La televisora local N recibió un video enviado desde el celular de uno de los jóvenes hoy desaparecidos poco después que el incendio empezó. Las imágenes mostraban cómo de forma desesperada pateaba la puerta de metal y se escuchaban una serie de explosiones.
LIMA (AP) — Atrapado en un depósito en el que sus jefes lo encerraban con llave mientras trabajaba, un joven pedía ayuda mientras más de 400 bomberos intentaban apagar un gigantesco incendio a unas 15 cuadras del palacio presidencial de Perú.
Más de 20 horas después, el siniestro seguía sin control el viernes en el edificio donde se almacenaban toneladas de pintura y otros productos inflamables. Luis Huamán, de 19 años, fue declarado desaparecido por las autoridades junto a otras tres personas.
Su madre Bertha Villalobos, quien llegó al lugar luego de que su hijo la alertara por teléfono, miraba con angustia las lenguas de fuego y las nubes negras de humo que por momentos cruzaron incluso el río Rímac que divide en dos a esta vieja ciudad de 482 años.
«Mi hijo me decía que el dueño les echaba llave y por eso él traía su comida para comer adentro. Yo le cocinaba», dijo a Radioprogramas.
La televisora local N recibió un video enviado desde el celular de uno de los jóvenes hoy desaparecidos poco después que el incendio empezó. Las imágenes mostraban cómo de forma desesperada pateaba la puerta de metal y se escuchaban una serie de explosiones.
César Herrera, tío de otro desaparecido llamado Jovi Herrera, dijo a la prensa que su sobrino, de 21 años, lo llamó por teléfono. «Me decía ayúdame, voy a morir, pidan la llave, pero no sabíamos a quién pedirle».
El comandante de bomberos Fernando Campos dijo a The Associated Press que la temperatura del edificio en llamas superaba con facilidad los 800 grados centígrados, comparó la situación con un «horno» y se quejó de la falta de agua que siempre afecta sus operaciones.
Otros bomberos, que descansaban tirados en el piso con el rostro negro por el hollín, comentaron que el incendio por su magnitud y duración podría ser uno de los más difíciles de contener desde el año 2001 cuando ocurrió el peor de la historia reciente de Perú y dejó 277 muertos.
Los expertos indicaron que lo ocurrido es una muestra de la informalidad laboral en la que está inmersa la economía peruana, que según datos oficiales de la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral, alcanza 70 por ciento en todo el país.
Kardy Villavicencio, un abogado peruano experto de derecho laboral, dijo a la AP que tener encerrados con llave a los trabajadores era una muestra icónica de la informalidad que sufren millones de peruanos. «Perú no tiene suficientes inspectores laborales para las miles de empresas que existen y para el otro enorme grupo de empresas que viven en la informalidad… El mismo empleador por falta de oportunidades termina aceptando una remuneración que pone en peligro su vida», dijo Villavicencio.
El presidente Pedro Pablo Kuczynski llegó poco antes del mediodía protegiéndose del humo con un tapabocas. «Los han encerrado, lo que es criminal, eran como empleados semiesclavos», dijo mientras caminaba mirando al edificio que por las altísimas temperaturas amenazaba con desplomarse.
Los bomberos evitaron que las llamas se acercaran a una galería comercial que funciona al lado del edificio y que posee más de 1.800 puestos comerciales donde se venden productos de ferretería que podrían alimentar el fuego.
La policía informó que aún no ha logrado ubicar al dueño del almacén que dejó encerrado a Huamán mientras la Municipalidad de Lima detalló que el depósito de pinturas no tenía licencia de funcionamiento.
En la zona del incendio los edificios son alquilados a centenares de pequeñas tiendas donde se venden la más variada cantidad de productos.
Según cifras oficiales de los bomberos, desde inicios de año se han producido 4.435 incendios en todo el país, la mayoría de menores intensidades.