«Esperamos discutir con las autoridades rusas, ver los datos disponibles y tener un diálogo sobre los requerimientos y estudios adicionales y los estudios que se pueden necesitar», explicó Soumya.
Ginebra, 24 de agosto (EFE).- La Organización Mundial de la Salud (OMS) está a la espera de que Rusia comparta con sus expertos los datos sobre la eficacia y seguridad de la vacuna que ha desarrollado contra la COVID-19 para así abrir un diálogo sobre los requerimientos adicionales que debe cumplir.
«Estamos en discusiones con las autoridades rusas para conocer mejor su vacuna candidata y les hemos pedido los datos sobre eficacia y seguridad», confirmó hoy la científica jefa de la OMS, Soumya Swaminathan.
«Entendemos que han pasado algunos estudios preliminares en humanos y que están por entrar en fase 3 (de ensayos clínicos), en la que realmente podrá mostrar su eficacia», sostuvo.
Después de haber experimentado con animales y luego con algunos cientos de personas para descartar posibles efectos secundarios graves, en lo que se denominan respectivamente fase 1 y 2 de ensayos para una vacuna, la fase 3 implica probarla idealmente en al menos 30 mil o más voluntarios en zonas donde el virus circula activamente.
«If we all:
✅physically distance
✅clean our hands regularly
✅wear masks
✅keep informed
we can collectively break the chains of transmission.
Do it all! Do it all, now.»-@DrTedros #COVID19
https://t.co/2C5Ukkk7od— World Health Organization (WHO) (@WHO) August 24, 2020
A la mitad de los participantes se les inyecta un placebo y al resto la verdadera candidata a vacuna con el fin de valorar la eficacia del producto comparando los resultados de ambos grupos.
«Esperamos discutir con las autoridades rusas, ver los datos disponibles y tener un diálogo sobre los requerimientos y estudios adicionales y los estudios que se pueden necesitar», explicó Soumya.
Las autoridades de Rusia han anunciado que hacia mediados de septiembre empezarían una campaña masiva de vacunación.
La OMS tiene actualmente en su registro 30 candidatas a vacuna contra la COVID-19 que están en distintas fases de estudios clínicos.
La organización publicó el pasado mayo los requerimientos de lo que considerará una vacuna eficaz y segura, que debe ofrecer un mínimo de 30 por ciento protección a la persona inmunizada.
En términos de inocuidad los estudios actuales evalúan posibles efectos indeseados a corto plazo, pero Soumya aclaró que cualquier vacuna aprobada deberá ser evaluada a largo plazo «porque hay algunos efectos secundarios que sólo se pueden ver pasado cierto tiempo».
«Por esto los ensayos tienen que ser realizados de acuerdo a las normas y estándares existentes, para que los expertos puedan analizar los datos y se pueda tomar una decisión sobre si una vacuna debe ser aprobada o no», recalcó en una rueda de prensa.
El asesor del director general de la OMS, Bruce Aylward, recordó que la OMS sólo avala las vacunas que han pasado por su proceso de precualificación de emergencia.
Rusia no ha pedido hasta el momento que su vacuna sea evaluada en esa instancia.
Científicos de todo el mundo están inmersos en la apresurada búsqueda de una vacuna capaz de detener la pandemia de coronavirus que ha causado hasta el momento 23.3 millones de casos en el mundo.
La OMS ha puesto en pie una plataforma denominada COVAX, con la que busca garantizar un acceso global y en términos de igualdad a la vacuna o vacunas que se desarrollen.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunció hoy que hay 172 países que han expresado su voluntad de participar en el COVAX, que actualmente tiene 9 vacunas candidatas en su portafolio.
De esos países, 80 son Estados que estarían en capacidad de financiar por sí mismos la adquisición de la vacuna, mientras que el resto son países de ingresos bajos que necesitarían ayuda financiera para ello.
«Los estudios indican que la competencia global por dosis de vacunas puede aumentar su precio de forma exponencial en comparación con lo que sería un esfuerzo de colaboración como el COVAX», declaró Tedros.
El responsable también señaló que invertir en esa plataforma es «el camino más rápido para poner alto a esta pandemia», ya que garantizaría que todos los países, sean ricos, de ingresos medios o pobres, recibirán de forma igualitaria la vacuna apenas esté lista para su comercialización.