Este autor tuvo una peculiar forma de contar historias, pero su fama era la de un tipo difícil y sus personajes fueron criticados por su rebeldía y lenguaje. Su vida fue complicada: su padre falleció cuando él tenía tres años y la educación que recibía de su madre era sumamente estricta. En 1962 vio morir a su pequeña hija y años más tarde, Theo, su otro hijo, sufrió un grave accidente de carretera que le causó daños en el cerebro cuando sólo tenía tres años. Dahl falleció de leucemia en 1990 a los 74 años, en una pequeña cabaña londinense.
Por Adriana Velarde
Ciudad de México, 24 de octubre (LangostaLiteraria).- El próximo 29 de octubre se estrenará en nuestro país la cinta dirigida por Robert Zemeckis Las brujas, basada en la novela del escritor británico Roald Dahl en 1983, donde las brujas de todo el mundo se reúnen para celebrar su convención anual y planean convertir a todos los niños en ratones, pero el pequeño Luke y su abuela serán los encargados de combatirlas.
La primera adaptación de este libro fue hecha en 1990 por Jim Henson y dirigida por Nicolas Roeg. La película fue un éxito en la época y muchos crecimos asustados o maravillados con la historia. Sin embargo, al autor le desagradó tanto que llegó a considerarla vulgar.
El director decidió cambiar y suavizar algunas escenas porque no eran del agrado de su hijo, y ponerle un final más feliz que el del libro, pues en éste Luke sigue siendo un ratón, y en la cinta, se transforma de nuevo en humano.
Este hecho enfureció Roald, por lo que exigió que su nombre fuera eliminado por completo de los créditos y amenazó con una campaña publicitaria contra la película. Después de esto, prohibió que sus obras fueran nuevamente llevadas al cine durante el resto de su vida si no cumplían ciertas condiciones.
Roald es uno de los autores más exitosos en la literatura infantil, autor de Charlie y la fábrica de chocolate (un libro que, además de ser considerado la mejor novela juvenil del Dahl, ha vendido más de 13 millones de ejemplares en todo el mundo y fue traducido a 32 idiomas), Los Gremlins, James y el melocotón gigante, Matilda, El gran gigante bonachón, Agu Trot, El Superzorro, y muchos más también llevados a la pantalla grande. Dentro de su obra también sobresalen relatos no infantiles como Sólo esto, No llegarán a viejos, El ayer fue hermoso, Alguien como tú y Madame Rosette.
Sin duda Dahl tenía una gran y peculiar forma de contar historias, pero su fama era la de un persona difícil y sus personajes fueron criticados por su rebeldía y lenguaje. El autor llevó un vida difícil, su padre falleció cuando él tenía tres años y la educación que recibía de su madre era estricta e incluía fuertes castigos. Se alistó como aviador durante la Segunda Guerra Mundial y en 1962 vio morir a su pequeña hija. Tres años más tarde, su esposa Patricia Neal sufrió una enfermedad que estuvo a punto de dejarla ciega e inválida. Además, Theo, su otro hijo, sufrió un grave accidente de carretera que le causó daños en el cerebro cuando sólo tenía tres años.
Roald Dahl falleció de leucemia en 1990 a los 74 años en una pequeña cabaña situada en el jardín de su casa en Great Missenden (Buckhinghamshire), un pueblo a unos 40 kilómetros de Londres.