor de dos horas, en las que presuntamente acudió a donde se encontraba la joven secuestrada.
Claudia Portillo Abundis fue detenida porque en su declaración aseguró que su hermano estuvo con ella todo el tiempo. Además, ocultó que había tenido comunicación telefónica con Samaí.