Adrián Álvarez Juárez, alias “El Charrascas”, estuvo detenido en 2013. Se hizo amigo de custodios, de los familiares de los reclusos, de los delincuentes y de agentes de la Policía de Puebla, a quienes les entregaba información y con ello obtenía ganancias como dinero en efectivo, drogas y objetos que le regalaban de decomisos policiales.
La noche del pasado 19 de julio su cuerpo fue encontrado en la calle Granada de la colonia Bosques de Manzanilla acompañado del mensaje: «Esto le va a pasar a todos los chapulines».
Por Magarely Hernández
Puebla/Ciudad de México, 23 de julio (Periódico Central/SinEmbargo).– Adrián Álvarez Juárez, conocido como “El Charrascas”, fue un taxista que fue amigo tanto de delincuentes como de policías, y trabajaba para cada lado según su conveniencia, hasta la noche del pasado 19 de julio, cuando apareció descuartizado al interior de una bolsa en la colonia Bosques de Manzanilla de la capital de Puebla. Junto al cuerpo estaban los siguientes mensajes: “Esto le va a pasar a todos los chapulines” y “para que vean cómo termina Adrián Juárez”.
“El Charrascas” entró a prisión en agosto 2013, después de que —junto con un jefe de grupo de la Policía Ministerial del Estado, Edgar Zárate Gonzáles— secuestró a un taxista y pidieron a cambio de su liberación 3 mil pesos.
Además del delito de secuestro exprés, se les inició proceso por extorsión, robo y desobediencia, esto según información publicada por el columnista Alfonso Ponce de León, en el Diario Intolerancia.
DE TAXISTA A EXTORSIONADOR
“El Charrascas” tenía un taxi con el que hacía base frente al Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Miguel, lugar donde se hizo amigo de los custodios del penal.
Sin embargo, también logró contactar a familiares de los reos y aprovechando su amistad con los custodios, comenzó a realizar “favores” para después cobrarlos. De esa forma fue que inició sus primeros negocios.
Álvarez Juárez logró ganarse la amistad de muchos delincuentes y así pudo negociar información para mandos policiacos, quienes, a manera de pago, le daban desde dinero efectivo y hasta drogas.
A Adrián Álvarez también le pagaban con cosas que podían obtener tras los operativos y decomisos. Los objetos después los revendía y se quedaba con una ganancia de dinero extra.
Era conocido con el nombre clave «Delta” o con el apodo de “El Juárez”, y también trabó amistad con agentes de la Policía Estatal Preventiva a su conveniencia, pues les filtraba información de las organizaciones criminales.
Luego, con información obtenida de ministeriales y estatales, alertaba a criminales sobre los operativos para que pudieran darse a la fuga, además de darles información que las autoridades tenían sobre ellos.
“El Charrascas” utilizó sus contactos para realizar secuestros y extorsiones, pues a los grupos delictivos les exigía dinero o drogas a cambio de no delatarlos ante la policía. También realizó robos utilizando uniformes de policía y tenía vigente un proceso por el delito de violación.
INGRESO A PRISIÓN EN 2013
En agosto de 2013, “El Charrascas” ingresó al Penal de San Miguel junto con el jefe de la Policía Ministerial del Estado, Edgar Zárate Gonzáles, quienes en julio de ese mismo año fueron acusados de asaltar y secuestrar a un taxista y solicitar 3 mil pesos a cambio de su liberación.
Adrián Álvarez también fue señalado de participar en el secuestro de Daniel Francisco López, de 26 años, presunto narcomenudista del barrio de El Alto, por quien pedían 20 mil pesos a cambio de su rescate.
El joven retenido fue encontrado al interior de un automóvil Nissan Sentra color plata, con placas de circulación TVH-74-41 del estado de Puebla, propiedad de la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado, y que era conducido por el agente Miguel Ángel Florentino de Jesús, quien también fue detenido y sometido a proceso.
Hasta el momento se desconoce cómo fue que «El Charrascas» libró los procesos penales en su contra, pero al interior de San Miguel otros reos lo ubicaban como un sujeto con «muchos conectes» y «amigos pesados».
EL ASESINATO
La noche del pasado 19 de julio un par de cuerpos fueron tirados alrededor de las 21:30 horas en la calle Granada de la colonia Bosques de Manzanilla.
Los dos cadáveres se encontraban en bultos tapados con una manta de color rojo y en bolsas que fueron rotas por los perros, lo que provocó la alerta de los vecinos en el lugar.
Los cuerpos estaban acompañados de dos mensajes que fueron firmados por “El Comandante 30”, líder de un presunto grupo armado que amenazó la semana pasada a través de un video con iniciar una limpia en Puebla.
Un día después, información obtenida por Periódico Central permitió confirmar que uno de los dos cuerpos pertenecía a “El Charrascas”; sin embargo, hasta el momento la Fiscalía General del Estado no ha informado más sobre los hechos.
