La baja producción en las refinerías, las cuales trabajan al 66 por ciento de su capacidad, ha provocado que más de la mitad de las gasolinas que se consumen en México sean importadas. Organizaciones y académicos han advertido que las gasolinas que se venden en el país son de menor calidad que las que se utilizan en Estados Unidos, de donde se trae el 90 por ciento. De acuerdo con la Secretaría de Energía, la demanda de gasolinas crecerá un 46 por ciento en los próximos 15 años.
Ciudad de México, 23 de mayo (SinEmbargo).– Las importaciones de gasolina alcanzaron en 2015 una participación de 53.8 por ciento de la demanda total nacional, debido al aumento en el consumo y la baja capacidad de producción en las refinerías que operan en México, las cuales trabajan al 66 por ciento de su capacidad.
De acuerdo con el Diagnóstico de la Industria de Petrolíferos en México publicado por la Secretaría de Energía (Sener), el año pasado la importación de gasolinas aumentó 15.29 por ciento con respecto a 2014: se importaron 426.6 mil barriles de petróleo diarios, el 53.8 por ciento del consumo nacional de gasolina.
Durante 2015 las exportaciones de gasolinas cayeron 5 por ciento debido “al estancamiento en la capacidad de refinación en territorio nacional”, precisó la Sener.
Al cierre del mismo año las exportaciones promediaron 62.9 millones de barriles diarios.
Mientras que la utilización de las refinerías que operan en México alcanzó sólo el 66 por ciento en promedio de su capacidad instalada durante 2015, un porcentaje menor en 10 por ciento de lo que registró en 2010, cuando la utilización era del 77 por ciento.
El Sistema Nacional de Refinación (SNR) está conformado por seis refinerías, la más antigua data de 1914 y las más nuevas comenzaron a operar en 1979, de acuerdo con el documento de la dependencia.
En 2015, la refinería General Lázaro Cárdenas de Minatitlán, Veracruz, es la que registró una menor utilización, con sólo el 53 por ciento de su capacidad instalada, siendo que cinco años atrás era la que tenía el porcentaje más alto, con un 86 por ciento.
La que registró una mayor utilización durante el año pasado fue la de Tula, en Hidalgo, que operó al 75 por ciento de su capacidad instalada. No obstante, esta cifra es 10 por ciento menor a lo que registraba en 2010.
Lo anterior, mencionó la Sener, responde de manera parcial a que las refinerías de México «fueron diseñadas para procesar crudo ligero, con un menor contenido de azufre, metales y otras impurezas, respecto al que se produce actualmente en nuestro país».
Por otro lado, la dependencia reconoció: «los recortes presupuestales y la falta de mantenimiento en las plantas de proceso ha incrementado la incidencia de cierres parciales del tren de refinación, lo que limita la capacidad de refinamiento».
Ante esta situación, la Sener señaló que optimizar la «dieta» del SNR, considerando las características del proceso de refinación disponible en cada planta, los rendimientos esperados, la calidad de los crudos previo a su recibo en planta y la capacidad de almacenamiento instalada en cada refinería «fomentaría una mayor producción de productos comercializables de alto valor agregado y reduciría el número de paros derivados de la incapacidad para almacenar los productos obtenidos».
Como resultado de lo anterior, la producción nacional de petrolíferos y combustibles como gasolina, diésel, combustóleo o gasolina ha decrecido un 9.2 por ciento. Al cierre de 2015, México produjo 1,092 millones de barriles diarios (mbd) de petrolíferos, 110.7 mbd menos que en 2010.
Al tiempo que se ha presentado este declive, la demanda interna de petrolíferos ha caído ligeramente, al pasar de 1,509 mbd en 2010 a 1,410.8 mbd. En gasolinas, la demanda se ha reducido en 391.1 mbd, sin embargo, hoy las gasolinas importadas cubren el 53.8 por ciento del total de la demanda nacional.
LA DEMANDA CRECERÁ
La Secretaría de Energía también apuntó que para el año 2029, la proyección de demanda de gasolinas crecerá a una tasa anual del 2.7 por ciento, el diésel de 3.6 por ciento, y la turbosina de 4.3 por ciento, concentrándose en el sector del transporte.
«Los escenarios actuales permiten prever que las gasolinas se mantendrán como el principal combustible para el autotransporte durante los próximos 15 años”, indicó el documento.
La dependencia estimó que el consumo de gasolinas aumentará en 45.8 por ciento en términos absolutos hacia el año 2029, sobre todo en las regiones Centro-Occidente, Noreste y Sur-Sureste, con tasas de crecimiento anual promedio de 3.4 por ciento.
Estas cifras pintan un escenario favorable para las gasolineras privadas, a las que el Gobierno federal dio entrada el pasado abril, permitiendo la liberalización del mercado adelantada que estaba planeada para 2017.
Actualmente existen en el territorio nacional cerca de 11 mil 431 estaciones de servicio administradas bajo un sistema de franquicias, de las cuales el 22 por ciento están en el Estado de México, Jalisco y Veracruz.
