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El INM ni resuelve ni responde a la crisis migratoria de México: padre Solalinde

24/09/2021 - 10:37 pm

El activista Alejandro Solalinde denunció que trabajadores del Instituto Nacional de Migración no están respetando los derechos humanos de las personas migrantes. «El INM no está resolviendo ni respondiendo a las necesidades», dijo en entrevista con Zeta.

Por Alejandro Arturo Villa

Tijuana, 24 de septiembre (Zeta).- La crisis migratoria que vive México es una problemática muy compleja que tiene responsables identificados por los distintos grupos defensores de derechos humanos migrantes.

En el sur del país, la Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración (INM) enfrentan a personas en contexto de movilidad originarios de Centroamérica y Haití; mientras que en la frontera Norte, los albergues están colapsados y el campamento en la Garita El Chaparral se ha convertido en un foco de inseguridad en Tijuana.

Autoridades de los tres niveles de Gobierno son omisos a las necesidades de estos sectores vulnerables, generando que las organizaciones civiles se encarguen de atender esta problemática.

En ese contexto sobresalen dos nombres de defensores de derechos humanos migrantes a nivel nacional: José Alejandro Solalinde Guerra, Director de Hermanos en el Camino; y Gregorio López Gerónimo, Director de El Buen Samaritano en Apatzingán, Michoacán.

Ambos atípicos sacerdotes concedieron una entrevista exclusiva a ZETA en su más reciente visita a Tijuana, como parte de sus esfuerzos por mejorar las condiciones de las personas en contexto de movilidad y los mexicanos desplazados por la violencia.

A continuación, el encuentro periodístico sostenido con el Padre Solalinde:

— ¿A qué se debe su vista a Baja California?

“Fue debido a que tuvimos un encuentro en Rosarito con representantes, con fundadores dirigentes, directores de los principales albergues, organizaciones y casas del migrante de la región. Fundamos el Consejo Binacional Pro Migrante, pero en realidad es internacional porque hay personas de Sudamérica y Canadá”.

— ¿En qué consiste el Consejo?

“Se constituye en momentos que es necesario hacer un análisis de la situación del migrante, sobre lo que está pasando y hacer una evaluación con propuestas concretas al titular del Ejecutivo”.

— ¿Se reunirán con Andrés Manuel López Obrador?

“Voy a tratar de conseguir un encuentro con el Presidente para que él escuche las diferentes voces de las organizaciones que desde hace muchos años trabajamos con ellos (migrantes); sentimos que es necesario porque el INM, no está resolviendo ni respondiendo a las necesidades cómo están ahora. Somos acompañantes de migrantes y defendemos los derechos humanos, pero también estamos siguiendo un poco la pista de lo que ellos quieren y tratar de apoyarlos.

“Estamos en un momento crítico en que vemos que el INM es menos corrupto y más seguro, pero no vemos que esté respondiendo bien, hay mucho burocratismo, hay personas que estaban desde regímenes anteriores que les falta sensibilidad y no están respetando los derechos humanos, sobre todo tratándose de respetar los papeles de los migrantes. Por ejemplo, la oficina de Trámites puede estar expidiendo visas humanitarias, pero luego la oficina de Control y Verificación, la de Representación, se las quitan de mala manera y además los deportan. Es injusto, teniendo un documento oficial no lo respetan, se los quitan y los deportan, por eso nos hemos reunido: para crear el Consejo, analizar esto y tomar medidas, ver qué hacemos”.

— ¿Ya ha platicado con el Presidente sobre esta problemática?

“No, porque la última vez que lo vi, no hace mucho, no se habían dado estas presencias masivas de migrantes de las últimas semanas. Por eso no puede, pero precisamente queremos platicar con él. No somos ingenuos para pensar que llegan solitos los migrantes y la Guardia Nacional los ataca, eso es ingenuo y no es cierto. La Guardia Nacional está para apoyar la seguridad de México, sobre todo para cuidar también a los migrantes y no para atacarlos; pero también es cierto que estos flujos migratorios no aparecen por generación espontánea, son provocados y financiados, muchas veces por Estados Unidos, no por el Gobierno, pero sí por algún político estadounidense.

