“Necesitamos la ayuda de ustedes para informar al mundo de lo que está pasando en Venezuela, hombres que juraron ante la constitución y ante la bandera de Venezuela proteger a su pueblo han sido los principales causantes de muertes al dispararle a los estudiantes. El gobierno, quien sustenta la libertad de expresión en su constitución, quiere callarnos y ocultar al mundo de lo que está pasando… Si eres amigo de un venezolano, por favor comparte este video, si tienes un compañero de trabajo venezolano, por favor comparte este video, si has conocido alguna vez un venezolano, por favor comparte este video, si eres un humano que quieres ayudar a que se conozca la verdad, por favor comparte este video.” Así termina la voz en off de un video que circula en las redes sociales con el propósito de contarle al mundo la situación que está viviendo Venezuela.

Tras haber ganado las elecciones de abril del año pasado, Nicolás Maduro asumió la presidencia de Venezuela. Dentro de sus primeras medidas, Maduro logró la aprobación de la ley Habilitante, que le otorgó la facultad de legislar y promover las leyes que le permitieron controlar los precios y el uso de divisas. Como consecuencia de estas medidas socialistas, se dio una escasez de productos básicos y altos niveles de inseguridad y desabastecimiento, provocando un descontento en la población. Según cifras de enero, la inflación y la escasez de los productos y alimentos básicos alcanzaron un 56.3% y 28%, respectivamente. Siendo que Venezuela importa la mayoría de los alimentos y productos que consume, incluyendo el papel, los periódicos venezolanos se manifestaron en enero exigiendo al gobierno que entregara dólares para comprar papel, ya que para importarlo necesitan una cuota en dólares que el Sistema Complementario de Administración de Divisas liquida a una tasa oficial de 6.30 bolívares por dólar. Adicionalmente, los estudiantes viven una gran inseguridad en las universidades. Toda esta situación derivó en una crisis económica y social en Venezuela, y generó un control de medios por parte del gobierno.

Las manifestaciones de los trabajadores de los periódicos, los inconformes, opositores y estudiantes a principios de febrero, empezaron a crear presión en Táchira, Carabobo, Mérida y Distrito Capital (Caracas), entre otros estados. El 12 de febrero pasado, Día Nacional de la Juventud en Venezuela, varios estudiantes y líderes, miembros y simpatizantes de la oposición, salieron a las calles para manifestarse de forma pacífica contra el gobierno de Maduro, protestar por los detenidos en las manifestaciones anteriores, y protestar por la inseguridad, la delincuencia, la escasez, la inflación y el control en los medios. La manifestación se tornó violenta con un saldo de 3 muertos, varios heridos y otros detenidos, mismos que han sido torturados durante su detención.

El 13 de febrero, luego de los resultados del día anterior, ordenaron la detención del líder del partido opositor Voluntad Popular, Leopoldo López, acusándolo de homicidio, lesiones graves y asociación para delinquir. López ha sido uno de los líderes principales, junto con María Corina Machado (diputada), que ha impulsado la salida a las calles de las protestas antigubernamentales. A la marcha del 12 de febrero, le siguieron varias manifestaciones que han llevado a la violencia y a la represión del gobierno venezolano a niveles de autoritarismo y dictadura. Se prohibieron todas aquellas marchas que carezcan de autorización por parte del gobierno, acusándolas de intentos de golpes de Estado. El martes 18 de febrero Leopoldo López se entregó a las autoridades venezolanas tras haber participado en una movilización masiva contra el gobierno de Maduro a la que él mismo convocó.

La audiencia de López, que debía ser en el Palacio de Justicia, donde se reunieron centenares de manifestantes, sucedió en el Centro Nacional de Procesados Militares de Ramo Verde, donde se encuentra arrestado, situación completamente ilegal y violatoria del derecho al debido proceso, y resultó en la ratificación de la detención por los próximos 45 días mientras el Ministerio Público lo juzga por los delitos de incendio, daños en carácter de determinación, instigación a delinquir y asociación para delinquir.

Apenas el viernes, el Ministro de Petróleo de Venezuela amenazó vía su cuenta de Twitter “suspender el suministro de combustible en las zonas bajo asedio fascista”. Ese mismo día 80 personas fueron presentadas ante los tribunales, detenidas durante las movilizaciones contra el gobierno. El sábado en la tarde, miles de simpatizantes y opositores del gobierno venezolano marchaban en las calles de Caracas con una gran posibilidad de confrontación.

Maduro se enfrenta a una ola de violencia en su contra como la que no había en Venezuela desde 2002 con el golpe de Estado que derrocó temporalmente a Chávez. Leopoldo López se va convirtiendo en héroe nacional de Venezuela, esos héroes que alguna vez estuvieron presos, como recordará Maduro de Chávez. Los venezolanos siguen estando inconformes, siendo reprimidos y abusados por el gobierno. La inflación, escasez, control cambiario, inseguridad y violencia sigue imperando en Venezuela. Los muertos en los últimos días siguen sumando, 10 hasta antes de que terminaran los acontecimientos del sábado. Los medios siguen secuestrados y la libertad de expresión, esa que hoy me permite hacer esta reflexión, es inexistente. Y los organismos internacionales, la ONU, la OEA, la UNASUR y la CELAC, ¿todo bien? ¿Y Ucrania? ¿Y Siria?

Pablo Ruíz Galindo Covarrubias

Licenciado en Derecho por la Universidad Iberoamericana. Abogado practicante y Escritor.

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Pablo Ruíz Galindo Covarrubias

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Pablo Ruíz Galindo Covarrubias

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