Luego de las declaraciones de la OMS sobre una nueva investigación sobre el origen del virus en China, el país estaría, por su lado, preparando análisis de sangre de las personas que viven en Wuhan para continuar la indagación.
Pekín, 23 jul (EFE).- China está preparando a expertos e instituciones para analizar muestras de sangre de habitantes de Wuhan previas al brote de COVID de diciembre de 2019, según el experto chino en trazabilidad Liang Wannian, citado hoy por el diario hongkonés South China Morning Post.
Liang explicó este jueves en una rueda de prensa de la Comisión Nacional de Sanidad que el Centro de Sangre de Wuhan cuenta con muestras que se preservan durante dos años para casos de disputas médicas o conflictos legales surgidos de una transfusión.
Sin embargo, estas muestras permanecen inaccesibles para otros estudios durante dos años.
Liang declaró que, pasado este periodo, «se realizarán algunos trabajos» relacionados con las muestras.
Según la fuente, las autoridades chinas están experimentando con pruebas de detección y métodos de análisis de sangre con vistas a investigar las muestras que vayan quedando disponibles a medida que cumplan los dos años de conservación obligatoria.
El experto indicó que, «una vez que haya resultados» de las pruebas a las muestras de sangre, China «notificará de inmediato los resultados a los grupos de expertos tanto chinos como extranjeros».
Liang recordó que el primer caso documentado en China de COVID «fue notificado el 8 de diciembre» de 2019, pero que «probablemente, no fue el caso cero».
«El lugar donde se informó del primer caso no es necesariamente el lugar donde el virus pasa del animal al humano», apuntó el experto, que, poco después, presentó una serie de casos que «muestran la aparición del coronavirus en muchos lugares del mundo» en fechas anteriores o cercanas a la del primer caso documentado en Wuhan.
En esa misma rueda de prensa, el vicedirector de la Comisión Nacional de Sanidad, Zeng Yixin, calificó la propuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de comenzar una segunda fase de estudios para investigar el origen del coronavirus en China de «arrogante» y «carente de sentido común».
Según Zeng, las pesquisas deberían centrarse en «labores de rastreo en múltiples países y regiones» y no repetirse en los lugares ya inspeccionados durante la primera fase de la investigación, la cual culminó con una visita de expertos internacionales a Wuhan a principios de este año.
El pasado 15 de julio, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió a China que fuese «transparente y abierta» y que cooperase «especialmente aportando los datos en bruto sobre los primeros días de la pandemia», los cuales China asegura ya han sido estudiados por sus propios expertos.