Las primeras 120 mil dosis del antígeno, que podría convertirse en el primero en ser autorizado en Brasil, recientemente llegaron Sao Paulo, en el marco de un acuerdo entre el Gobierno regional y el laboratorio Sinovac.
Sao Paulo, 23 de noviembre (EFE).- Los estudios de la vacuna contra la COVID-19 producida por el laboratorio chino Sinovac llegaron a su fase final en Brasil y el antígeno podría comenzar a ser aplicado el próximo mes de enero, confirmaron este martes las autoridades del estado de Sao Paulo, patrocinador del experimento en el país.
«Estamos muy cerca de tener una vacuna disponible», resaltó Dimas Covas, director del Instituto Butantan de Sao Paulo, responsable por los estudios de la llamada «Coronavac» en Brasil, uno de los países con más casos y muertes de coronavirus del mundo.
Las autoridades sanitarias de Sao Paulo informaron este lunes que el estudio de la fase 3 de la vacuna alcanzó ya el número mínimo de voluntarios infectados por la COVID-19 para poder obtener un análisis de su eficacia.
La expectativa del Instituto Butantan es que el Comité Internacional Independiente que acompaña los ensayos divulgue los datos de efectividad de la vacuna la primera semana de diciembre y, a partir de ahí, sea aprobada de forma exprés por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil (Anvisa), el órgano regulador.
Si el cronograma se cumple, las autoridades sanitarias de Sao Paulo confían en tener listas en enero 46 millones de dosis de la vacuna para comenzar a ser aplicadas en la población ese mismo mes.
Las primeras 120 mil dosis del antígeno, que podría convertirse en el primero en ser autorizado en Brasil, llegaron la semana pasada a Sao Paulo, en el marco de un acuerdo entre el Gobierno regional y el laboratorio Sinovac.
El Gobierno del estado de Sao Paulo, el más poblado del país y también el más afectado por la pandemia en números absolutos, espera importar un total de seis millones de dosis, mientras otros 40 millones serán producidos por el Instituto Butantan gracias a la importación de la materia prima procedente de China.
«La semana que viene inicia el proceso de importación de la materia prima y a principios de diciembre comienza la producción de 40 millones de dosis. Entre finales de diciembre y principios de enero tendremos 46 millones de dosis esperando la autorización de Anvisa», señaló el presidente del Butantan.
LA BATALLA POLÍTICA EN TORNO A LA «CORONAVAC»
Antes incluso del inicio de la vacunación, el antídoto del laboratorio Sinovac se ha convertido en el centro de una disputa política entre el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, su principal rival político en el campo conservador.
Bolsonaro, uno de los líderes más negacionistas sobre la gravedad del virus, ha desdeñado públicamente la «Coronavac», a la que llegó a calificar de forma despectiva como la «vacuna de Doria» y sobre la cual llegó a afirmar que «no será comprada» por su Gobierno.
La cuerda entre ambos mandatarios se tensó todavía más hace algunas semanas, cuando Bolsonaro celebró el parón momentáneo de los ensayos clínicos tras la muerte de un voluntario por razones no relacionadas con la vacuna.
La decisión de la suspensión fue recibida con indignación por el Instituto Butantan y, tras un duro cruce de acusaciones, la Anvisa autorizó retomar los ensayos y liberar la importación de seis millones de dosis, cuyo primer lote llegó la semana pasada.