El Primer Ministro de Israel fue llevado a juicio después de estar acusado de los delitos de cohecho, fraude y abuso de confianza, en los casos conocidos como mil, dos mil y cuatro mil, que le imputan la recepción de regalos a cambio de favores y supuestos tratos para recibir una cobertura positiva de los medios sobre él y su familia.
Jerusalén, 24 may (EFE).– El Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, denunció hoy, minutos antes de sentarse en el banquillo de los acusados en el juicio que afronta por corrupción, que su proceso judicial tiene como objetivo «derrocar al Gobierno».
«Lo que se está juzgando hoy es un esfuerzo para frustrar la voluntad del pueblo, para derrocarme a mí y al campo de la derecha», dijo Netanyahu, quien acusó a «la izquierda» de buscar en los juzgados lo que no ha logrado en las urnas en la más de una década que lleva él en el poder.
En su opinión, fiscales, policías y medios se han unido para fabricar acusaciones falsas y llegar finalmente al juicio que empieza hoy.
«No hay límites» en los intentos de sacarle del Ejecutivo, afirmó Netanyahu, quien agradeció el apoyo que ha recibido y aseguró que son muchos los que le han transmitido que «todos saben exactamente lo que ha pasado aquí: funcionarios en la policía, fiscales y los medios están intentando acabar con el Gobierno en contra de la voluntad del pueblo».
El Jefe del Ejecutivo se dirigió a la prensa, rodeado de diputados de su partido Likud y de ministros, y defendió que el juicio se retransmita en directo para que la opinión pública vea y escuche directamente lo que ocurre, y no «a través de los reporteros».
«Queríais grabarme en la corte como parte de vuestra propaganda, pero yo quiero que la gente vea la imagen completa, que conozca todo», subrayó después de haber intentado evitar acudir a esta primera vista, en la que se hará la lectura de cargos.
Netanyahu está acusado de los delitos de cohecho, fraude y abuso de confianza, en los casos conocidos como mil, dos mil y cuatro mil, que le imputan la recepción de regalos a cambio de favores y supuestos tratos para recibir una cobertura positiva de los medios sobre él y su familia.
El Jefe del Gobierno, el primero en activo que afronta un proceso judicial en Israel, sugirió que los testigos han recibido presiones para cambiar su testimonio o estar forzados a declarar y señaló que ha interpuesto varias demandas ante el Fiscal General.
Se mostró convencido de su inocencia y acusó a los «investigadores» de «inventar pruebas especiales» contra él.
Además, cuestionó que la Fiscalía, que le procesó formalmente en diciembre, apoye esta «absurda acusación»: «¿Está bajo presión?, ¿tiene algo que ocultar, algo personal?», sugirió.
El juicio comenzó hoy sobre las 12:00 GMT en la Corte de Distrito de Jerusalén, en el este ocupado de la ciudad, y, según los analistas, el proceso penal podría durar años.
CASOS DE CORRUPCIÓN QUE ACECHAN A NETANYAHU
Lo que empezó en 2016 con una investigación policial, continuó como un caso de la Fiscalía y llenó miles de páginas de periódicos, minutos de telediarios y horas de grabaciones de interrogatorios, tomará hoy forma con una imagen espectacular: Benjamín Netanyahu descendiendo visualmente de Primer Ministro a acusado. Aquí resumimos las claves de las acusaciones.
En los tres últimos años, fiscales y policías han interrogado a más de 140 testigos -incluidos el Primer Ministro y varios de sus familiares- y han logrado que varios se comprometan a testificar a favor de la Fiscalía, en este caso, la acusación al Jefe del Gobierno.
El protagonista, que comparte banquillo con otros tres acusados, ha insistido todo este tiempo en caracterizar el proceso como una «caza de brujas», y ha repetido incansablemente el mantra de: «No habrá nada porque no hay nada». Una afirmación que ahora deberá reconocer o rebatir un tribunal.
Estos son los casos:
– CASO CUATRO MIL O BEZEQ
Supuestos delitos: Cohecho, fraude y abuso de confianza.
Este es el caso más grave y, según los expertos, el que tiene más visos de acabar en condena.
Se sospecha que Netanyahu hizo favores entre 2012 y 2017 al gigante de telefonía israelí Bezeq a cambio de cobertura informativa favorable sobre él y su mujer Sara en el popular digital de noticias Walla, ambos controlados por el mismo empresario, Shaul Elovitch. Este, junto a su mujer, Iris, comparecen también como acusados.
En diciembre pasado, tras meses de investigación y más de medio centenar de testimonios, la policía concluyó que había pruebas suficientes para acusarle de los tres cargos.
«La principal sospecha es que el Primer Ministro aceptó sobornos y actuó en un conflicto de intereses interviniendo y actuando en decisiones regulatorias que favorecen a Shaul Elovitch y al Grupo Bezeq, y al mismo tiempo exigió directa e indirectamente interferir en el contenido del sitio Walla de una manera que lo beneficiara», explicó la recomendación policial.
Netanyahu y sus asociados «intervinieron de manera flagrante y continua, y en ocasiones incluso a diario» en Walla y «buscaron influir en el nombramiento de altos funcionarios (editores y reporteros)» con el fin «de promover sus intereses personales mediante la publicación de artículos y fotos halagadoras, eliminando el contenido crítico sobre el Primer Ministro y su familia», asegura ese texto.
El informe de la Fiscalía, por su parte, afirmaba haber «llegado a la clara conclusión de que había motivos corruptos e inapropiados en el centro de las acciones de Netanyahu».
Él niega la comisión de cualquier delito.
– CASO MIL
Supuestos delitos: Fraude y abuso de confianza.
Se investiga si aceptó lujosos regalos de dos millonarios para él y su familia -hasta un millón de shéqueles (unos 260 mil euros)- que incluían carísimos puros, joyas, viajes y champán francés a cambio de favores.
Se trata del productor de cine de Hollywood Arnon Milchan, israelí y a quien Netanyahu habría ayudado a conseguir un visado estadounidense de larga duración, y su amigo y socio australiano, también millonario, James Packer. Entre los favores estarían la aprobación de una ley que limita los impuestos para israelíes que regresen del extranjero, muy beneficiosa para Milchan, y apoyo en negocios en el mercado televisivo israelí.
El informe de la Fiscalía asegura que «hay suficientes pruebas para demostrar que los regalos, entregados a gran escala y de forma inusual, fueron recibidos a cambio de acciones de Netanyahu».
Este ha reconocido que recibió regalos, pero niega que hubiese favores a cambio y argumenta que se trató de un «intercambio de obsequios normal entre amigos».
– CASO DOS MIL
Supuestos delitos: Fraude y abuso de confianza.
Se examinaba un presunto intento de pacto entre Netanyahu y Arnon Mozes, también acusado y editor del diario de pago de mayor difusión de Israel, el Yediot Aharonot. El primero habría pedido una cobertura más positiva a cambio de dañar la distribución del diario rival, el gratuito Israel Hayom.
Según la Fiscalía, las conversaciones grabadas con Mozes indican que Bibi «violó la confianza que debe a la gente y dañó gravemente la imagen del servicio público y fe del público en este». Abusó de su autoridad para beneficiar los intereses de su familia y para «corromper a funcionarios públicos».
Existen audios de las negociaciones grabados por un exjefe de la Oficina de Netanyahu, Avi Harrow, que se ha convertido en testigo del Estado a cambio de una acusación menor en otro caso que enfrenta.
Netanyahu reconoce que tuvo lugar la conversación con Mozes, pero alega no era en serio, que el pacto no se llevó a cabo y niega delito.
-Con información de Ana Cárdenes