“Por ejemplo, Pueblo sin Fronteras siempre está acarreando migrantes y ciertamente no lo hace por amor al arte. Están acarreando a la gente cuando hay intereses de Donald Trump de por medio. He observado que cuando hay fechas electorales, ahí están ellos, como ahorita. Conociéndolos como los conozco, no podemos pensar que los migrantes están llegando porque ya no aguantan estar en sus países, tampoco puedo pensar que es natural que un papá tome a su hijo y lo ponga como escudo contra la Guardia Nacional, eso no es posible; son estrategias mediáticas y simbólicas que ellos manejan para hacer quedar mal al Gobierno de Andrés Manuel. Aquí el asunto es hacer quedar mal a él, a López Obrador, porque a Estados Unidos no le gusta la forma de gobernar del Presidente, lo va a tratar de desautorizar de alguna forma y esta es una de ellas”.

— Entonces, según usted, las causas que hacen que la gente migre no son reales.

“Claro que sí son reales. Las causas en los lugares de origen no parecen cambiar mucho, sigue habiendo violencia, hay pobreza, corrupción… hay todo eso”.

— Financiado por políticos de Estados Unidos, ¿Pueblos sin Fronteras se aprovecha de estas personas?

“Sí”.

— ¿Qué opina de la violencia y represión contra migrantes en Chiapas?

“Eso, yo lo desapruebo totalmente y lo condeno. No hay ninguna justificación para tratar así a ningún ser humano. No estoy de acuerdo y eso es reprobable”.

— En el caso de los desplazados por la violencia en Michoacán, ¿es correcta la forma en que están respondiendo las autoridades de los tres niveles de Gobierno?

“Hace falta que se vayan gobernadores corruptos como Silvano Aureoles y que no regresen nunca. Hace falta que lleguen personas que amen al pueblo, que sean honestos, transparentes, que gobiernen para el pueblo y con el pueblo. Por eso Michoacán es un desastre”.

— ¿Confía en el Gobernador electo de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla?

“Tengo mucha confianza que el nuevo Gobernador va a mejorar el Estado y a evitarse tanta migración, no completamente, porque Michoacán es de alta migración, pero una cosa es migrar por aspiración y otra por que no les queda de otra”.

— ¿Considera que se necesita mano dura en Michoacán, como lo hizo Felipe Calderón?

“Él, cómo no era legítimo, tenía que justificarse de alguna manera y fue un desastre porque hundió a México en la sangre y la corrupción. Se necesita una estrategia muy inteligente, lo que nuestro Presidente está empleando es la justicia restaurativa y no punitiva. De esa manera, Andrés Manuel cree que todos los mexicanos somos una familia y no hay por qué perder a nadie, tampoco tener una visión de buenos y malos, aun las personas que están en el crimen organizado, están en el lugar equivocado, pero son personas, mexicanos, seres humanos, ¿por qué no darle la oportunidad de que cambie de vida? Si no se puede, ni modo, ya escogerán su camino, porque muchos de ellos no duran nada, o es la muerte o la cárcel.

“La estrategia es muy buena, ¿para qué trabaja un narcotraficante? Para ganar dinero, pero si a la mera hora le fiscalizan sus cuentas o las decomisan, ¿para qué trabajo, si tarde o temprano van a rastrear mis cuentas y no podré ganar lo que quería? Ya no se puede, se acabó el régimen corrupto.

“Cuando defendía mucho a los migrantes, yo hablaba del crimen organizado y del crimen autorizado, ahorita el organizado sigue, pero el autorizado ya no. De que sigue habiendo, lo hay, pero ya no está autorizado”.

— Dejar en libertad a Ovidio Guzmán, ¿no es crimen autorizado?

“Fui uno de los que me enojé cuando el Presidente lo liberó. Me enojé al momento y hasta le hablé, te confieso, al entonces secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, y le pregunté qué pasó, y me dijo que me explicaría después. Ese momento fue clave para México, un parteaguas. Si en ese momento Andrés Manuel hubiera decidido atacar, cosa que por más armas que ostentan, no tienen las armas del ejército. Por más que digan que tienen todo el dinero del mundo, no tienen las armas que quisieran, el Ejército siempre tendrá las mejores armas, el Ejército Mexicano es el más poderoso de América Latina, después de Brasil.

“Si él hubiera decidido atacar y no lo hubieran soltado, ¿qué hubiera pasado? ¿Se iba a suspender el negocio? Pues no, hubiera llegado otro a pelear su puesto. A Ovidio es cuestión de tiempo, algún día va a caer, sus finanzas se van a ir ahorcando.

