A 24 horas de que se cumpla de una semana de que presuntos integrantes del Cártel de Sinaloa desplegaran una estrategia armada inédita para liberar a Ovidio Guzmán de manos de fuerzas federales en Culiacán, Sinaloa, el responsable de la seguridad pública en México, el Secretario Alfonso Durazo Montaño, dijo que no dejará el cargo porque “estos puestos no se renuncian, se asume la responsabilidad”.
Ciudad de México, 23 de octubre (SinEmbargo).- Alfonso Durazo Montaño, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) del Gobierno de México, no se va. A casi una semana de lo ocurrido en Culiacán, Sinaloa, donde un grupo armado del Cártel de Sinaloa puso en vilo a una ciudad entera para liberar Ovidio Guzmán López, hijo del capo Joaquín, «El Chapo», Guzmán Loera, el responsable de la seguridad pública del país afirmó este miércoles que no dejará su cargo. «Estos puestos no se renuncian, se asume la responsabilidad”, comentó el político sonorense.
El funcionario federal fue entrevistado luego de asistir este miércoles al Senado de la República, donde se entregó la medalla Belisario Domínguez a la luchadora social doña Rosario Ibarra de Piedra.
También este miércoles, la Cámara de Senadores llamó a comparecer a Durazo Montaño para que ofrezca un informe escrito sobre la liberación de Ovidio Guzmán, hijo de “El Chapo” Guzmán.
El Senado solicitó al Secretario federal que explique “a la brevedad” los hechos suscitados el pasado 17 de octubre en Culiacán, Sinaloa. Además, la Mesa Directiva determinará si el funcionario comparecerá ante el Pleno o en comisiones.
“Requirió al funcionario que presente por escrito, a la brevedad, un informe detallado sobre los hechos suscitados el pasado 17 de octubre, en Culiacán, Sinaloa, salvaguardando la información clasificada como reservada o confidencial”, expuso la Cámara de Senadores.
El pasado 17 de octubre, comandos del narco lanzaron una oleada violenta de bloqueos y balaceras en la ciudad de Culiacán, después de la captura de uno de los hijos del narcotraficante Guzmán Loera.
Los bloqueos de los sicarios, presuntamente gente del Cártel de Sinaloa, se extendieron a las salidas de la ciudad, que quedó prácticamente cercada con gente resguardada en sus lugares de trabajo y en sus casas y la actividad comercial suspendida.
El Gobierno del estado de Sinaloa llamó a la población “a mantener la calma, a no salir a las calles” ante lo que calificó como “hechos de alto impacto” que se presentaron en esa ciudad.
Por la noche, el Gabinete de seguridad pública federal anunció que Ovidio Guzmán había sido detenido por unas horas y luego soltado, como consecuencia de un operativo fallido y que no dimensionó la respuesta de los criminales. Las críticas de la opinión pública se concentraron en Alfonso Durazo, quien hasta ahora sigue siendo cuestionado por el fracaso en esa estrategia.
Un día después, en Nochixtlán, Oaxaca, el Presidente López Obrador consideró que de no haber actuado distinto a como se actuó en Culiacán, los mexicanos no tendríamos “tranquilidad espiritual”.
“No estaría yo, como estoy ahora, y como están en Culiacán, y todos los mexicanos no estaríamos con esta tranquilidad espiritual, porque quién sabe cuántos hubiesen perdido la vida”, dijo el Jefe del Ejecutivo federal.
AMLO comentó que a pesar de que los partidarios del uso de la fuerza critiquen la actuación de se Gobierno, “nosotros vamos siempre a respetar la vida de todos los seres humanos”. “No es que ahí están unos delincuentes, y a reprimir. No, no somos dictadores, no somos tiranos”, añadió.
PAN DENUNCIA A DURAZO Y A AMLO
El pasado 20 de octubre, el Partido Acción Nacional (PAN) presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR) contra el Presidente Andrés Manuel López Obrador, y propio Durazo, por la liberación de Ovidio Guzmán.
En un comunicado, el PAN señaló que la denuncia fue presentada el pasado 18 de octubre por el área jurídica de dicho partido con el fin de que las investigaciones arrojen si hubo delito alguno durante el operativo federal que fue desplegado para la captura y posteriormente, liberación del hijo de Joaquín, “El Chapo”, Guzmán.
En tanto, el presidente de Acción Nacional, Marko Cortés, expresó: “El jueves 17 de octubre, el Estado mexicano fue sometido arrodillado, humildad por el crimen organizado”, con lo que, consideró, se vulneró el Estado de Derecho.
DURAZO, HOMBRE DE CONFIANZA
Alfonso Durazo Montaño fue nombrado titular de la SSPC desde agosto de 2018, cuando el AMLO, entonces Presidente electo, definió a algunos de los integrantes de sus gabinete.
Desde ese momento, Durazo Montaño (Bavispe, Sonora, 1954) sabía el tamaño de la responsabilidad de su puesto, pues el nuevo Gobierno llegaría con la mayor tasa de homicidios dolosos en una década registrada en México, sin embargo los homicidios, de acuerdo con cifras oficiales, han seguido creciendo en el país, luego de 1o meses del Gobierno de la Cuarta Transformación.
Este jurista y politólogo, que llegó al equipo de López Obrador tras pasar por el oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el conservador Partido Acción Nacional (PAN), se ha puesto manos a la obra para detallar diferentes estrategias de seguridad, entre ellas la conformación de la Guardia Nacional y la polémica amnistía contra criminales, que no ha quedado aún bien detallada.
Junto con la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, Durazo es el ideólogo de los llamados “foros de la paz”, que se iniciaron en agosto de 2018 en Ciudad Juárez, Chihuahua, y mediante los cuales el Gobierno mexicano de transición consultó a organizaciones civiles para diseñar una Ley de Amnistía.
“Debemos hablar de Ley de Amnistía, porque si se hablara (únicamente) de amnistía parecería que es una facultad o iniciativa discrecional por parte del Presidente de la República”, ha declarado Durazo. Sin embargo, los resultados de esos foros no se han publicado y los grupos de la sociedad civil y familiares de víctimas consultadas se han quejado que sus consideraciones y sugerencias no fueron tomadas en cuenta.
Durazo, quien desempeñó altos cargos en la Ciudad de México y en el Gobierno federal, fue secretario personal de Luis Donaldo Colosio Murrieta, candidato presidencial del PRI, hasta que éste fue asesinado el 23 de marzo de 1994 en un acto electoral en Tijuana, Baja California.
En mayo de 2000 abandonó el PRI pocos meses antes de que esta formación perdiera las primeras elecciones presidenciales en siete décadas.
Tras la derrota del PRI, Durazo se desempeñó como secretario particular del entonces Presidente electo, Vicente Fox Quesada, del PAN, y tres años después fue nombrado portavoz presidencial.
Los intentos de Fox Quesada de designar a su esposa, Marta Sahagún, como su sucesora al frente de la candidatura presidencial del PAN desembocaron en 2004 en la renuncia de Durazo, quien en 2006 concurrió como candidato a senador de Sonora con el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), formación que dirigió López Obrador.
Finalmente, Durazo dio el salto al Movimiento Regeneración Nacional (Morena), una escisión del PRD liderada por el propio López Obrador, y ejerció como Diputado entre 2012 y 2015, y luego se sumó al equipo y a la campaña que llevó al triunfo presidencial a AMLO, en julio de 2018.