El cantante de 54 años está acusado de dirigir una empresa criminal con sede en Chicago que reclutó a sus acusadores para sexo no deseado y tormento mental.
NUEVA YORK, 24 de septiembre (AP) – El destino de R. Kelly está ahora en manos de un jurado después de semanas de espeluznantes testimonios en su juicio por conducta sexual inapropiada.
Un jurado de siete hombres y cinco mujeres comenzó a deliberar sobre cargos de crimen organizado y tráfico sexual contra la superestrella del R&B el viernes.
Los fiscales y los abogados defensores terminaron sus alegatos finales esta semana. El cantante de 54 años está acusado de dirigir una empresa criminal con sede en Chicago que reclutó a sus acusadores para sexo no deseado y tormento mental.
Los testigos dijeron que Kelly los sometió a caprichos perversos y sádicos cuando eran menores de edad. Él negó haber hecho nada malo.
Kelly «creía que la música, la fama y la celebridad significaban que podía hacer lo que quisiera», dijo la fiscal federal adjunta Nadia Shihata en un tribunal federal de Brooklyn en una feroz refutación al argumento final de la defensa que describía a Kelly como víctima de acusaciones falsas.
Pero, agregó, “no es un genio, es un criminal. Un depredador.» Agregó que sus presuntas víctimas “no son groupies ni buscadores de oro. Son seres humanos «.
Después de que Shihata terminó, la jueza de distrito de los Estados Unidos Ann Donnelly comenzó sus instrucciones finales para los miembros del jurado, quienes luego comenzaron a deliberar.
Kelly, de 54 años, quizás mejor conocido por el gran éxito de 1996 «I Believe I Can Fly», se declaró inocente de los cargos de extorsión que lo acusaban de abusar de mujeres, niñas y niños durante más de dos décadas.
También está acusado de múltiples violaciones de la Ley Mann, que hace que sea ilegal transportar a cualquier persona a través de las fronteras estatales «para cualquier propósito inmoral».
Los fiscales dicen que su evidencia prueba cómo Kelly, con la ayuda de algunos miembros leales de su séquito, utilizó tácticas del “libro de jugadas del depredador” para explotar sexualmente a sus víctimas.
Las tácticas incluyeron aislarlos en habitaciones de hotel o en su estudio de grabación, someterlos a reglas degradantes como hacer que lo llamen «papá» y grabar videos, algunos vistos por el jurado en el juicio, de ellos teniendo sexo con él y otros como un medio. para controlarlos, dijeron los fiscales.
En su cierre, el abogado defensor Deveraux Cannick le dijo al jurado que el testimonio de varios acusadores estaba lleno de mentiras y que «el gobierno les permitió mentir».
Cannick argumentó que no había evidencia de que los acusadores de Kelly nunca fueran obligados a hacer nada en contra de su voluntad. En cambio, dijo Cannick, las novias de Kelly se quedaron porque él las mimó con viajes aéreos gratuitos, compras y cenas elegantes, un trato que contradecía la etiqueta de depredador.
“Les dio un estilo de vida lujoso”, dijo. «Eso no es lo que se supone que debe hacer un depredador».
