López Ridaura opinó que ya no existe justificación para posponer los etiquetados, pues se dio tiempo a las empresas para hacer los cambios necesarios.
Ciudad de México, 23 de julio (SinEmbargo).- Ruy López Ridaura, director del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece), opinó que es urgente implementar el nuevo etiquetado frontal de advertencia en alimentos procesados, el cual será obligatorios a partir de octubre.
Debido a la pandemia de COVID-19 y la alta prevalencia de diabetes y obesidad, el director del Cenaprece advirtió que debe trabajarse con urgencia dicha medida.
«Es una urgencia, es una urgencia tenerlos ya, creemos que va a ser una política pública efectiva, que junto con otro tipo de elementos que se van a ir acompañando de esta estrategia, podemos transformar este ambiente alimentario del que hemos hablado», dijo en en conferencia en Palacio Nacional.
El funcionario detalló que ya no existe justificación para posponer los etiquetados, pues se dio tiempo a las empresas para hacer los cambios necesarios.
«Precisamente por la contingencia y precisamente por todos los elementos de los que estamos hablando, de complicaciones asociadas a este tipo de alimentos, era el peor momento para posponerlo», detalló.
El consumo de bebidas azucaradas es la causa directa de al menos 7 por ciento de las muertes anuales que se registran en México, informó hoy la Secretaría de Salud.
El director general del Cenaprece presentó esta tarde en conferencia de prensa los resultados de un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Pública en el que se encontró que el consumo de bebidas azucaradas estaría ligado a 40 mil 842 mil muertes porque dichos productos aumentan el riesgo de padecer obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Detalló que 36 mil 950 de las más de 40 mil muertes asociadas al consumo de las bebidas azucaradas habría sido por enfermedades cardiometabólicas; 23 mil 433 por diabetes y 13 mil 517 por enfermedades cardiovasculares.
López Ridaura explicó que estas muertes se estimaron hasta 2018. “Es un cálculo que se hace con la mortalidad del 2018, no significa que tengamos medida la mortalidad que tenemos en 2020”, explicó en conferencia desde Palacio Nacional.
El funcionario reconoció que las bebidas azucaradas son sólo uno de los alimentos ultraprocesados de muy poco valor nutricional que forman parte de la dieta de la ciudadanía mexicana y que afectan su salud, a ello, dijo, debe sumarse la inactividad física.
“Esta pandemia nos llega en un país enfermo, que tiene este gran problema de enfermedades crónicas”, dijo.
En ese sentido recordó 73 por ciento de las personas que han muerto por COVID-19 en México padecían al menos una comorbilidad, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud.
De ese porcentaje, 67 por ciento presentaba diabetes, hipertensión, obesidad o alguna enfermedad cardiovascular.