La Comisión Europea aseguró que el continente se ha convertido en el «epicentro» de la distribución de contenidos de carácter pedófilo. En 2021 presentarán una nueva legislación que «haga obligatorio a las empresas que trabajen en la red la detección, eliminación y reporte» este tipo de material.
Bruselas, 24 de julio (EFE).- La Comisión Europea (CE) impulsará en los próximos meses la creación de un centro europeo contra el abuso sexual a menores «que pueda recibir informes, fomentar la prevención y ayudar a asistir a las víctimas», informó el Ejecutivo comunitario este viernes.
La iniciativa se enmarca dentro de la estrategia de la UE para la Unión de la Seguridad, que incluye tres iniciativas concretas para luchar contra el abuso sexual a menores y el tráfico de drogas y de armas.
«Ha llegado el momento de tener un centro que asegure una mejor coordinación en la lucha contra este tipo de abusos», afirmó la comisaria de Asuntos de Interior, Ylva Johansson, durante una rueda de prensa para presentar las iniciativas.
Según indicó, Europa se ha convertido en el «epicentro» de la distribución de contenidos de carácter pedófilo y, por ello, la CE ya estudia cómo «organizar y financiar» este nuevo centro trasnacional.
En este sentido, Johansson aseguró que el Ejecutivo presentará en 2021 una nueva legislación que «haga obligatorio a las empresas que trabajen en la red la detección, eliminación y reporte» de todo material pedófilo.
«El 80 por ciento del material reportado viene de Facebook, sobre todo de Messenger. Que las empresas en línea den parte de ello es el inicio para perseguir a los abusadores», aseveró la comisaria.
Asimismo, el abuso sexual a menores se ha «exacerbado de manera demostrable» durante la pandemia a través de un «incremento de la actividad en línea» derivada del confinamiento, según apuntó en junio un informe de la oficina comunitaria de policía, Europol.
Pese a que la creación de este centro todavía está en fase de borrador, el Ejecutivo pone como ejemplo el Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados que funciona en Estados Unidos y al que ahora se reportan la mayoría de documentos denunciados.
Además de la posible implantación de este centro, la estrategia también contempla la implantación de una «red de prevención» que una las investigaciones académicas con las instituciones y «fortalecer» el marco legal existente en la materia.
LUCHA CONTRA LAS DROGAS
Con relación al Plan de Acción contra las Drogas 2021-2025, la CE basa la estrategia en tres pilares: mejorar la seguridad contra los grupos organizados y en las fronteras, incidir en la prevención del consumo y combatir los daños provocados en usuarios habituales facilitando el «acceso al tratamiento».
El plan buscará dar respuesta a la forma «adaptativa de actuar de los grupos organizados», al «incremento de la violencia y la corrupción» que derivan de la compraventa de sustancias y las nuevas amenazas tecnológicas como los mercados en la web oscura o el uso de criptomonedas.
«El objetivo es reducir el espacio en el que los actores hostiles pueden operar y así mejorar nuestra resiliencia frente a ellos», apuntó el vicepresidente de la CE y responsable de Promoción del Estilo de Vida Europeo, Margaritis Schinas.
La necesidad de este nuevo plan de acción deriva de que Europa ha pasado de ser un «continente en el que se consumen drogas a ser también un productor», sobre todo de drogas sintéticas.
Otro de los proyectos que darán forma a esta estrategia de seguridad europea es el Plan de Acción contra el Tráfico de Armas, con la que se buscará «implementar y coordinar» toda la legislación posible al respecto para no «solapar» esfuerzos.
UN «SOLO TEJADO»
A ojos de Schinas, la estrategia global de seguridad pretende «proponer una casa común con un solo tejado» que abarque todos los organismos y altos cargos de las instituciones comunitarias.
«Una estrategia que viene a superar la fragmentación de las políticas y de esas falsas dicotomías entre crimen fuera y dentro de internet, y entre seguridad interna y externa», explicó.
En concreto, subrayó que el nuevo enfoque hará hincapié en la «seguridad de las infraestructuras críticas», sobre todo ante ciberataques y en las «amenazas híbridas orquestadas por fuerzas y países que no quieren ver a la UE triunfar».