“La otra reacción era atacar por el lado de la violencia fuego con fuego, esto hubiera hecho que Estados Unidos se pusiera muy contento, porque nosotros siempre hemos puesto los muertos y Estados Unidos nos vende las armas; la Asociación Nacional del Rifle de Estados Unidos es el alma de la economía junto con Wall Street, vive de la carroña, de la guerra, de los conflictos.

“Andrés Manuel tomó la decisión correcta. Debemos buscar otra forma que no sea esa de echar a pelear a los hermanos, de tener a Estados Unidos como nuestro proveedor de armas y nosotros poniendo los muertos, ya lo vivimos una vez y ya no queremos eso. Esto es más tardado, sí, es como un tratamiento alópata y uno homeópata, los segundos siempre tardan más, son buenos y seguros también, pero tardan más en hacer efecto. ¿En tres años puedes cambiar un país como lo dejaron? El PAN y el PRI destruyeron México, lo hicieron un horror de violencia y corrupción”.

Pueblo sin Fronteras, asegura Solalinde, acarrea migrantes «cuando hay intereses de Donald Trump de por medio”. Foto: Mireya Novo, Agencia Cuartoscuro.

— ¿Ya visitó el campamento de «El Chaparral»? ¿Coincide con activistas en que urge la intervención del Gobierno federal?

“No hay falta de atención, la cosa es más compleja. Cualquier cosa puede generar un conflicto internacional. La gente de «El Chaparral» no está solita, no está esperando que le llegue café y pan o que les lleven algo. Ahí está metido Pueblos sin Fronteras, hay pandillas y gente armada; eso lo sabemos.

“Seguridad nacional no puede meterse así como así, tiene que tener estrategias de disuasión primero, para que quienes controlan «El Chaparral» no lo sigan haciendo. Yo mismo, si en este momento voy al Chaparral, de hecho iré algún día, tengo que hacerlo con precauciones porque está controlado. Es una zona de inseguridad, el Gobierno debe hacer con cuidado las cosas. Ya las está haciendo, se está metiendo, le está echando inteligencia, porque ya está metido ahí pero no puede, no debe hacer cosas que permitan que quienes quieren una provocación, demuestren que no respetan los derechos humanos y echarle la culpa a la Guardia Nacional, es muy complejo”.

— ¿Es «El Chaparral» una trampa?

“Sí, es una trampa, porque para empezar, ¿por qué no han querido desplazarse a otro lado donde se les pueda atender mejor, donde se les pueda dar trabajo, por qué ahí? Porque ahí los necesita Pueblos sin Fronteras, para cuando los necesiten y los revienten contra la frontera como lo han hecho, para demostrar que de verdad son invasores, que hay que cuidarse de ellos, como dice Donald Trump”.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) expresó el pasado mes de junio su preocupación por la vulneración de derechos humanos en el campamento migrante «El Chaparral». Foto: Omar Martínez, Agencia Cuartoscuro.

— ¿Quién está haciendo mal su trabajo en el tema migrante?

“A tres años, el Gobierno no ha dado una en el tema migratorio, falta que se respeten totalmente los derechos de las personas migrantes, pero también la cuestión documental que les interesa a ellos.  Si yo fuera el comisionado, yo tengo 35 mil haitianos, como están en Tapachula, oye yo veo qué hago, les doy su oficio de salida, algo hago para ayudarlos a ellos primero, para que no tengan un mayor problema entre ellos. Les ayudo para que se vayan a cualquier ciudad, porque son personas preparadas, trabajadoras, que pueden estar en cualquier lugar, pero nunca les pongas un corral porque no lo van a aceptar.

“Como defensor de derechos humanos y director de Hermanos en el Camino, yo digo que el INM no está resolviendo, no se pone las pilas. ¿Qué está pasando? ¿Están asesorando mal al Comisionado, o el Comisionado de plano no da el ancho? Si es así, entonces tiene que ser generoso con México y con los migrantes, decirle al Presidente: ‘Muy amigo tuyo, pero discúlpame, renuncio’. Eso sería muy bueno que lo hiciera, sería muy honesto que dejara a una persona que, además de buscar la seguridad, también resolviera e hiciera una reforma interna, administrativa, dentro del INM que respetara a los migrantes”.

— ¿Tiene algún nombre que podría ocupar este cargo?