De acuerdo con el Diagnóstico, en México existen en promedio 357 gasolineras por entidad federativa, con una concentración desigual según cada región. Mientras que en el Estado de México cada estación de servicio atiende a 5 mil 500 vehículos, una de la capital atiende a 12 mil 300 autos.
En mercados como el español, cada gasolinera da servicio a 2 mil 890 vehículos, y en Estados Unidos, la relación es de una por cada mil 640 autos.
“El expendio al público de combustibles líquidos y otros productos petrolíferos representa el último eslabón en la cadena de suministro y elemento clave para asegurar que la población cuente con un abasto efectivo y a precios competitivos de energía”, destacó el documento.
A principios de mayo de 2016, Hidrosina, Corpogas, Lodemo, Esges, Enerkom, Gasored y Cargo formaron la asociación Mega Alianza, con el objetivo de ser la red de estaciones más grandes de México con 990 estaciones en operación; así el Grupo G500 con cerca de 800 estaciones.
Asimismo, en marzo de este año la compañía Gulf dio a conocer que buscará abarcar 25 por ciento del mercado de gasolineras en México y operar hasta dos mil estaciones de servicio en tres años.
PROCEDENCIA Y CALIDAD DE LAS GASOLINAS
El pasado 10 de mayo, las autoridades federales de México rechazaron que las gasolinas utilizadas en el país sean de menor calidad y estén provocando gran parte de la contaminación ambiental que afecta a las grandes ciudades, entre ellas la capital.
El director de Petróleos Mexicanos (Pemex), José Antonio González Anaya, aseguró que el 90 por ciento de la gasolina que se importa viene de Estados Unidos, mientras el otro 10 por ciento proviene de diversos países, como Holanda, Italia y Gran Bretaña.
Sin embargo, organizaciones y académicos como Miriam Grustein, del Centro Rice University, han advertido que las gasolinas que se consumen en el país son de menor calidad que las que se utilizan en Estados Unidos, de donde se traen.
“Cualitativamente sí hay diferencia entre la gasolina que se vende aquí y en otros países, la que se vende en Estados Unidos no tiene plomo, la nuestra sí”, dijo Grustein en entrevista con SinEmbargo.
El aire en la Ciudad de México se ha visto impactado por la calidad de los combustibles que se usan, estimaron expertos de la organización civil El Poder del Consumidor (EPC).
“Definitivamente ha sido un factor. Si no tenemos diesel ultra bajo azufre no vamos a poder migrar una tecnología más eficiente en el control de emisiones. En esto vamos 22 años atrás con respecto a las mejores prácticas internacionales por la falta de este diesel”, afirmó Stephan Brodziak, coordinador de calidad del aire y seguridad vehicular.
El experto aseguró que Pemex ha sido abandonado y esto impacta en la salud de los mexicanos, porque la capacidad de refinería no ha estado a la altura de procesar petróleos pesados.
“Se afecta principalmente de las vías respiratorias superiores, pero también entran al sistema cardiovascular por los pulmones. Estamos hablando que más del 90 por ciento de las partículas ultrafinas no las exhalamos, una que vez entran al cuerpo ahí se quedan”, dijo Brodziak.
En abril, las autoridades capitalinas declararon la Fase 1 de Contingencia Ambiental Atmosférica en la Zona Metropolitana Urbana debido a que la ciudad alcanzó sus más altos niveles de contaminación en los últimos 14 años.
Unas 20 mil personas mueren cada año en la capital mexicana debido a las condiciones ambientales, de acuerdo con datos validades por el titular del Instituto Nacional de Salud Pública Horacio Riojas Rodríguez.
Pemex Refinación ha puesto en operación varias plantas para producir aditivos oxigenados de MTBE; una práctica que de acuerdo con Grustein está en desuso: “Los métodos de terminación de gasolina en Estados Unidos lo hacen con etanol. En cambio, en México el compuesto, que es incluso carcinógeno, que se llama MTBE”.
Investigaciones realizadas en Estados Unidos califican el nivel de octano de la gasolina Premium en 92 puntos, y el de la magna en 87. En la Ciudad de México se estima que alrededor de 250 mil vehículos nuevos entran en circulación cada año. En 1990, el parque vehicular no llegaba a los dos millones de automóviles y a la fecha se estima que hay alrededor de 5.5. millones, de acuerdo con datos de la Secretaría de Movilidad de la capital del país.
El Diputado German Ernesto Ralis Cumplido, del partido Movimiento Ciudadano, y que es secretario de la Comisión de Competitividad, planteó solicitar a Pemex hacer públicos los informes de procedencia y calidad de gasolinas que se importan a México, y de los estudios donde se compruebe que cumplen con los estándares internacionales sobre generación de emisiones contaminantes.
“Los resultados muestran que algo no cuadra y el doble Hoy No Circula no ha sido la solución al problema de contingencias ambientales, lo que indica que tampoco es el principal generador del problema, así que se deben agotar todas las instancias para descubrir qué es lo que está ocasionando que la contaminación suba en lugar de bajar, pese a los esfuerzos de la población”, señaló.