Pemex se ha sumado a la ola de despidos masivos realizados por petroleras internacionales ante el desplome de los precios del petróleo. La empresa estatal enfrenta una desaceleración en la producción de sus barriles, los cuales está exportando cada uno en unos 22 dólares, precio que ya roza su costo de producción (entre 10 y 23 dólares, dependiendo el área). El viernes Moody’s México redujo a la baja sus calificaciones.
Ciudad de México, 25 de enero (SinEmbargo).– Petróleos Mexicanos (Pemex), inmersa en una crisis, despedirá a 10 mil 553 trabajadores en 2016 y esas plazas serán canceladas de manera definitiva. Este recorte de personal equivale al 7.38 por ciento de su plantilla si se considera que actualmente la empresa estatal tiene un total de 142 mil 976 empleados y funcionarios.
El director de la petrolera estatal, Emilio Lozoya Austin, envió un documento al subdirector de Presupuesto de Pemex, Mario Govea Soria, donde le reportó que solicitó a la Secretaría de Hacienda «la cancelación de 10 mil 553 plazas presupuestarias de carácter permanente, a fin de alinear la estructura organizacional y ocupacional con el monto de recursos presupuestarios autorizados en el presupuesto de servicios personales para el ejercicio fiscal 2016”, cita este lunes La Jornada.
En febrero de 2015, Lozoya Austin reconoció ante la prensa que Pemex realizaría un recorte de personal derivado de los bajos precios del petróleo. “Sin duda hay áreas donde podemos recortar gasto corriente y se le instruyó al director general de servicios personales y recursos humanos para optimizar, y Pemex no es ajeno a la realidad internacional, todas las empresa petroleras lo están haciendo”, dijo el director de Pemex en entrevista con Grupo Fórmula ese mes.
A finales de diciembre, Bloomberg adelantó que Pemex planeaba anunciar recortes de empleos este 2016 como parte de un plan para reestructurar a la empresa y sincronizarla con los estándares de la industria, dijo a la agencia Rodolfo Campos, director interino de Finanzas de Pemex.
“Esto es adicional a otras herramientas para alinear poco a poco a la empresa con las métricas de la industria”, declaró ese mes en entrevista telefónica.
El constante descenso de la plataforma de producción unido a un desplome de los precios del crudo, que acaricia su costo de producción, ha puesto en un verdadero aprieto a la empresa productiva del Estado.
Petróleos Mexicanos está en números rojos. Diversos especialistas sostienen que la empresa tiene una crisis técnica y que de no mejorar la administración de sus finanzas su producción seguirá en caída libre.
En su reporte financiero al cierre del tercer trimestre de este año, Petróleos Mexicanos registró una pérdida neta de 167 mil millones de pesos, 187 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado.
Actualmente, en el marco de la Reforma Energética, se encuentra en búsqueda de capital privado para echar a andar sus refinerías y su estancada producción de barriles diarios.
El viernes pasado Moody’s México redujo a la baja sus calificaciones.
La agencia justificó su decisión señalando el deterioro de los precios del petróleo, que acumulan una caída de más del 20 por ciento desde el inicio de 2016, alcanzando niveles bajos de precios nominal “no vistos en más de una década”. Y, dijo, se continuarán debilitando. Sin embargo la calificadora acentuó que el país se ha vuelto “menos dependiente” a los ingresos petroleros.
En palabras de la subsecretaria de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía, Lourdes Melgar Palacios, estamos entrando al ojo del huracán: los precios del petróleo no dejan de caer y ya alcanzan niveles no vistos desde hace 12 años. El costo de producción de la mezcla mexicana en algunas zonas del país sigue por arriba de su oferta de exportación; es decir, que las actividades de producción de la empresa estatal continúan siendo rentables, agregó.
A principios de enero, la petrolera británica BP anunció que recortará 4 mil empleos a nivel global para hacer frente a la pronunciada y constante caída del precio del petróleo. Un día después la compañía de Brasil Petrobras redujo sus metas de producción y planes de inversión por la misma razón así como un enorme escándalo de corrupción que la aflige.
Además de la caída en los precios del petróleo, Petrobras es objeto de una investigación en donde los fiscales afirman que más de 2 mil millones de dólares fueron pagados por empresarios como sobornos para obtener contratos de Petrobras.