“Hay muchísimas personas, muy completas y que tienen el expertise intelectual, son migrantólogos y también conocen la forma operativa de los migrantes y han estado en campo. El Presidente ha echado mano de lo que tiene, pero no saben de migración y tampoco lo ayudan mucho, porque no lo han logrado en tres años”.

PADRE GOYO, LA INFILTRACIÓN DELINCUENCIAL EN MICHOACÁN, Y EL PACTO CON DELINCUENTES

A continuación, la entrevista sostenida con Gregorio López Gerónimo:

— ¿Qué está pasando en Michoacán?

“Una descomposición social y política, una infiltración por parte de los delincuentes en todos los niveles, en la Policía, en el Gobierno, en la fiscalía, en toda la estructura de Gobierno y las instituciones hubo infiltración, y tuvimos que hacer denuncias y levantar la voz.

“Estamos en una hora crítica de una guerra terrorista con drones y granadas de fragmentación; tenemos alrededor de de 24 mil desplazados de varios municipios, desde Apatzingán, Parácuaro, Nueva Italia, Tepalcatepec, Aguililla, Coalcomán, Chinicuila, Coahuayana, Churumuco, Arteaga, Lázaro Cárdenas y Huetamo, 14 municipios golpeados y devastados por la delincuencia organizada”.

— ¿Qué implica el trabajo que usted hace en El Buen Samaritano?

“Lo hacemos desde adentro y no a distancia como el Gobierno. Ellos buscan estrategias desde su oficina, nosotros lo hacemos con base en dos cosas: la proximidad y la projimidad. La primera consiste en meterme entre ellos, tocarlos, escucharlos, verlos, oírlos y sentirlos; la segunda significa verlos como un hermano, como un prójimo y no como un número ni cosificados, ni como animales, sino como alguien con dignidad, como un hijo de Dios”.

— Se enfrenta a criminales sanguinarios, ¿no tiene miedo?

“Tenemos riesgos, los hay; pero también el individuo, por muy malo que sea, tiene que reconocer que se está haciendo bien, el bien le va a doler a los malos, pero tienen que aceptarlo. También hay gente que te protege y te ve bien porque le das de comer a los hambrientos, estás ayudando a los indigentes y a los migrantes, muchos de ellos son sus hijos, varios de los que están acá son hijos de delincuentes, muchas esposas de los delincuentes, por mucho mal que estés haciendo, les sirvo más vivo que muerto.

“Ellos mismos lo reconocen: si no ayudan no estorben, pero también hay que pensar las soluciones a futuro, esto es mediático y momentáneo, estamos rediseñando ahorita una estrategia duradera a futuro a la que le llamamos Justicia Transitorial, que no aparece en los documentos de derecho del Estado michoacano, pero sí lo encontramos en otros países como Colombia”.

— ¿En qué consiste la justicia transitorial?

“En sentar a magistrados, peritos en materia legal y seguridad pública, traer a militares y también a asociaciones civiles capaces de negociar, de sentar abogados de los distintos frentes y hacer convenios. Se busca hacer una alianza, un parlamento, donde podamos llegar a puntos de acuerdo. Michoacán no puede seguir por los caminos del golpe, ni de la pasividad. No podemos quedarnos como espectadores, tenemos que ser actores, estoy convencido de esto”.

— ¿Abrazos, no balazos?

“La política de ‘abrazos, no balazos’ es un eslogan que no tiene acciones concretas. Necesitamos accionar los abrazos de tal forma que se haga creíble, se necesita que esos abrazos se traduzcan en a quién voy abrazar, personificarlo, darle nombre y apellido; a quien hay que darle ese abrazo, hay que platicar con él. Necesito primero acercarme en una proximidad a él y segundo una projimidad. Quién es y verlo como persona que también tiene los derechos, sin dejar de lado que también él debe respetar mis derechos y el de mis hermanos. Que él pacte que va a respetar los derechos humanos, tenemos que hacer una mesa de diálogo”.

— ¿Es una mesa de diálogo con miembros del crimen organizado?

“Con representantes de ellos, que vengan a comprometerse, a meterse en cintura, es la sociedad la que estamos organizando”.

— ¿Tiene usted contacto con integrantes del crimen organizado?

