Zara Tindall y su esposo Mike Tindall ya no pudieron llegar al hospital para recibir a su tercer hijo, llamado Lucas Philip Tindall, ya que el proceso de su nacimiento fue muy rápido y los tomó por sorpresa.
Por Pan Pylas
LONDRES (AP).— La nieta de la reina Isabel II, Zara Tindall, y su esposo, el exjugador de rugby Mike Tindall, celebraban el nacimiento de su tercer hijo, nacido en casa en el suelo del baño después de que la pareja se quedara sin tiempo de llegar al hospital.
Lucas Philip Tindall nació el domingo con un peso de 3.7 kilos (8 libras y cuatro onzas), según dijo el miércoles un representante de la pareja. El segundo nombre del pequeño era un homenaje al padre de Mike Tindall y al abuelo de Zara, el príncipe Felipe. Es el 22do en la línea sucesoria al trono, pero no tendrá título de alteza real.
Tindall, de 42 años, reveló que la rapidez del nacimiento tomó por sorpresa a la pareja y que había tenido que apresurarse para conseguir una colchoneta para su esposa, de 39 años y que, como su madre, la princesa Ana, tuvo una exitosa carrera como jinete. El niño es el 10mo bisnieto de la reina Isabel y el príncipe Felipe.
“De modo que sí, fue correr al gimnasio, tomar una colchoneta, llegar al baño, poner la colchoneta en el piso, toallas, sostener, sostener, sostener”, comentó en el podcast The Good, The Bad & The Rugby.
La última incorporación de la familia Tindall tiene una hermana de siete años, Mia, y otra de dos, Lena, que no estaban en casa en el momento del parto.
Tindall dijo que una amiga de su esposa, Dolly, que también asistió a los dos nacimientos previos, estuvo presente.
“Estaba allí y se dio cuenta de que no habríamos llegado al hospital a tiempo”, dijo Tindall. “Por suerte, la comadrona que iba a encontrarse con nosotros en el hospital no estaba tan lejos, de modo que llegó en auto justo cuando habíamos adoptado la posición, y la segunda comadrona llegó justo después de la principal”.
El exjugador bromeó con que esta podría ser una buena ocasión para hacerse una vasectomía.
“Literalmente, fue como ‘Sí, a cortar, a cortar’. Tengo un chico, ya está, he terminado”, dijo. “Lo mejor de estar en casa, lo mejor fue que en cuanto estuvo envuelto, estaba piel con piel, directamente en el piso de abajo. Habitación del televisor. Viendo el golf. Es lo que vamos a hacer».