Alianza por la Salud Alimentaria desmintió que se trate de declaraciones en contra de la industria refresquera la campaña en contra de las bebidas azucaradas, sino que se trata de evidencia científica.
Sólo por dar a conocer a la población, citó cinco estudios recientes que vinculan una alta incidencia en la contracción de afecciones cardiovasculares, diabetes u obesidad, con el consumo diario de estos productos.
Ciudad de México, 23 de julio (SinEmbargo).- La recién discusión puesta en la mesa por el Subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, sobre los impactos nocivos que tiene el consumo de bebidas azucaradas, refrescos y alimentos procesados en la salud de las personas, no es difamación para la industria. En estudios citados por la organización Alianza por la Salud Alimentaria se identifica a la Coca-Cola como el producto de mayor impacto en la salud de las poblaciones indígenas del país.
«Coca-Cola ha dañado gravemente la salud de la población mexicana, no es difamación, es evidencia científica», aseguró la alianza y recordó que «se estima que cada año se asocian al consumo de bebidas azucaradas más de 40 mil muertes en México, las muertes que ha causado la mayor pandemia en 6 meses».
De acuerdo con un comunicado de la agrupación, el 70 por ciento de la ingesta de azúcares agregados en la dieta de los mexicanos proviene de bebidas procesadas, cuyo mayor impacto se detectó en comunidades indígenas del estado de Chiapas. Sin embargo, la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (Anprac) reprobó la «estigmatización» por parte del Subsecretario en contra de las empresas refresqueras y llamó al diálogo «respetuoso y constructivo».
A través de un comunicado, la organización manifestó su rechazo ante las declaraciones del especialista sobre lo negativo que es el consumo de refrescos durante la conferencia vespertina de este sábado para dar los pormenores del COVID-19.
La Alianza por la Salud tiene otros datos. El consumo de Coca Cola en el país representa más del 70 por ciento del consumo de bebidas con alto contenido calórico. Es uno de las mayores cifras a nivel mundial e impacta, sobre todo, a los sectores más vulnerables.
«Las reacciones de la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (Anprac), -léanse como reacciones de Coca-Cola FEMSA que patrocina esta asociación- a las declaraciones que dio el Subsecretario de Salud, el Dr. Hugo López-Gatell durante un recorrido en Chiapas, deben ser denunciadas como un atentado al derecho de los consumidores a la información, al negar los daños de sus bebidas», destacó Alianza.
Aunque la Anprac negó el impacto que sus productos dejan en la población, dijo la agrupación, los principales organismos internacionales de salud han recomendado no consumirlos porque se relacionan con las epidemias de obesidad y diabetes, además de con enfermedades cardiovasculares y otras afecciones que impactan, particularmente, a la población mexicana.
La agresividad de estas afecciones han sido principalmente demostradas durante la pandemia de la COVID-19, al ser las principales causas de infección y de contracción del nuevo coronavirus, SARS-CoV-2.
El sobrepeso y la obesidad afecta a tres de cada cuatro mexicanos y es un problema de salud que le cuesta al país el 5.3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE); mientras que la diabetes, declarada desde 2016 epidemia en México, afecta a 8.7 millones de personas.
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud (SSA), el 81 por ciento de las personas que mueren por coronavirus en México tiene una enfermedad crónica causada por un modelo de mala alimentación.
«En la Alianza por la Salud Alimentaria hemos documentado y expuesto la evidencia científica existente sobre los daños que genera el consumo de estas bebidas que tienen una implicación directa en la epidemia de sobrepeso, obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares», aseguró el grupo.
EVIDENCIA CIENTÍFICA
Alianza expresó que no realiza declaraciones, sino que se remire «a la evidencia científica y como muestra un botón sobre la relación del consumo de estos productos con mortalidad, enfermedades cardiovasculares, obesidad y diabetes». Citó sólo cinco recientes estudios que demostraron la debacle que la industria ha dejado en el país.
De acuerdo con el estudio «Mortalidad atribuible al consumo de bebidas azucaradas en México: una actualización», publicado en la revista International Journal of Obesity, el consumo de bebidas azucaradas se asoció con la muerte de 40 mil 842 personas en 2019; 23 mil 433 a causa de la diabetes; 13 mil 517 por enfermedades cardiovasculares; y 144 ocasionadas por diferentes tipos de cáncer asociados a la obesidad.
Un estudio de dosis-respuesta del consumo de bebidas endulzadas con jarabe de maíz con alto contenido de fructosa sobre los factores de riesgo de lípidos / lipoproteínas para la enfermedad cardiovascular en adultos jóvenes, publicado por The American Journal of Clinical Nutrition, destacó que consumir 500 mililitros al día de bebidas azucaradas se asocia con la contracción de enfermedades cardiovasculares. Esto incrementa, en línea con la cantidad ingerida, sin embargo no contempló el aumento de peso.
«Bebidas azucaradas y riesgo de síndrome metabólico y diabetes tipo 2: un metanálisis», explicó que el consumo de una lata o más de bebidas azucaradas al día se asocia a un mayor riesgo de desarrollar diabetes. La información dada a conocer por la revista Diabetes Care, destacó que de 310 mil 819 participantes del estudio, 15 mil 043 diagnosticados con diabetes tipo 2, que consumieron una lata o más de bebidas azucaradas diarias, reportaron un 26 por ciento de incidencia mayor de contraer la enfermedad.
Finalmente, las bebidas con alto contenido calórico aumentan hasta en un 60 por ciento el riesgo de obesidad infantil. De acuerdo con el estudio «Relación entre el consumo de bebidas azucaradas y la obesidad infantil: un análisis prospectivo y observacional», publicado por la revista científica The Lancet en 2001, encontró que por cada refresco adicional de 12 onzas consumido por menores al día tuvieron mayor propensión a volverse obesos.
«Azúcares dietéticos y peso corporal: revisión sistemática y meta análisis de ensayos controlados aleatorios y estudios de cohortes», del British Medical Journal destacó que las bebidas azucaradas son, particularmente, promotoras de obesidad con el consumo de sólo una lata al día. Entre adultos, la incidencia aumenta un 27 por ciento, frente al 55 por ciento en las niñas y niños.