El cambio está también en las pequeñas acciones: fijarse en qué y cuánto se consume, de dónde viene, quién lo produce y en dónde se tira, influye no sólo en el estilo de vida personal sino en la economía de toda una ciudad. El Bonito Tianguis se ofrece a ser ese lugar de encuentro entre productores y consumidores, por una mejor alimentación y en una de esas, por un mejor país.
Ciudad de México, 24 de marzo (SinEmbargo).– Un mercado itinerante que en sus cinco años de existencia ha sido el espacio de reunión entre más de 90 pequeños productores y miles de consumidores. Eso es El Bonito Tianguis, que cada 15 días junta a sus marchantes y marchantas en una delegación diferente de la Ciudad de México.
Mundano charló con Enrique Cervantes, quien fundó esta iniciativa ante la inquietud de buscar espacios para que las personas que venden hortalizas pudieran ofertarlos mejor y de manera más directa.
“Empezamos en un centro de yoga que yo tenía y fue creciendo hasta lo que somos ahora que tenemos más de 90 expositores, eventos a donde va mucha gente. Comenzó siendo un espacio para que la gente pudiera surtirse de buenos productos de una manera mucho más fácil», dice en entrevista.
Menciona que en un principio el contacto con los productores era a través de ferias a las que ellos iban a buscarlos, pero ahora son las personas las que buscan a El Bonito a través de su página o de Facebook.
Pero a todo esto, ¿qué se puede comprar en El Bonito Tianguis?
«Lo que van a poder encontrar cuando vengan es un amplio surtido de hortalizas, mermeladas, frutas, aderezos, salsas, quesos, abarrotes. Todo lo que van a encontrar es producido por gente que lo hace en la ciudad o alrededor de ella», dice Enrique, cantante de profesión y yogui por gusto.
LA IMPORTANCIA DEL CONSUMIDOR
Con el auge que tiene ahora el fomento al consumo local, Enrique ha observado que las personas están más interesadas en encontrar opciones diferentes y tomar conciencia de que «tienen el poder como ciudadano de transformar su país, desde dónde compran sus cosas» y ante ello, El Bonito Tianguis ha registrado un crecimiento del 300 por ciento año con año.
“Yo creo que es la acción más concreta que pueden hacer los ciudadanos para transformar un país aunque mucha gente cree que no puede hacer nada, porque necesita que el Gobierno cambie, que Peña Nieto cambie, que gane la izquierda, que la derecha se vaya. Pero nosotros podemos ayudar desde transformar nuestros hábitos de consumo, desde qué comemos, cómo comemos, dónde lo compramos y en dónde lo tiramos, desde ahí transformamos la nación. Es a lo que le apostamos», dice.
Y sí, es cierto, los alimentos orgánicos o artesanales son siempre más costosos, pero sus beneficios lo valen: «Es más barato invertir en una buena alimentación para tu colonia, para tu ciudad y para tu vida que gastártelo en comida barata».
“Yo lo que le diría a la gente es que pueden transformar la realidad de México desde los hábitos de consumo, que realmente tomen consciencia de dónde viene lo que come y de que en 10 años la Ciudad de México puede ser otra completamente si transformamos la economía local, porque la gente no tiene idea porqué está viajando tanto si quienes viven en Xochimilco o en Tláhuac, donde hay hortalizas, no tendrían que estar diario viniendo a trabajar, estarían trabajando sus tierras y eso implica disminuir los costos y la cantidad de gente que se transporta hacia el centro de la ciudad», comenta el emprendedor.
El tianguis se pone cada 15 días en una colonia diferente y en su locación de San Pedro de los Pinos están todos los miércoles. «La próxima semana hay un festín de insectos comestibles y luego vamos a estar en Las Águilas, luego en Polanco, después hay un evento para niños y luego estaremos en Naucalli», dice.
Además de lo anterior, El Bonito busca ser una plataforma de capacitación para pequeños productores, «que se vuelvan empresarios. Esto se trata de crecer, de tener opciones y de generar dinero. Tenemos cursos y damos clases. Les damos cursos de redes sociales para que aprendan cómo usarlas para hacer su marketing, cursos de costos para que sepan si están perdiendo o están ganando», finaliza Cervantes.