«Turquía tiene razón cuando dice que acoge a dos millones de refugiados y que hasta ahora ha recibido muy poco respaldo de la comunidad internacional», subrayó Merkel en un discurso en el congreso de la patronal alemana, en vísperas de la cumbre que reunirá el domingo en Bruselas a los líderes de la UE y de Turquía.

El primer paso que debe darse «para mantener la libertad de circulación» de Schengen, recalcó, es reforzar el control de las fronteras extranjeras, algo «muy difícil» sin la cooperación del país del que parten los barcos con los refugiados hacia Europa.

Merkel destacó la necesidad de dar «apoyo financiero» a Turquía y, al mismo tiempo, establecer «canales legales» para repartir la carga que asume el país como vecino de Siria a través de contingentes o cuotas.

La canciller recordó que Alemania y otros países aceptaron sin problemas el acuerdo de Dublín, que establece que los refugiados deben quedarse en el primer país europeo que pisan, porque apenas sufrían la presión migratoria gracias a su situación geográfica.

Los actuales flujos provocados por la guerra siria y el terrorismo del Estado Islámico, añadió, han puesto de manifiesto que la protección de las fronteras exteriores que se realizaba en el pasado no es efectiva y que es necesario reforzarla si se quiere mantener tanto los acuerdos de Dublín como los de Schengen.

«Europa se enfrenta a una prueba de fuego inmensa», manifestó Merkel, para reclamar un reparto «justo» de las cargas también entre los socios comunitarios.

«No habrá una respuesta europea si quienes reciben pocos refugiados dicen ‘a nosotros no nos incumbe», añadió.

La canciller abogó por una política de asilo común y asumió que no será sencillo superar esta situación, pero recordó que, como se demostró ante la crisis financiera y del euro, hay que dar seguir trabajando y avanzar hacia una mayor integración europea.