Ciudad de México, 24 de septiembre (SinEmbargo).– El vocero de la Tribu Yaqui Mario Luna Romero, liberado ayer luego de permanecer 377 encarcelado en medio del conflicto por el Acueducto Independencia, aseguró que siempre fue un preso político del ahora ex Gobernador Guillermo Padrés Elías y que durante su cautiverio se inspiró en todos los luchadores sociales caídos en el país para soportar la prisión.
“Siempre fui un preso político y de conciencia de Padrés, porque él anunció una cacería de yaquis y fomentó el odio racial entre Hermosillo y la tribu. Lo hizo ante la vista de todos”, dijo Luna Romero en entrevista con SinEmbargo, unas horas después de su liberación.
Mario Luna Romero, uno de los voceros y líderes más activos en el conflicto del Acueducto Independencia, fue detenido el 11 de septiembre de 2014 a las 9:40 horas en Ciudad Obregón por personas vestidas de civil a bordo de cuatro vehículos no oficiales.
En un principio organizaciones como Servicios y Asesoría para la Paz (Serapaz) lanzaron una alerta al desconocer el paradero del vocero yaqui e hicieron un llamado a Guillermo Padrés Elías, entonces Gobernador del Partido Acción Nacional (PAN).
“Hacemos un llamado al Gobernador del estado de Sonora Guillermo Padrés Elías para detener esta escalada represiva en contra de los representantes de la Tribu y para que se abran caminos de diálogo que encuentren salidas a este conflicto”, dijo Serapaz ese día.
Luego se supo que el vocero fue acusado de los delitos de robo de automóvil y el presunto secuestro de un miembro de la comunidad. Guillermo Padrés Elías, del Partido Acción Nacional (PAN), lo metió a prisión. Ayer, Luna salió 10 días después de que Padrés Elías –quien ahora es señalado en Estados Unidos de enriquecimiento inexplicable– dejó la gubernatura de Sonora.
Mario fue liberado casi un mes después de que el otro líder yaqui, Fernando Jiménez Gutiérrez, fuera ex carcelado.
El líder yaqui indicó que fueron sus antepasados yaquis y todos aquellos luchadores que están en las cárceles de México por se disidentes y luchar por hacer valer sus derechos, lo que lo mantuvo firme.
“Ellos fueron mi inspiración en estos días de encierro. El sacrificio fue por mis hijos, por mi pueblo. Me siento orgulloso y no habrá nadie que me señale por omiso. Mis hijos pueden sentirse orgullosos”, dijo.
El vocero yaqui expuso que fue gracias al apoyo de las organizaciones civiles que se mantuvieron vigilantes de su bienestar al interior de la cárcel, que el gobierno de Padrés no intentó hacerle algo más grave al encarcelamiento.
Luna Romero convivió con presos de alta peligrosidad, sin embargo, aseguró, nunca fue amenazado de muerte, ni golpeado en prisión.
“Nosotros nunca anduvimos a escondidas, la visibilización con el amparo y los ojos de las organizaciones sociales que tomaron como propia nuestra bandera, ayudó para que no intentaran alguna situación adicional al encierro”, planteó.
Mario Luna adelantó que se reincorporará de inmediato a la lucha que la tribu libra desde que se construyó el Acueducto Independencia y que personalmente buscará a la Gobernadora Claudia Pavlovich Arellano para llegar a un acuerdo sobre el conflicto.
“Se tienen que cumplir cabalmente nuestro derecho humano al agua, las señales fueron buenas, esperamos que se lleven a cabo. Buscaré algún canal de diálogo, tenemos que llegar a un acuerdo, la Ley se tiene que cumplir. Nosotros no nos vamos a dejar despojar. Todo intento de seguir con eso, implicará la confrontación con nuestro pueblo”, dijo Luna.
Mario Luna añadió que fue más de un año de encierro, pero que durante su cautiverio se ocupó como apoyo en un centro de desintoxicación para otros internos.
Ahí ayudó a recuperarse de la adicción a las drogas a tres generaciones de jóvenes, narró, lo que lo mantuvo activo.
“Yo siento que serví ese año a otros jóvenes, pero para mi familia es irrecuperable ese tiempo que estuve privado de mi libertad. Mis hijos sufrieron”, comentó.
