Trump cada vez más cerca
Ayer se reunió (quizás por última vez, de manera oficial) el Presidente mexicano Enrique Peña Nieto con el estadunidense Barack Obama. Comentaron los planes a futuro y fue Peña Nieto quien mencionó que promovería el diálogo con cualquiera de los dos candidatos electos. Lo dijo horas después de que el candidato republicano Donald Trump mencionara sus planes para construir el muro y diera sus opiniones al respecto delTratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Al respecto, la periodista Yuriria Sierra, escribe en el Excélsior que: «son escasos seis meses los que quedan para el fin del mandato de Obama, en cuatro se definirá mucho del futuro de nuestro país con su principal socio comercial. En su discurso de aceptación de la candidatura, Donald Trump volvió a hablar del muro fronterizo […], y de igual forma puso en duda la continuidad del TLCAN […]. La posibilidad de Trump de ser presidente, lo sabemos, es una realidad. En su discurso del jueves por la noche no pudo ser más él: megalómano, lleno de odio hacia cada país que nombró, racista y con líneas que no pararon de sembrar miedo entre quienes lo escuchaban y que también lo inundaron en aplausos. Todavía no logro entender cómo es que está funcionando la ‘psique’ de estos electores que ven en Trump a una figura política que inspire algo de respeto, por decir lo menos […]. Lo que desde este lado se pueda hacer para continuar con la relación bilateral como la conocemos dependerá de que no sea Trump y sus absurdos los que resulten victoriosos en la elección».

De forma más concreta, el Editorial de El Universal llama a la precaución y a la corrección política a nivel internacional: «México tendrá que preparar escenarios de hacia dónde se dirigirá la relación entre los países, dependiendo de a quién favorezcan los votantes […]. Si gana Trump, ¿habrá que resignarse o combatirlo durante sus cuatro años —quizá ocho si se reelige— de mandato? Ningún diplomático o experto en Relaciones Internacionales lo recomendará. Por el contrario, […] debe intentarse una relación diplomática […]. El Presidente mexicano Enrique Peña Nieto, dijo que el próximo mandatario electo de Estados Unidos encontrará en México y en su gobierno una actitud “positiva, propositiva y de buena fe para engrandecer la relación entre ambas naciones” […]. Una relación tan cercana, tan profunda como la que tienen México y Estados Unidos no debe ponerse en riesgo por acción del Gobierno mexicano, sin importar la tentación de hacer algo para entorpecer el camino de Trump […]. Si México intentara influir de alguna forma, el resultado sería adverso […]. La mejor estrategia contra Trump, incluso si es electo Presidente, no es desacreditarlo, sino dejar que lo absurdo de sus ideas caigan por su propio peso. Mientras tanto, por conveniencia, México debe respetar a quien resulte vencedor o vencedora».

Con relación a las burlas causadas en la reunión pasada, en la que también participó el Primer Ministro de Canadá Justin Trudeau, Milenio, en su columna de trascendidos Trascendió, asegura que: «ayer, en Washington, el Presidente Barack Obama bromeó con el presidente Enrique Peña Nieto al recordar el apretón de manos que intentaron hacer en Ottawa junto con el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau. El mandatario estadunidense señaló al iniciar la conferencia de prensa conjunta que el apretón de manos es más fácil cuando solo son dos personas las involucradas, provocando la risa de su homólogo mexicano».

