Ciudad de México, 24 de agosto (SinEmbargo/Noroeste).– Ante los abusos de autoridad y supuestos asesinatos cometidos por efectivos de la Armada de México en la sierra de Durango, habitantes del municipio de Tamazula y poblados cercanos exigieron un alto a la impunidad con la que se despliega la Marina en la zona.
Con playeras y banderas blancas, además de pancartas en mano en las que acusan de asesinos a los marinos y exigen un alto a los abusos que cometen los federales, los manifestantes tomaron las calles de la cabecera municipal.
Fue a las 12:30 horas que el contingente partió de la plaza del poblado y recorrió las principales calles hasta llegar a las instalaciones del Parque Central de Tamazula, mismo que se acondicionó como campamento de la Secretaría de Marina.
Los inconformes expresaron su enojo por el hecho suscitado el 16 de junio pasado, al momento en que los oficiales de la Semar asesinaron a dos jóvenes e hirieron a un menor de 13 años que quedó postrado en una silla de ruedas.
En su vehículo de dos ruedas y con las huellas que dejaron los balazos disparados por los infantes desde helicópteros artillados, el adolescente discapacitado se unió a la manifestación en espera de que se haga justicia a este visible atentado.
«Nosotros respetamos a los elementos de la Marina Armada de México, pero aquel día ni el muchacho que resultó herido, ni los jóvenes que murieron se encontraban armados, no se enfrentaron a los marinos y ellos alteraron la escena del enfrentamiento para acomodar a su manera las investigaciones», expresó una de las manifestantes.
«Que se vayan de aquí y que envíen a otra dependencia que respete los derechos humanos de los ciudadanos, pensamos que la Secretaría de Marina era de las instituciones más capacitadas, pero nos trajeron luto y desgracia a las familias de Tamazula», dijo otra de las inconformes.
Indicaron que la llegada de la Secretaría de Marina a Durango fue vista con buenos ojos por las familias de esta zona de la sierra, ya que pensaban que la Armada de México defendería la soberanía del pueblo.
Pero la percepción de los habitantes cambió el mes de junio pasado, con la acción que realizaron al dejar dos familias en luto y cambiarle la vida a un menor.
«Nosotros respetamos a los elementos de la Marina Armada de México, pero aquel día ni el muchacho que resultó herido, ni los jóvenes que murieron se encontraban armados, no se enfrentaron a los marinos y ellos alteraron la escena del enfrentamiento para acomodar a su manera las investigaciones».
