Por Mayra Martínez Medina
Ciudad de México, 24 de septiembre (SinEmbargo/EconomíaHoy).– La pobreza en México es relativa, todo depende de la encuesta con que se mire. Hace unas semana el Instituto Nacional de Estadística y Geografía informó que el ingreso de los hogares mexicanos cayó 3.5 por ciento, pero considerando los resultados de todas las muestras de que se apoya el Inegi para realizar la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2014 (ENIGH), el ingreso subió 2.6 por ciento. Los resultados «sugieren que la pobreza en México puede estar exagerada», con base en la percepción de ingresos, una de las variables para medir los niveles de pobreza.
En teoría, el Inegi debe incluir en su encuesta para la medición del ingreso en los hogares a los deciles altos, sin embargo al haber pocos «ricos» disminuyen las probabilidades de que formen parte de la muestra aleatoria.
Aunado a ello, la gente que contesta a la encuesta puede emitir una verdad a medias respecto a cuánto y gana y en qué gasta su dinero, por razones de seguridad. Por lo tanto, conocer el valor real de los ingresos en los hogares y su impacto en la medición de la pobreza es relativo.
Dentro de poco el ingreso que se percibe entre los deciles más altos dejará de ser «secreto de estado» ya que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) -guardando la privacidad- proporcionó al Inegi, para efectos estadísticos, la información sobre los ingresos de recaudación que permitirá ubicar cuánto perciben los «más ricos»; así las estadística de la medición de los ingresos en los hogares será más acorde a las condiciones socioeconómicas de la población.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en 2012 había 53.3 millones de pobres, número que creció a 55.3 millones en la medición de 2014, fechas que coinciden durante la estancia de Rosario Robles en la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
El Coneval considera que una persona es pobre si carece de al menos 1 de 6 satisfactores: educación, salud, alimentos, acceso a servicios de seguridad social, vivienda y calidad de servicios para vivienda.
La captación de ingresos es otro de los determinantes en la clasificación de la pobreza. Para el Coneval, la población que habita en una ciudad que percibe un ingreso menor a 2 mil 542 pesos y de mil 614 pesos en la región rural es pobre.
Félix Vélez Fernández, experto en economía del observatorio México ¿cómo vamos?, explicó que según la ENIGH que considera una muestra de 21 mil consultados, el ingreso de los hogares en 2104 perdió un 3.5 por ciento, pero si se toma en cuenta la muestra de 64 mil hogares del Módulo de Condiciones Sociales (MCS), en realidad el ingreso subió 2.6 por ciento. «No es lo mismo decir que en México cayó el ingreso de los hogares a que mejoró», y si el Coneval en su medición solo consideró el dato del ENIGH, es una consecuencia lógica que haya aumentado el número de pobres en México.
En opinión del economista, la muestra del MCS está más apegada a las condiciones reales porque en esta medición «hay más posibilidades de que se incluya la información de las encuestas entre las personas de los deciles más altos», es decir, entre quienes perciben más ingresos. Además de que los datos de la ENIGH se integran a la MCS.
Para Vélez «es poco creíble pensar que si la economía crece 2 por ciento, el ingreso caiga 3 por ciento porque están correlacionados». Según el economista existen otros técnicos que obstaculizan el dato real de cuánto es el ingreso de los hogares en México, que impacta en la medición de la pobreza del Coneval.
Entre las limitaciones técnicas, Vélez quien también forma parte de la vicepresidencia de Información Demográfica y Social de la Junta del Inegi, destacó el índice Gini en México y es que si hay una mejora del ingreso entre los deciles más bajos es porque en estos estratos recae la aplicación de los programas sociales del gobierno federal.