“Yo no tengo diálogo, ni conozco con quien me tengo que enfrentar. Primero, un criminal no tiene palabra, no sabe de ética ni de moral, pero ocupamos un representante de ellos, algún ciudadano que dé la cara, que no traiga pasamontañas, que dé la cara y firme, hacer una alianza. En esa justicia transitoria hasta el Gobierno debe firmar también”.

— ¿Qué buscarían como resultado de este pacto?

“Que haya seguridad, paz, diálogo, desarrollo; que haya común acuerdo, nada más”.

— ¿Qué pasaría si no se cumple el acuerdo?

“Se obligaría al Gobierno federal a que, si estos compas no están dispuestos a eso, entonces ahí sí no se les apliquen los abrazos. Se les está dando el abrazo, la oportunidad, el perdón, pero si no aceptas, te tengo que tratar como animal porque no entendiste, porque no tienes esa capacidad racional y te voy a tratar como lo que eres”.

— ¿Cree que acepten el diálogo?

“Te digo que esto sí se puede lograr porque ya están cansados, están desgastados. Los sicarios ya quieren la paz y el diálogo, son parientes y amigos. Además, ya no puedes transitar, ya no hay fiestas en los pueblos, la economía está colapsada.

“Me decía un sicario: ‘Pesa más un rifle que una guadaña. Yo prefiero trabajar derecho aunque gane poquito y tener la seguridad que los frijoles que estoy comiendo, mis hijos lo están viendo, estoy honrando a mis hijos y no que les traigo carne a costa de la muerte de un hermano’”.

La Justicia Transitorial del Padre Gregorio López busca crear un grupo multidisciplinario en pro de la «seguridad, paz, diálogo y desarrollo». Foto: Alán Ortega, Agencia Cuartoscuro.

— ¿Cómo vive un sicario de Michoacán?

“Hay los capos y los sicarios. Los sicarios son como un perro cualquiera que vive al día, se le paga una miseria por matar, pero ya se hizo una escuela, eso es lo malo. Lo peor que le puede pasar a cualquier pueblo, es acostumbrarse al olor a muerte, a los balazos”.

— ¿Ya hubo acercamiento con el Gobernador electo, Alfredo Ramírez Bedolla?

“Sí, él está muy interesado en el tema, fue a varios pueblos. Ha dicho que contemos con él. A propósito, vamos hacer mesas de seguridad y justicia con cuatro ángulos: Gobierno, sociedad civil, académicos y empresarios”.

— ¿Cómo ve la acción del Gobernador Silvano Aureoles de denunciar que el crimen organizado estuvo metido en las elecciones?

“Es una manera de tirar la bolita hacia allá para que no vean que es él. El delincuente más grande de Michoacán se llama Silvano Aureoles Conejo, él es el Gobernador más corrupto que ha tenido en su historia Michoacán. Todo mundo lo sabe y va la DEA sobre él. Irá a la cárcel, tenlo por seguro. Si la delincuencia está armada y articulada en el Estado, es gracias a él, sus mejores amigos están entre los delincuentes”.

— ¿Cómo están llegando los michoacanos desplazados a Baja California?

“He venido a tocar puertas, porque no quiero gente en ‘El Chaparral’, no los quiero en la indigencia. He ido a Derechos Humanos, a Atención a Víctimas, al Instituto de Atención al Migrante, para que los reciban. Tenemos 14 albergues solidarios con nosotros”.

— ¿El Gobierno federal lo ha apoyado?

“Sólo me ha ofrecido lugar para 500 personas en el Centro Integrador para el Migrante, pero también tengo a mis paisanos en albergues de Mexicali, Tecate, Ensenada, San Luis Río Colorado y Rosarito; además de Tijuana. Tengo gente distribuida en toda la región”.

— ¿Cómo coordina a tantos desplazados?

“Contamos con un equipo amplio de voluntarios expertos en distintas áreas. Por ejemplo, en Tijuana tenemos al Padre Manuel Astorga, quien se encarga del hospedaje, él sabe en toda la frontera dónde hay un lugar que los reciba, tengo a otra persona que los apoya con las denuncias ante la fiscalía y derechos humanos.

“Tenemos gente en cada área. Tengo un sacerdote, Eduardo Ortiz Alonso, que ve todo lo relacionado a la salud de los desplazados, así cada voluntario tiene una tarea. Somos 35 personas en 10 chats para coordinar a todos, apoyados de asesores y abogados, que no cobran ni un solo peso”.

Muchas gracias.

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Redacción/SinEmbargo
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