«Las personas mayores podrían ser más susceptibles a las variantes que los individuos más jóvenes», dice uno de los investigadores. El estudio pone de relieve la importancia de vacunar a las personas mayores, así como a otros que puedan ser más vulnerables a la COVID-19.
Madrid, 23 de julio (Europa Press).- Las personas mayores parecen tener menos anticuerpos contra el nuevo SARS-CoV-2 que los jóvenes tras recibir la vacunación contra la COVID-19, según un nuevo estudio de laboratorio de la Oregon Health & Science University (Estados Unidos) que se ha publicado en la revista Journal of the American Medical Association.
«Las personas mayores podrían ser más susceptibles a las variantes que los individuos más jóvenes», reflexiona al respecto el autor principal del trabajo, el doctor Fikadu Tafesse.
Tafesse y sus colegas destacaron que, aunque midieron una menor respuesta de anticuerpos en las personas mayores, la vacuna aún parecía ser lo suficientemente eficaz para prevenir la infección y la enfermedad grave en la mayoría de las personas de todas las edades. «La buena noticia es que nuestras vacunas son realmente potentes», detalla.
Se cree que los títulos de anticuerpos neutralizantes del SARS-CoV-2 generados por las vacunas, que se reducen con la edad, están fuertemente correlacionados con la protección contra la infección, pero se desconoce el umbral de esta protección.https://t.co/LPpd3ECAzy
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Las vacunas reducen la propagación del virus y de las variantes nuevas y potencialmente más transmisibles, sobre todo en el caso de las personas mayores, que parecen ser más susceptibles de contraer infecciones.
«Cuantas más personas se vacunen, menos circulará el virus. Las personas mayores no están totalmente a salvo sólo porque estén vacunadas; las personas que las rodean también deben vacunarse. A fin de cuentas, este estudio significa que todo el mundo debe vacunarse para proteger a la comunidad», resalta Tafesse.
Los investigadores midieron la respuesta inmunitaria en la sangre de 50 personas dos semanas después de su segunda dosis de la vacuna de Pfizer contra la COVID-19. Agruparon a los participantes en grupos de edad y, a continuación, expusieron su suero sanguíneo en tubos de ensayo al virus SARS-CoV-2 original y a la variante P.1 (también conocida como Gamma) originaria de Brasil.
El grupo más joven, todos ellos de 20 años, presentaba una respuesta de anticuerpos casi siete veces superior a la del grupo de mayor edad, de entre 70 y 82 años. De hecho, los resultados del laboratorio reflejaron una clara progresión lineal de los más jóvenes a los más mayores: cuanto más joven era el participante, más sólida era la respuesta de los anticuerpos.
Los resultados ponen de relieve la importancia de vacunar a las personas mayores, así como a otras personas que puedan ser más vulnerables a la COVID-19.
«La vacuna sigue produciendo fuertes respuestas inmunitarias en comparación con la infección natural en la mayoría de los individuos de edad avanzada, aunque sean menores que las de sus homólogos más jóvenes. La vacunación en este grupo puede marcar la diferencia entre la enfermedad grave y la leve, y probablemente reduce las posibilidades de transmitir el SARS-CoV-2 a otra persona», remacha otro de los responsables de la investigación, Marcel Curlin.