Redacción/SinEmbargo
24/10/2015 - 12:00 am
“La Noche de Iguala”, otro boomerang le cae al Presidente
De plano no se entiende la estrategia de comunicación del Gobierno federal. No se entiende que ante el reclamo mundial por la crisis de violaciones de los derechos humanos en el país y los señalamientos de organismos internacionales por caso de alto impacto, como Tlatlaya y Ayotzinapa, los funcionarios, comenzando por el propio Presidente Enrique […]
De plano no se entiende la estrategia de comunicación del Gobierno federal.
No se entiende que ante el reclamo mundial por la crisis de violaciones de los derechos humanos en el país y los señalamientos de organismos internacionales por caso de alto impacto, como Tlatlaya y Ayotzinapa, los funcionarios, comenzando por el propio Presidente Enrique Peña Nieto y por Miguel Ángelo Osorio Chong, responsable de la Secretaría de Gobernación (Segob) y de la seguridad nacional del país, y terminando por otros de menor rango, respondan con la negación e incluso con retos y bravuconadas.
No se entiende tampoco, que en el caso que nos ocupa, el de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, los estrategas de mercadotecnia del Presidente no le hayan advertido del escándalo que provocaría la difusión de la película “La Noche de Iguala”, un “pseudocumental”, como lo califica The Huffington Post, que pretende reforzar la “verdad histórica” a la que llegó el ex Procurador Jesús Murillo Karam.
El trabajo encabezado por el periodista Jorge Fernández Menéndez, columnista de Excélsior y el director Raúl Quintanilla, director académico del Centro de Formación Artística de TV Azteca, insiste en que los jóvenes fueron secuestrados en la ciudad de Iguala, asesinados y cremados en el basurero de Cocula.
“El guión intenta convencer a los espectadores que el crimen de Ayotzinapa es algo local, concretamente de Iguala y en general limitado al estado de Guerrero, asolado por dos cárteles de la droga antagonistas: los Guerreros Unidos y los Rojos. Por tanto, el culpable de todo es el Alcalde José Luis Abarca y su Policía municipal a las órdenes de Guerreros Unidos. Y por supuesto el ex Gobernador Ángel Aguirre. Hasta allí llegan las responsabilidades de este crimen, según esta versión oficialista.”, escribió sobre el filme la periodista Sanjuana Martínez, columnista de SinEmbargo.
La película, que se estrenó el jueves y que se proyecta en decenas de cines en toda la República, fue rechazada de inmediato por ciudadanos que, incluso, lanzaron una petición en Change.org, para que sea retirada de los cines, debido a la falta de respeto a las víctimas y sus familiares.
No se sabe si Presidencia sabía de la realización de este filme. Los autores dicen que no, y han negado los señalamientos de que el documental fue financiado por el Gobierno federal.
Sin embargo, luego de tantos errores de comunicación de la Presidencia y de los estrategas de mercadotecnia del Jefe del Ejecutivo federal, la sociedad civil, particularmente la organizada, tiene dudas y asegunes sobre la película.
Hace unos días, los padres de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala, Guerrero, hace más de un año también se pronunciaron en contra.
“Hoy rechazamos esa proyección, que no es otra cosa más que el resultado de las investigaciones de las instituciones de justicia para confundir a la gente y crean que los estudiantes estaban de alguna manera involucrados con el tema del crimen organizado”, expuso Melitón Ortega, el vocero de los padres.
Y será el sereno, las críticas se le suman al Presidente, no a los autores. Es un nuevo boomerang contra la imagen del Primer Mandatario quien ya debiera poner orden en esa estrategia fallida, pues a cada intento de reforzar el discurso oficial sólo se topa con nuevos escollos.
¡Feliz fin de semana!
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