LUNA Y EL AUTOEXILIO EN EL DF
El vocero de la tribu Mario Luna vivió antes de ser encarcelado un proceso de autoexilio en el Distrito Federal a mediados de 2014, debido a la persecución y amenazas en su contra.
Sin embargo, Luna decidió regresar a Sonora para acompañar a su tribu en la lucha por el cierre del Acueducto y fue aprehendido días después de su retorno a la entidad.
En una de las últimas apariciones públicas en el Distrito Federal, Mario dijo que respondería por las acusaciones del gobierno del panista Guillermo Padrés Elías, cuando el acueducto se cerrara.
“No hay pruebas de lo que me acusan, porque ni siquiera estábamos ahí yo y los demás líderes que también son acusados, pero para demostrarlo tenemos que presentarnos. No lo voy hacer, porque si violaron todos nuestros derechos para lograr construir el acueducto, no creo que respeten mis derechos humanos y no me quiero convertir en un ‘liberen a Mario’ y se pierda la esencia de nuestra lucha que es por la defensa de nuestros recursos”, dijo.
Luna aseguró que la orden girada en su contra formaba parte de una campaña de odio que emprendió Guillermo Padrés en contra de la tribu y de sus voceros.
“Es una campaña que los operadores políticos del gobierno del PAN lleva a cabo con la gente. Han dicho que los que nos oponemos al Acueducto, somos mentes criminales y perversas. Los yaquis ya no podemos transitar seguros por el estado, la gente en los medios de comunicación escribe cosas racistas, que nos van a matar», dijo.
De acuerdo con Luna la persecución del gobierno de Guillermo Padrés era tal, que retiró becas de estudio a niños y adolescentes de la tribu y los yaquis deben padecer trabas gubernamentales para cualquier trámite.
«Nos tiene totalmente marcados, para todo, si eres yaqui, ellos tienen que dar el visto bueno. Nos está haciendo la vida muy difícil en Sonora. Está así Padrés, rabioso con nosotros, porque sabe que el yaqui no se vende y que vamos a luchar hasta parar el Acueducto”, dijo.
En Hermosillo las autoridades locales emprendieron una campaña en contra de los yaquis y también para presionar a los hermosillenses con la amenaza de que no habría agua, si dejaba de operar el Acueducto Independencia.
El Gobierno estatal había aprobado la construcción del Acueducto Independencia, con el que el agua de la comunidad sería desviada hacia la capital de la entidad sin un estudio mínimo de impacto ambiental.
El proyecto del Acueducto Independencia pretende trasvasar alrededor de 60 millones de metros cúbicos de agua de la cuenca del Río Yaqui a la del Río Sonora. En 2011, el proyecto fue autorizado sin consultar a la Tribu Yaqui.
El caso llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que el 8 de mayo de 2013 confirmó el amparo y ordenó declarar insubsistente la Manifestación de Impacto Ambiental y que se consultara a la Tribu Yaqui, de conformidad con los estándares internacionales.
El pasado 27 de agosto, Amnistía Internacional (AI) entregó a la Secretaría de Gobernación de México más de 15 mil 600 firmas exigiendo justicia y la defensa de los derechos humanos de la Tribu Yaqui del estados de Sonora
“Es crucial que se analice inmediatamente que las autoridades no estén imponiendo restricciones a los derechos humanos de la Tribu Yaqui, verificando que dichas limitaciones no pongan en riesgo la subsistencia de la misma”, dijo el director ejecutivo de AI en México, Perseo Quiroz. “De lo contrario, podrían ocasionarse daños irreparables”, consideró en un comunicado.
AI resaltó que ha existido “una afectación continuada de los derechos humanos” de la Tribu Yaqui ocasionada por la construcción y funcionamiento del Acueducto Independencia, que afecta su territorio.
Actualmente queda pendiente el proceso en contra de otro de los voceros, Tomás Rojo Valencia, quien se mantiene en el Distrito Federal desde que Mario Luna fue capturado.
De acuerdo con Luna la orden de aprehensión en contra de Tomás Rojo sigue vigente y el líder yaqui espera mantener comunicación con la nueva administración estatal en Sonora en los próximos días para revisar las condiciones para un posible retorno.