En el diario Reforma, el periodista Jorge Ramos, ataja el nombramiento de Trump como candidato republicano en Estados Unidos y lo relaciona con la disculpa de Enrique Peña Nieto sobre «La Casa Blanca»: «Nunca había escuchado tanto odio en una sola convención como en Cleveland […]. En medio de estos reality shows que son las convenciones, se coló en mi celular la noticia del ‘perdón’ que pidió el Presidente de México […]. Tiene razón en que causa mucha ‘irritación’ entre los mexicanos. Por eso es necesario hacer una investigación independiente, no como la farsa realizada por Virgilio Andrade. Esto se resolvería con una investigación sancionada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como ocurrió en Guatemala. Pero el perdón peñista no es suicidio político. Por eso el próximo Presidente, quien sea, se debe comprometer a investigar y enjuiciar […]. El Presidente reconoció que él cometió ‘un error’. Esto es raro. ¿Acaso no habían dicho que la casa la compró su esposa, no él? No está claro de dónde salió el dinero para comprar una propiedad de siete millones de dólares. La suma de salarios no da. ¿Fue un regalo o una oferta de un contratista gubernamental para agradecer los proyectos que le concedió Peña Nieto como Gobernador del Estado de México y como Presidente? […]. No es un problema de percepción; se trata de una conducta ilegal […]. Lo más grave es que ninguno de los involucrados en la compra de la Casa Blanca […] sufrió ningún daño. En cambio, los periodistas que hicieron la denuncia perdieron su empleo. Está claro que fueron despedidos por presiones directas de Los Pinos. Eso se llama censura. Y no creo que Peña Nieto tenga el valor de pedir una disculpa a Carmen Aristegui y su equipo. Al contrario; los siguen acosando judicialmente con demandas. La última -absurda, vengativa y tonta- para quitar el prólogo de un libro […]. Sí, a veces las convenciones y los perdones se convierten en formas muy sofisticadas de ocultar la verdad».

Al banquillo, los Duarte y Borge
Ante la constante denuncia de corrupción hacia los tres mandatarios priistas de Veracruz, Javier Duarte; de Chihuahua, César Duarte, y de Quintana Roo, Roberto Borge El Universal, en su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que la maquinaria del PRI ya arrancó para el proceso interno de expulsión de los gobernadores, situación que ha creado divisiones dentro del partido: «La Comisión Nacional de Justicia Partidaria aceptó la denuncia presentada por el consejero político priísta Armando Barajas Ruiz, quien los señala de supuestos actos de corrupción. Sin embargo, el litigio ha comenzado a dividir a la militancia y a unos 30 diputados federales afines a los mandatarios estatales: unos claman por sangre tricolor y otros amagan con dejar la bancada que comanda César Camacho Quiroz y colocarse en el área de los independientes. El promotor de la demanda de expulsión de los Duarte y Borge dice que sus compañeros de partido están más preocupados por lo que diga la oposición, que por arreglar la casa priísta. ¿De verdad habrá purga en el partido?».

¿Así quiere ser Gobernador?
La columna de trascendidos de Excélsior, Frentes Políticos, aborda el tema de la riña que sostienen el Alcalde de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco Bravo y el partido que lo acompañó en su candidatura: «la guerra sucia entre el Partido Social Demócrata (PSD) y Cuauhtémoc Blanco […] arreció esta semana. Se ‘filtró’ un audio en el que presuntamente Bordonave Zamora, Presidente del PSD, pide que se tomen fotos de un evento del ex futbolista y se distribuyan a los medios bajo la idea de que los ciudadanos abandonan a ‘El Cuau’. Y sí, en entrevista radiofónica, Zamora confirmó que era su voz y él había girado esa orden. Cuentan que desde hace tres meses, Blanco se alejó de la Presidencia municipal ‘para dedicarse al embarazo de su esposa’ y dejó en el cargo a su actual Secretario técnico, José Manuel Sanz. El hábil ex jugador de futbol no la ve llegar. ¿Y así quiere ser Gobernador?».

Los casos de Mancera y Zavala
En el Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, trata, por dos bandas, dos aspectos de políticos que han mostrado su aspiración a la presidencia: Miguel Ángel Mancera y Margarita Zavala. «Aunque Miguel Ángel Mancera diga que Alejandra Barrales no fue su candidata para presidir al Partido de la Revolución Democrática (PRD) -ajá- y que no piensa afiliarse, su presencia es clara en el sol azteca. Para muestra, desde ayer forma parte del Consejo Consultivo del partido junto con los tres gobernadores emanados del PRD. Y desde esa posición participará en el debate sobre el rumbo del perredismo. Como quien dice, el Jefe de Gobierno de la CdMx goza de todos los privilegios y ninguna de las obligaciones. ¡Qué padre!». Por otro lado, al respecto de Margarita Zavala, señala que: «a los muy fijados les llamó la atención un detalle en la comida por los 49 años de […]. Los que adornaron el convivio no fueron blancos y azules como los colores del PAN, sino morados y plateados como el emblema del movimiento ‘Yo con México’ que encabeza la panista. El asunto sería menor si no fuera porque el morado es el color que se identifica con los candidatos independientes».

Redacción/SinEmbargo

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