Washington, 23 Nov (Notimex).- La Casa Blanca defendió hoy el rigor en el proceso de verificación de antecedentes para aceptar refugiados en Estados Unidos, ante las exigencias republicanas de cambiar las reglas como respuesta a los ataques del viernes 13 en París.
“Los refugiados que buscan ser admitidos en Estados Unidos tienen que pasar un proceso de verificación de antecedentes más intenso que cualquier otro inmigrante que quiera ingresar a nuestra nación”, dijo aquí el subsecretario de Seguridad Interna (DHS), Alejandro Mayorkas.
Dijo que antes de considerar el ingreso del refugiado, su caso es revisado por la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, que determina cada caso que turna a Estados Unidos en función de su vulnerabilidad.
En teleconferencia de prensa con la ex Secretaria de Estado, Madeleine Albright, Mayorkas explicó que estos casos vulnerables incluyen a víctimas de tortura, mujeres solas y personas con lazos familiares en Estados Unidos; y que el solicitante debe demostrar que ha sido víctima de persecución política o religiosa, por su nacionalidad o condición social.
“El proceso cubre un exhaustivo cúmulo de información. Tenemos una verificación de cien por ciento”, aseguró el funcionario de origen cubano, quien recordó que su familia llegó al país como refugiada tras el triunfo de la revolución cubana.
La semana pasada, la Cámara de Representantes aprobó una iniciativa de ley que restringiría la admisión de inmigrantes provenientes de Siria e Irak a Estados Unidos.
La iniciativa, que la Casa Blanca ha advertido será vetada por el presidente Barack Obama, busca que el DHS y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) revisen los antecedentes de cada solicitante de asilo o refugio político y “certifiquen” que no son terroristas.
La administración Obama prometió recibir 10 mil refugiados sirios durante los próximos tres años, pero enfrenta resistencia en más de una treintena de estados gobernados por republicanos, que se oponen a recibirlos.
Albrigth, cuya familia llegó a Estados Unidos 65 años atrás huyendo de la persecución nazi en Checoslovaquia, denunció los intentos de impedir o hacer casi imposible el ingreso de refugiados sirios como la respuesta equivocada frente a la amenaza terrorista.
“Nuestros enemigos quieren dividir el mundo entre musulmanes y no musulmanes. Al convertir a los refugiados sirios en el enemigo, nosotros estamos cayendo en su juego”, advirtió.
Igualmente consideró que si Estados Unidos cierra la puerta a estos refugiados, perderá entonces autoridad moral para pedir a otras naciones que lo hagan.