Donald Trump, Presidente de Estados Unidos ha ordenado a Wilbur Ross, Secretario de Comercio, iniciar una investigación sobre la importación de automóviles, incluyendo camiones y autopartes para determinar su impacto en la seguridad nacional. Se prevé que se imponga un impuesto del 25 por ciento a la importación de autos.
Washington, 23 de mayo (EFE).- El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó al Departamento de Comercio el inicio de una investigación para determinar la necesidad de imponer aranceles a la importación de automóviles y sus piezas.
Trump se reunió hoy con su Secretario de Comercio, Wilbur Ross, con el que habló «sobre el estado actual de la industria automovilística» estadounidense.
«He ordenado a Ross que considere iniciar una investigación sobre importaciones de automóviles, incluyendo camiones, y piezas de automóviles para determinar sus efectos en la seguridad nacional de EU», dijo en un comunicado Trump.
Según Bloomberg, el Gobierno de Trump estudia imponer aranceles del 25 por ciento a los automóviles importados.
El mayor importador de automóviles a EU es México, seguido de Canadá, Japón, Alemania y Corea del Sur, según datos del Departamento de Comercio.
Precisamente este jueves, el Presidente estadounidense dijo que no está «feliz» con la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con Canadá y México, acuerdo que amenazó con romper durante la campaña.
También durante la campaña, Trump hizo de la preservación de la industria del motor uno de los pilares de su propuesta económica proteccionista, una promesa que le permitió ganar en Michigan, donde se concentran la mayor parte de las automovilísticas.
Desde que Trump llegó al poder, el Departamento de Comercio ha iniciado más de un centenar de investigaciones por competencia desleal, muchas de las cuales han concluido en imposición de aranceles.
Por ejemplo, una de estas investigaciones sirvió de pretexto para que el Gobierno de Trump impusiera sus conocidos aranceles del 10 por ciento al aluminio y del 25 por ciento al acero, tarifas de las que libran algunos aliados como Argentina, Brasil, Australia y Corea del Sur.