¿Qué está pasando en Jalisco con la violencia atribuida al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG)? El cártel fundado por Erick Valencia, alias «El 85», y Nemesio Oseguera Ramos, alias «El Mencho», tomó fuerza durante la administración del Presidente Enrique Peña Nieto.
Su ataque más reciente se dio el lunes pasado, cuando sicarios atacaron a balazos al titular de la Secretaría del Trabajo de Jalisco, Luis Carlos Najera, quien transitó en puestos clave en materia de seguridad en dos administraciones, la del panista Emilio González y en la del priista Aristóteles Sandoval.
Javier Oliva, experto en seguridad de la UNAM, dijo que el nivel de violencia en Jalisco es tal que el atentado contra el ex Fiscal ocurrió a plena luz del día y en una zona transitada.
Por Rocío Melgoza
Ciudad de México, 23 de mayo (EconomíaHoy/SinEmbargo).– El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha tomado fuerza en los últimos años, si bien fue a la mitad del gobierno de Felipe Calderón (2009) cuando lo fundaron Erick Valencia, alias «El 85», y Nemesio Oseguera Ramos, alias «El Mencho», ha sido en la administración de Enrique Peña Nieto cuando terminó por establecerse y ganar terreno al Cártel de Sinaloa, sobre todo tras la aprehensión de Joaquín «El Chapo» Guzmán.
El ataque más reciente del CJNG se dio el lunes 21 de mayo, cuando sicarios atacaron a balazos al titular de la Secretaría del Trabajo de Jalisco, Luis Carlos Najera, quien transitó en puestos clave en materia de seguridad en dos administraciones, la del panista Emilio González y en la del priista Aristóteles Sandoval.
Prácticamente, el exfiscal fue testigo desde una posición ‘privilegiada’ del nacimiento del CJNG, al cuál no pudo contener.
La trayectoria de Luis Carlos Nájera es amplia. De 1995 a 1997 fungió como director de Supervisión y Primer Comandante del Ayuntamiento de Guadalajara. De 1998 al 2000 fue designado Director de la Policía de Zapopan. De 2001 a 2003 fue nombrado Director de la Policía municipal de Guadalajara y de 2004 a 2006 fue Secretario de Seguridad Pública de Guadalajara, ambos puestos dentro de la administración del panista Emilio González.
Su última etapa fue como Fiscal del estado de Jalisco en 2013, durante la administración del priista Aristóteles Sandoval, posición desde la cual enfrentó eventos violentos, sobre todo a partir de 2014, como el asesinato de Manuel Gómez Torres, alcalde del municipio de Ayutla, delito que atribuyó al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
La situación se recrudeció en 2015 cuando se reportó una emboscada para asesinar al comisionado estatal de Seguridad Pública Alejandro Solorio Aréchiga, ese mismo año se registró un enfrentamiento en Ocotlán entre fuerzas estatales y narcotraficantes que dejó 11 personas muertas: cinco agentes y seis civiles del CJNG.
Además, en ese año emboscaron a policías estatales en la carretera Mascota-Las Palmas y finalmente el hecho que le costó el puesto fueron los narcobloqueos a partir de que de implementó la «Operación Jalisco», lo que atizó la violencia y provocó más de 30 bloqueos con quema de autobuses y autos.
VIOLENCIA EN ELECCIONES
Sin embargo, según Javier Oliva, experto en seguridad de la UNAM, decir que las posiciones de Najera en las administraciones estatales en temas de seguridad «es una forma muy simplista de ver las cosas», explicó que incluso sería criminalizarlo.
El especialista de la UNAM señaló que el problema tiene que ver más con la incertidumbre que hay por el cómo quedarán configuradas las administraciones y las alternancias que pudieran darse en aquellos estados donde habrá cambio de gobernador el próximo 1 de julio.
Indicó que la reacción de las autoridades no ha sido adecuada y que llama la atención que el atentado contra el ex Fiscal de Jalisco fuera a plena luz del día y en una zona transitada. «Llama la atención el nivel de impunidad que han permitido las autoridades de los diferentes niveles».
Para Erubiel Tirado, coordinador del Programa de Seguridad Nacional y Democracia en México de la Universidad Iberoamericana, hay patrones en los hechos del lunes que recuerdan los acontecimientos de 2015.
«Hay patrones indicativos en términos de acontecimientos, justo antes de que dejara su cargo como fiscal vinieron ocurriendo varias cosas como atentados, asesinatos y que de alguna manera hicieron manifiestas actividades de violencia».
El 14 de febrero de 2018 Najera fue reincorporado al gabinete de Aristóteles Sandoval, aunque en esta ocasión al frente de la Secretaría del Trabajo y un mes después sucedió el caso del secuestro y desaparición de tres estudiantes de cine en Jalisco que fueron disueltos en ácido ya que el CJNG los habría confundido con integrantes de un cártel contrario. «Estuvieron en el lugar y momento equivocados», señalaron las autoridades.
Para el especialista el hecho de que Najera haya sobrevivido a dos administraciones se debió más que nada a dar certeza al sector económico del estado.
«Antes de plantear la afiliación a un partido, lo que dio sustento a su permanencia justamente en el tránsito de una administración panista a una priista no fue necesariamente el compartir ideología», expresó.
Agregó que «Más bien fue en función del respaldo de sectores privados de la entidad, eso nos habla de que hay cierta afinidad al menos en términos de dar certeza a un sector económico».
Aunque, dijo, «este bono de confianza llegó a su crisis en 2015 y tiene que ver con un tema de recomposición, hay que recordar que desde 2015 y 2018 la situación ha cambiado en cómo se ha reconfigurado el mapa de influencias de las organizaciones criminales en el país sobre todo con el CJNG», quien ha quitado protagonismo al Cártel de Sinaloa.
Tirado señaló que el crecimiento de la violencia tiene que ver con un esquema de reconfiguración criminal en la que una falta de respuesta a nivel federal y local.
«La reacción no ha sido contundente y fuerte para contener la violencia».
«Hay que tomar en cuenta que si, en efecto, manejar la hipótesis de que las reacciones en torno a interacción y disputa del CJNG con otras organizaciones, la estructura y respuesta institucional no ha sido de confrontación ante estas manifestaciones, quizá por la misma dinámica de cambios en la administración, factores quizá estrictamente políticos que no necesariamente tiene que ver con seguridad, una cosa es lo que dicen y hacen o más bien lo no hacen y dejan de hacer», señaló.
Al igual que Juan Manuel Oliva, señaló que el cambio de administraciones es parte de este recudimiento y que personificar el ataque del lunes no es la respuesta, sino «Ir más allá de una relación de causalidad de los asesinatos, antes del atentado de ayer ya había situaciones que no se han tomado en cuenta».
«En este trance que está viviendo el país, trance en términos de que está el escenario electoral, situaciones económicos, reconfiguración de hegemonías regionales del crimen organizado», refirió.
«Es un contexto de transición de cambio de administración en un estado donde se persigue estas actividades de la delincuencia organizada o narcotráfico tienen que ver con actos de violencia para generar zozobra», concluyó el especialista.
